La semana que cerró en Can Barça no fue, precisamente, la que todos esperábamos. Quizás, habría que revisar si fueron los peores 7 días de los últimos años en el campeonato de Liga español para el FC Barcelona.

Todo empezó frente al Girona en el Camp Nou y su empate 2-2, luego de una expulsión de Lenglet provocada por un codazo y descubierta por el VAR. A mitad de semana visitaron al modesto Leganés y sufrieron una dolorosa derrota 2-1 en Butarque. La semanita de la “flagelación” cerró de nuevo en casa, con un empate frente a un Athletic Club que anda por la parte baja de la tabla.

¿Qué ha provocado este terremoto en un equipo sólido y -a priori- favorito a ganarlo todo?

Veo 3 causas posibles de este tropiezo que -por demás- creo temporal y pasajero.

Continúa la Messi-Dependencia pese a los millones invertidos

Que el Barça depende mucho de Lionel Messi no puede ser sorpresa para nadie. Cualquier equipo depende del estado de forma y el aporte de su máxima estrella y si encima es uno de los mejores jugadores del mundo, es más justificable todavía. Pero, el secreto está en la medida de esa dependencia y de cómo se pueda contrarrestar cuando Messi tenga que descansar.

El Barça invirtió y tiene una plantilla bastante amplia y de mucha calidad. Valverde necesita encontrar la formula para rotar de vez en cuando a Lionel y que el Barça no sufra demasiado. Además, la Messi-Dependencia no solo es cuando no está, sino cuando está y no tiene su noche, como le puede pasar a cualquier futbolista.

La mala forma y el desacierto de Luis Suárez

A Luis Suárez, desde el año pasado, no se le ve tan acertado de cara a portería como en años anteriores. No me refiero a los números que siguen siendo buenos, sino a las que falla en los momentos claves y que luego cuestan partidos. En estos tres encuentros, Luisito erró varias oportunidades claras y se fue en blanco en 209 minutos de juego.

Si tu delantero no anota es mucho más difícil conseguir los tres puntos, seas el equipo que seas. El Barça necesita que Suárez recupere la confianza y el buen ojo para el gol. En esta temporada, solo ha marcado en 2 de los 8 partidos oficiales que ha disputado, una media muy baja para quien es uno de los mejores 9 del planeta.

La “mala suerte” de Ernesto Valverde con las rotaciones

De seguro, cuando se planificó esta semana en el staff técnico del Barcelona, se ajustaron rotaciones y descansos debido a la poca complejidad que -sobre el papel- traía el calendario liguero. Girona y un disminuido Athletic en casa y la visita al Leganés inspiraron a Valverde a rotar primero a sus interiores (Rakitic y Coutinho) en el encuentro frente a sus vecinos; luego a Suárez en Butarque y este sábado a Lionel Messi frente a los Leones bilbaínos.

Las rotaciones en el fútbol moderno son un arma muy necesaria, pero a veces peligrosa. Hay que saberlas manejar con precisión. Hablamos de «mala suerte” porque los tres equipos conformados por el técnico azulgrana, deberían haber ganado los 9 puntos sin mayores complicaciones, ya que los sustitutos son futbolistas de contrastada calidad para poder ayudar al equipo. Un conjunto que pretende ganarlo todo debe tener el aporte de todos en la plantilla, y no veo demasiado enchufados a los suplentes en Barcelona.

Lo peor esta por venir…

Lo más preocupante es que el Barcelona tendrá un mes de octubre cargado. En Champions, visitan al Tottenham, y en Liga, tienen al Valencia en Mestalla, Sevilla en Camp Nou. Después, reciben al Inter en la Liga de Campeones y cierran octubre con El Clásico en el Coliseo Azulgrana.

Tiene que ajustar la maquinaria Ernesto Valverde y toda la plantilla tiene que cerrar filas para que este mes de octubre no sea la ampliación de la semana turbulenta que acaban de vivir.