Cuando preguntas en Google por la relación de Islas Turcos y Caicos con el fútbol, la información más atractiva que encuentras es sobre un lujoso resort, recurrente en las vacaciones de la familia de Leo Messi.

Ahora, a su currículo futbolero, se suma la goleada histórica de 11-0 que le propinó la selección cubana este sábado en el estadio Pedro Marrero, el resultado más amplio en la primera fase eliminatoria de la Liga de Naciones de la zona de la Confederación de Centroamérica y el Caribe (Concacaf).

Fue una fiesta para los amantes del balompié cubano, si de resultado se trata, aunque es un marcador tan engañoso como la luz que se vislumbra para el fútbol de nuestro país. Solo un vistazo al más reciente tope decoroso que sostuvimos, nos reporta par de derrotas en la fecha FIFA de agosto, ante Guatemala, con 4 goles recibidos sin perforar el arco contrario, una muestra del nivel actual de la selección, anclada en el 181 del ranking de la Federación.

Los dirigidos por Raúl Mederos ahora enfrentan un evento que los llevará a Granada el venidero 13 de octubre, y que luego les reserva la visita a República Dominicana, el 17 de noviembre. Para el 25 de marzo de 2019, concluye la fase clasificatoria en Haití, el choque más complicado.

Si desestimamos el  primer compromiso, por la evidente falta de exigencia del rival de turno, tenemos a un equipo cubano que precisará de notables avances si pretende pasar por encima de Haití, ubicado en el escaño 10 de la tabla regional. República Dominica y Granada parecen mucho más asequibles, en un evento organizado para subir el nivel competitivo del área, en especial en el Caribe.

Cuba y el fútbol: aquellos lejanos buenos tiempos

Amén de la fiebre que se ha suscitado en las redes sociales por rescatar la afición al elenco nacional, de y algunas acciones para promover a varios de los atletas locales, ¿con qué cuenta Cuba para concretar sus aspiraciones de volver a insertarse en la Copa de Oro, y en sus proyecciones para una futura clasificación mundialista?

“Tenemos dos retos grandes: modernizarnos y actualizarnos a nivel de lo que exige el fútbol mundial. Gobernanza, funcionamiento, desarrollo, competencia; tenemos mejores condiciones que la totalidad de los países del Caribe, y que muchos de Centroamérica que tiene más desarrollado su nivel”, dijo Luis Hernández Heres, Presidente de la Asociación de Fútbol de Cuba, en declaraciones al programa televisivo Fútbol X Dentro.

Añadió que el país cuenta con “un sistema competitivo organizado, apoyo gubernamental. El Inder, con más de mil entrenadores, escuelas de fútbol, academias en todas las provincias, equipos de primera categoría, fútbol femenino. Tenemos de todo, solo tenemos que modernizarnos, actualizarnos y trabajar bien. Estamos convencidos de que podemos hacerlo. Si lo hacemos, los resultados van a ir llegando”.

Sin embargo, el directivo reconoció que se precisan mejoras en la infraestructura y “un mejor campeonato nacional, que tenga las mínimas condiciones similares al resto de los países”.

En honor a la más pura verdad, el fútbol cubano precisa de mucho más que palabras y “buenas” intenciones, si algún día queremos que el público grite los nombres de los exponentes antillanos; o que vaya a hinchar por la escuadra local, como en aquella eliminatoria para la Copa del Mundo de Alemania 2006, cuando dirigía el peruano Miguel Company y contábamos con una generación liderada por Léster Moré o Alaín Cervantes.

Precisamente, para modernizarnos y aspirar a la ronda final de la naciente Liga de Naciones Concacaf, debemos zafarnos del temerario nudo burocrático que nos asfixia.

Según Ramiro Domínguez Delgado, director jurídico del Inder, “hay una estrategia aprobada por el Consejo de Dirección del Inder desde 2014 que regula el proceso de contratación de atletas en Cuba y en el exterior y de ella ha nacido una política que está en aprobación, de la cual se derivarán las normas jurídicas que van a regular todo este procedimiento”.

Pero los mecanismos para su aplicación recuerdan al famoso cuento cubano de la buena pipa. Amén del sistema organizado al que se refiere Hernández, con sabidas carencias materiales y otros males, lo que precisa con urgencia el balompié doméstico para la Liga de Naciones de Concacaf, es llamar a los jugadores que actúan en ligas foráneas, que cumplen con los requisitos legales para representar al país.

Es una legión amplia y deseosa de aportar. Están Onel Hernández, de la Championship inglesa;  Carlos Vázquez (Atlético de Madrid, España); Christian Joel Sánchez (Sporting de Gijón); Jorge Luis Corrales (Chicago Fire, Estados Unidos); Joel Apesteguía (Tre Fiore, San Marino); Dilan Frattesi (Torino B, Italia); César Múnder (Universidad Católica, Chile); y Marcel Hernández, (Cartaginés, Costa Rica). Son algunos candidatos.

Sin embargo, el propio DT explica que aunque sabe de las capacidades de muchos para integrar la selección, sostiene en entrevista con Juventud Rebelde que “…en el caso de existir un futbolista en ese grupo que pertenezca a la cantera del Real Madrid, ¿cumplirá mejor la función que alguno que juegue en Cuba? Habría que ver, porque cualquier jugador cubano podría ir allí y estar en la cantera del Real Madrid, lo digo de corazón”.

¿Puede darse el lujo de descartarlos un país que no es capaz siquiera de competir por la cima del Caribe en los tres últimos años?

A pesar de las fuerte campaña mediática y en redes sociales con la intención de integrar a la escuadra a los jugadores internacionales, los federativos cubanos quedaron ajenos a la gestión con sus clubes. Solo el habanero Guillermo Bércenas, con ficha del Gavá de segunda B en España, estuvo en la preparación en calidad de invitado.

El propio Mederos argumentó que “hay trámites legales que se van de las manos de nosotros. Son asuntos del INDER e instituciones superiores que tienen que cumplir para poder ser convocados. Es lo más importante. El jugador que brinde su interés y que ponga todo sus trámites, pasos legales y parte jurídica  en regla (…)las puertas van a estar abiertas”.

Esta afirmación suena fiel al estilo de Poncio Pilato. Los jugadores, quienes son muy necesarios para levantar nuestro nivel, primero deben volverse juristas o magos para desentrañar todo el andamiaje burocrático nuestro, para luego jugar. ¿Por qué no somos capaces de agilizar tal proceso? ¿Cuál es el bloqueo en este caso? ¿Acaso no es el DT el mayor interesado?

Cuba figura en el tercer nivel de la emergente Liga de Naciones de Concacaf, que con 4 grupos iniciales solo le garantiza un puesto en una segunda ronda a los mejores ranqueados del último lustro en el área: Costa Rica, Panamá, Honduras, México, Estados Unidos y Canadá.

El proceso de la liguilla regional incluirá, en su extensión, los eventos clasificatorios para la Copa de Oro de 2019 y 2021, para la Copa América, e incluso la eliminatoria para la Copa del Mundo de Qatar en 2022.

De momento, tenemos un estadio Pedro Marrero donde la pelota corre sobre un terreno accidentado; una televisión que no programa las transmisiones de los partidos en vivo; un público deseoso de un mejor resultado; y una legión “extranjera” a la espera de la firma de algún que otro papelito que nos permita, tal vez, soñar.

Al menos, le hicimos 11 goles al último puesto del ranking FIFA. Nos bastó con los jugadores que militan en la maltrecho Campeonato Nacional. En Islas Turcas y Caicos hay poco más de 33 mil habitantes, tiene playas espectaculares y llegan al año unos cuantos yates repletos de turistas.

Imagen cortesía de Internet
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