A Brasil le citaron en Rusia 2018 con un pretendiente que parece indetenible. El máximo ganador de las Copas del Mundo de la FIFA tendrá un choque de trenes contra Bélgica, que pasó por tercera vez a cuartos de final tras vencer a Japón en el mejor juego de este torneo.

Con la eliminación de México y Japón solo a la UEFA y la CONMEBOL le quedan equipos en el Mundial de las sorpresas, que ha visto marcharse a casa a los dos últimos titulares con actuaciones inesperadas.

De la mano de Neymar, los brasileños fundieron a los mexicanos dos goles por cero, en un segundo tiempo que seguramente elevó el precio en el mercado del portero del Tri, Memo Ochoa.

El victimario de Alemania sufrió nuevamente la maldición de los cuartos de final, pues solo una vez ha pasado a estas instancias. Otra cifra negativa se mantuvo: México nunca le ha marcado a Brasil en Copas del Mundo. Esta vez no pudieron con la pentacampeona que mantuvo su puerta inmaculada y tuvo como gran noticia el despertar de Williams.

Un veterano Rafa Márquez, lejos de la forma física y el talento que lo llevó al Barcelona, alineó en el once regular y se convirtió en el primer futbolista en portar la cinta de capitán en cinco mundiales, algo que se antoja casi imposible de igualar.

Ahora o nunca de una generación

Mientras, en un desafío emocionante, los belgas remontaron a un increíble conjunto japonés que los tuvo contra la pared. El choque se remató con un agónico contragolpe, con los nipones lanzados con todo en el tiempo de descuento

“Es el momento de esta generación. Ahora o nunca”, había dicho Eden Hazard. Y por gran parte del segundo tiempo lo fue. Bélgica demostró pegada y a fuerza y mayor físico igualó con tantos de los dos jugadores que entraron de cambio: Chaldi y Fellaini.

Por varios minutos parecía posible la épica japonesa. Roberto Martínez, el seleccionador belga tuvo en la picota su cabeza. El segundo seleccionador extranjero en dirigir a los Diablos Rojos en sesenta años parece haber moldeado el carácter triunfador de una mezcla de jugadores con talento de sobra, pero propensa a fracasar en grandes citas.

Ahora quedaron por un lado del organigrama dónde se cumplieron los pronósticos de la mayoría. La batalla será a muerte, entre tres campeones mundiales (Brasil, Uruguay y Francia) y una formidable aspirante, Bélgica. Solo uno estará en la gran final.

Al menos un Campeón sigue en pie

Las sorpresas se han quedado para la otra parte. Ya se despidieron dos monarcas universales y favoritos de muchos, como Alemania y España, y por los europeos solo queda una selección con algo de pedigrí, una estrella en su pecho y que siempre queda a deber: Inglaterra.

En la tanda de penaltis doblegaron a una Colombia sin James Rodríguez, pero que peleó hasta último momento. Harry Kane se reafirmó como el máximo artillero, gracias a una pena máxima, con la cual van tres en esta Copa: exactamente la mitad de sus dianas han llegado por esa vía.

Los cafeteros tuvieron un artillero inesperado en un defensa central, Yerry Mina, quien anotó su tercer tanto de cabeza. Quizás el Barcelona, que se rumora podría cederlo o venderlo, debería pensarlo mejor, porque el espigado colombiano fue un baluarte defensivo y ofensivo en el evento.

Suecia hizo lo que mejor se la da en el Mundial: mantener su puerta en cero. Solo permitieron dos anotaciones ante Alemania, una en tiempo de descuento. Contra Suiza solo necesitaron un gol para triunfar.

A los suecos los apodan “matagigantes”. En la clasificatoria previo a la Copa terminaron segundos por encima de Holanda. Después, en repechaje, doblegaron al tetracampeón Italia. Ya en suelo ruso, sucumbieron ante Alemania, pero terminaron como primeros de grupo y dejaron a la gran favorita en el camino. Ahora, tendrán una nueva oportunidad de honrar su fama, si ponen de rodillas a Inglaterra.

Brasil-Bélgica; Francia-Uruguay; Suecia-Inglaterra y Rusia Croacia: la ruleta de cuartos de final está preparada y solo cuatro continuarán la persecución del trofeo más ansiado del fútbol.