La memoria no falla, cuando nombran a Cuba en una cancha de básquet argentina, en el 100% de los casos, emerge la figura de Lázaro Borrell. 2,03 metros de habilidad pura, que demostró su nivel en Obras Sanitarias en cinco ciclos, y un paso por Boca Juniors. Como no recordar sus 47 puntos ante Olimpia de Venado Tuerto en la temporada 1997-1998, los 20 rebotes tomados a Peñarol de Mar del Plata en la 2008-2009, los cinco partidos de 40 puntos o más y los veintidós de 30 o más puntos. Lázaro fue una verdadera bestia en nuestra liga y lo inmortalizamos por ser el kilómetro cero del básquet cubano en Argentina.
Hoy, 20 años después, seguimos disfrutando del basquet cubano con tres jugadores que están en un nivel alto de rendimiento, las estadísticas no mienten.
Reynaldo García, «un viejo conocido»…
Mantuvo un rendimiento parejo en la liga a lo largo de estos años y este aspecto se vio beneficiado por las elecciones de equipos que tuvo. Quizás su peor temporada fue la pasada, ya que descendió al Torneo Nacional de Ascenso con Sionista de Paraná. Mala por el resultado colectivo, no por lo individual (15.8 pts., 4.8 rebotes y 2.4 asistencias). Pasó a San Martín de Corrientes, un acierto enorme en su carrera por el objetivo del equipo, ganar la Liga Nacional. El equipo correntino culminó la
temporada regular siendo el #1 de la Conferencia Norte con 40 partidos ganados y 16 perdidos. «Rey» no defraudó y con números interesantes es una de las piezas claves de San Martín de cara a las semifinales de conferencia (12.1 pts., 3.5 rebotes, 2.1 asistencias en 25.5 minutos de juego). Pero la frutillita del postre fue en el rubro robos, donde García Zamora es el máximo «ladrón» de balones de la temporada con 2.1 robos por partido.
Yoanzy José Mensia, «la promesa»…
Con 20 años y 1.97 metros fue reclutado por Gimnasia y Esgrima de Comodoro Rivadavia para unirse a sus filas de Liga de Desarrollo, competencia donde se forman los jugadores jóvenes de los equipos de Liga Nacional. El alero cubano fue la gran revelación de su equipo y el torneo terminando cuarto en la tabla general de goleadores del campeonato con un promedio de 20.2 puntos por juego, segundo en rebotes con 9.7, tercero en dobles convertidos con 134, cuarto en faltas recibidas con 5.7 por partido, en 35.4 minutos de promedio. La relevancia de sus números lo llevó a formar parte del equipo de LNB en 25 partidos con un promedio de 7.3 minutos de juego. Sin lugar a dudas debe dar un salto de calidad, y con la confianza del cuerpo técnico, puede llegar a crecer mucho más.
Javier Justiz, dejarlo al último no es una casualidad…
El crecimiento del santiaguero en la LNB fue asombroso, mostrando nuevo repertorio de fundamentos a su técnica y mejorando sus números. Líder del poste bajo de Estudiantes de Concordia, promedia 14.2 puntos en casi 28 minutos de juego. Destacado reboteador, se encuentra quinto en el ranking global con 8.8 y segundo en tapones con 2.1 por partido.
Por si esto fuera poco, mejoró su porcentaje en tiros de cancha aun 53% de efectividad. Por estos motivos fue elegido dentro del quinteto ideal siendo el mejor pívot de la competencia. Justiz se ganó el respeto de toda la LNB a base de esfuerzo, sacrificio y perseverancia. Pisa fuerte en todas las canchas y hasta por momentos su gancho es indefendible. En la disputa de las semifinales de Conferencia Norte su equipo fue eliminado y quedó a un paso de la final.
Estos tres casos contemporáneos de cubanos en la LNB son el claro ejemplo del crecimiento del basquetbol en la isla, sumado a las políticas deportivas que permiten extender su presente. Con 33 años de vida, la Liga Nacional Argentina pone la vara más alto cada año y tiene aspiraciones de seguir mejorando para posicionarse como una de las más competitivas del mundo. La presencia de estos jugadores cubanos le está brindando a nuestra liga un nivel más alto de rendimiento que, sin lugar a dudas, ayuda a nuestros nacionales a potenciar su nivel y mejorar cada día más.