Nadie puede dudar que en la actualidad el cubano Alejandro Valdés pertenezca a la élite mundial de la lucha libre, con demostraciones sobre el colchón que impresionan por su gran arsenal técnico y espectaculares ataques.

Medallista de bronce en la cita del orbe de 2017 con sede en París, Francia, y tres veces campeón panamericano de ese deporte, Valdés es lo más parecido a un ciclón cuando de luchar se trata, con movimientos felinos que hacen muy difícil a sus oponentes la tarea de defenderse.

Así lo demostró con su exitosa temporada 2016-2017 en la Bundesliga de Alemania, donde concluyó invicto en 17 presentaciones en los 65 kilogramos y, para completar la alegría, fue campeón con su club SVG Weingarten.

En lo que va de 2018, el gladiador de Cuba “calentó los motores” en el Torneo Internacional Granma-Cerro Pelado, que acogió el habanero coliseo de la Ciudad Deportiva en el mes de febrero, lid en la que apenas sudó para derrotar 10-0 en la final a Robbie Mathen, de Estados Unidos, en menos de un minuto de acción. Con dos rápidas proyecciones que le reportaron cuatro puntos cada una y un pase atrás, el atleta de la Isla liquidó al norteamericano en un abrir y cerrar de ojos.

Sobre su desempeño en ese tradicional evento y otros elementos de interés vinculados a su carrera deportiva, el destacado gladiador dialogó con Play-Off Magazine.

¿Qué expectativas tenías con el torneo Granma-Cerro Pelado?

Ante todo, lo tomé como un ensayo del nuevo reglamento que existe ahora en la lucha, porque nunca antes tuve que combatir dos días seguidos, aunque en la Liga alemana se utiliza un sistema parecido, pero son menos peleas diarias.

Terminé satisfecho esa competencia y a pesar de no estar al tope de mi preparación fue un torneo que me sirvió para ir recuperando el ritmo competitivo con vistas a futuros certámenes de mayor importancia, como los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla, Colombia.

¿Qué te pareció el nivel de ese evento?

Creo que estuvo bueno, a este evento siempre vienen luchadores de bastante calidad y eso nos estimula, por ejemplo los estadounidenses son muy fuertes en la modalidad libre y enfrentarnos a ellos nos sirve para mejorar.

Hablando de los estadounidenses, ¿esperabas superar tan fácil a Robbie Mathen por el oro?

No pensé que acabaría el combate tan rápido, aunque siempre salgo a aprovechar los primeros momentos para sacar ventaja y me salió bien la estrategia, lo que para nada quiere decir que sea un luchador de poca calidad.

Después de haber alcanzado la medalla de bronce en el Campeonato Mundial del pasado año en París. ¿Crees que ese resultado sea una motivación adicional para trazarte metas superiores?

Sin dudas es una gran motivación, siempre fue mi anhelo subir al podio de premiaciones en un Campeonato Mundial, quería ganar el oro, pero no lo conseguí. De todas formas, ese resultado me da un poco más de confianza para saber que sí puedo estar a ese nivel.

Valdés aspira a conseguir este año el cetro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe.

Ya pensando en el Clasificatorio a la lid centrocaribeña de Barranquilla, que será aquí en La Habana en el mes de marzo (20 al 27), ¿crees que sea complejo conseguir tu boleto?

Pienso que no sea una tarea tan dura, pero en la lucha no hay nada fácil, todos los rivales se preparan con el objetivo de ganar y hay que estar listo siempre en cada combate.

En la anterior cita regional en Veracruz 2014 terminaste segundo, al perder en la final con el puertorriqueño Franklin Gómez, ¿vas por el desquite a Barranquilla?

Ahora mismo no estoy pensando en esa competencia porque todavía faltan varios meses, más bien estoy enfocado en mi preparación y en limar algunos detalles para ser menos vulnerable sobre el colchón.

Pero sí, la idea es subir un escalón más y dar mi aporte a la delegación de Cuba en esos Juegos Centroamericanos y del Caribe.

Has estado tres temporadas en la Bundesliga alemana de lucha, con un registro impresionante de 33 victorias y solo una derrota ¿cuánto te ha aportado en tu desarrollo ese certamen?

Me ha aportado mucho la verdad, sobre todo confianza en mis posibilidades reales como luchador.

También ahí he tenido la oportunidad de competir bastante y foguearme contra rivales de buena calidad, que era algo que me hacía falta porque soy un atleta que demoré un poco en madurar, y con esa experiencia en la Bundesliga me siento ahora más sólido.

El único revés tuyo en ese torneo lo sufriste ante Frank Chamizo, un gladiador cubano que representa a Italia y fue campeón mundial en Las Vegas 2015, y al que venciste en una ocasión para emparejar el duelo entre ustedes ¿qué me dices de esos combates?

Fueron combates muy duros en los que debí emplearme al máximo, él es un rival súper exigente, no por gusto es medallista mundial y olímpico.

¿Regresarás la próxima temporada?

Hasta ahora no hay nada seguro, debo esperar a que llegue el mes de septiembre para que me confirmen.

La impresioante actuación de Valdés en sus primeros tres años en la Bundesliga de lucha (33 tiunfos y una derrota) debe ser suficiente vala para que repita en la próxima temporada.

¿Sientes que te falta mucho por aprender en este deporte?

Seguro que sí, en la lucha se aprende cada día, nunca puedes decir que lo sabes todo, es un deporte extremadamente complicado y variable en el que de momento aparecen nuevas reglas y hay que estar preparado para esos cambios.

Físicamente a la hora de hacer el peso ¿es complicado para ti?

Eso no es un gran problema, por lo general estoy cerca del peso en los 65 kilos y no creo que sea un contratiempo.

¿Cómo ves el colectivo cubano de lucha libre?

El equipo está bien, lo veo muy motivado, con varias figuras jóvenes y algunos con más experiencia, como yo, que mantenemos un alto rendimiento.

Falta mucho todavía, pero este año habrá otra vez Campeonato Mundial en el mes de octubre, en Hungría ¿te ves de nuevo en el podio?

Eso espero, siempre pienso estar ahí entre los mejores, pero sin quemar etapas, paso a paso, porque antes del Mundial tengo otros compromisos importantes.

Lo que sí te puedo asegurar es que, gane o no la medalla, me entregaré al máximo.