En un duelo de estrellas de la pelota cubana entre leyendas, Orlando el Duque Hernández entrevistó al Capitán de Capitanes Antonio Pacheco, alrededor de quien se han cometido imperdonables olvidos y omisiones en los últimos tiempos de la pelota cubana.
Antonio Pacheco, uno de los grandes peloteros cubanos de todos los tiempos, dialogó con el mítico lanzador de Industriales, del equipo Cuba y de Grandes Ligas, sobre su vida y sobre la polémica alrededor de la omisión de su número.
La enésima falta contra uno de los mejores peloteros de la pelota amateur en Cuba -que su número no estuviera sobre el banco del Guillermón Moncada durante el pasado Juego de las Estrellas- ha sido criticada en redes sociales, de seguro en las casas de los seguidores, entre quienes tiene la perspectiva real -no la hueca, la de instrumento político-, de cuánto representa verdaderamente el pasatiempo nacional para los cubanos.
El Duque conversó con el número seis en su página de Instagram con su espacio La Estrella Invitada, en un diálogo en el cual el serpentinero dijo, en tono de broma, que no hablarían de todas las conexiones que este le dio en Series Nacionales.
Inicios de Antonio Pacheco
“Empecé en el barrio con pelotas, con seis y siete años. Después con 10 añitos empecé en la pelota más organizada. Empecé como todos los niños en Cuba”.
Etapa dura para poder hacer equipo. ¿Cómo te consolidas en segunda base en el equipo Cuba?
Cuando salgo del equipo mundial juvenil era torpedero, no segunda. Cuando hago el equipo en el 83, era segunda y jugaba shortstop, pero en Santiago de Cuba estaba Evenecer Godínez, quien era el torpedero y yo pasé a segunda. Me interesaba jugar. En el 85 es donde me consagro como segunda base en el equipo nacional en la Copa Intercontinental en Edmonton.
Eventos internacionales: los ganaste todos y bateaste 402
Es por muchas cosas: prepararte, dedicarte mucho a tu trabajo. Quizás éramos amateurs pero el trabajo lo hacíamos como profesionales. Hasta nos cuidábamos el peso. Trabajamos como profesionales y de ahí salieron los resultados.
¿Qué representaba para tu familia el que fueras un baluarte de la pelota cubana?
Como muchas familias cubanas era de una familia humilde. Ellos se sentían orgullosos de su hijo, pero lo veían como que es el trabajo de él. Mi familia me apoyaba mucho, mi mamá no iba a verme porque sentía que se iba a poner nerviosa.
Podías haber jugado en MLB porque tenías la calidad
Creo que el atleta que este allá y haga un ajuste en cualquier nivel de pelota creo que puede jugar el nivel que quiera jugar, siempre y cuando haga un ajuste. A todo el mundo le hubiese encantado jugar en Grandes Ligas, al nivel más alto de la pelota en el mundo.
Polémica con el número seis retirado
No faltó solo el de Pacheco, tampoco estaba el de Meriño, Fausto, Pierre, Bell, Olivera. ¿Por qué no estaba mi número? Porque yo estoy viviendo aquí en Estados Unidos. Para mí lo más importante es la respuesta que dieron los cubanos de afuera y de adentro. La respuesta que dieron es que me tienen en su corazón, que me respetaron y me siguen respetando. Que se acuerdan de Antonio Pacheco. Eso es más importante que tener el 6 en una pared y estar en el Salón de la Fama.
Nosotros, con nuestro talento, jugamos para ese público que iba al estadio. Los que no pusieron el número, algún día la vida (…) Hay un dios allá arriba. Sabe lo qué tiene que hacer. Nosotros vamos a seguir palante. A esos cubanos no les importa dónde está Pacheco, no les interesa qué hizo Pacheco. Ellos lo que respetan lo que Pacheco hizo cuando estaba en Cuba.
Como han hecho muchos atletas cubanos, que jugaron en Cuba, por su provincia, que tomaron la decisión que hayan tomado, que hay que respetarla. Los cubanos no se olvidan de ellos.
Somos campeones olímpicos, campeones mundiales, esos atletas son los que representaron a Cuba, los atletas que están aquí. ¿Los títulos sí pueden estar, pero no pueden estar los números y los nombres? Es contradictorio. Pero lo importante es que los cubanos nos quieren y nos recuerdan.
¿Qué crees del béisbol cubano actual?
Lo primero que se hizo fue retirar masivamente un grupo de peloteros sin tener los sustitutos. Violaron una etapa y eso ha afectado. Cuando yo empezaba Fermín Laffita me daba consejos, aprendí mucho de esa forma. Dieron un retiro masivo de peloteros con mucha experiencia que podían aconsejar a los muchachos que empezaban. Se mató eso.
La pelota cubana necesita jugar a un nivel alto. El nivel alto es lo que te da a ti. Deben hacer muchas cosas, es un deporte caro, hace falta implementos, si no hay eso, no hay desarrollo. Los estadios tienen que tener condiciones, que el pelotero esté motivado, que tengan las condiciones necesarias, y ellos van a estar comprometidos.
Apodo de “Capitán de Capitanes”
Me fueron a hacer un documental y estaban preguntando a muchas personas y el difunto Antolín León dijo el “Capitán de Capitanes”.
Barcelona 92 y demás olimpiadas
Fuimos campeones olímpicos. Ese título te queda para toda la vida. Pude participar con grandes peloteros. El primer lugar era el que siempre se exige de nosotros, pero un segundo lugar (el de Sidney 2000), fue un buen resultado.
¿Qué haces actualmente?
Tengo la satisfacción más grande que pueda tener una persona en el mundo del béisbol: trabajar en la organización de los Yankees de Nueva York, desde hace cinco años. He crecido mucho como entrenador como persona, ha sido como una universidad. Quien me abrió esa posibilidad fuiste tú. Me siento mejor preparado.
¿Estás capacitado para dirigir un equipo Cuba con lo que has aprendido?
Hay que sentarse a conversar primero, hay que romper barreras. Hay cosas que no te pueden imponer. Por encima de todas las cosas soy cubano. Para lo que sea estoya hí, pero sin nada impuesto.
Si vas a una fiesta y solo puedes invitar a tres amigos, ¿quiénes serían?
¿Tres amigos? No hago la fiesta.
Música favorita y cantante
La salsa. Cantante, Oscar de León.
¿Qué no puede faltar en tu casa?
La felicidad.
La alegría más grande
Cuando tuve mis hijos.
¿Qué jugarías si volvieras a nacer?
Béisbol, porque es la vida de nosotros. Fue lo que Dios me dio la posibilidad, la herramienta para que las personas nos vieran jugar y se fueran felices a sus casas.
¿Te afectó el choque cultural al llegar a Estados Unidos?
Estuve dos años en Canadá. Cuando vas a un país diferente al tuyo, tienes que estudiar al país para no fracasar y no tener problemas. Lo que hice fue estudiar este país, la cultura de este país, cómo son los personas y me he adaptado bien.
¿Qué sueños tienes?
En el béisbol, en estos momentos estoy en un lugar muy importante en mi vida, pero me falta poder hablar con aquellos peloteros que estuvieron en Beijing, que alcanzaron un gran segundo lugar y no tuve la posibilidad de decirles sobre el buen trabajo que hicieron. En esa olimpiada Cuba tuvo el calendario más difícil. Sueño con tener a esos peloteros otra vez juntos [fue el director de ese equipo]. Yuli Gurriel bateó para doble play, pero no tuvo la culpa. No me gusta que el pelotero tenga culpa.
El otro sueño es que todos los cubanos nos llevemos como tenemos que llevarnos, no importa cómo cada cual piense. Que todos los cubanos seamos amigos, que no importe dónde estén, siempre nos respetemos.
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