Yasmany Tomás tiene su futuro en el aire, pero lucha por un puesto en el róster para cuando los D-backs de Arizona comiencen su temporada próximamente, aunque sea cubriendo la primera base.

Por ahora, el cubano pelea por un cupo y ha comenzado bien los entrenamientos de primavera, mostrando algo del poder que siempre lo caracterizó: lleva tres hits en nueve turnos, jonrón incluido, pero sabe que quizá nada pueda ser suficiente.

“Creo que soy un pelotero de Grandes Ligas y simplemente estoy buscando una oportunidad para demostrarlo. Sé lo que puedo hacer y confío en mí mismo. He tenido mucho éxito en Triple-A. Lo único que puedo hacer es controlar mi trabajo y el resto depende de la oficina. No me puedo preocupar por eso”, dijo el nativo de Cuba, apodado El Tanque, escribe Jesse Sánchez, de MLB.com.

Pudiera darse el caso, incluso, de que el habanero continúe en las Menores, pese a que devengará un salario astronómico de 17 millones, la mayor cifra en su organización, gracias a un contrato jugoso de seis años y 68 millones.

No es un secreto que su firma llegó por su bateo, y tal vez por eso ha debido enfrentar prejuicios alrededor de su defensa y constantes cambios de posición por parte de la organización, pues ha probado en los jardines, pero también en las esquinas del cuadro.

“Todo el mundo siempre está hablando de la defensa, la defensa, la defensa conmigo. Yo puedo hacer las jugadas de rutina y quizás un poco más que eso. Yo no robo bases tampoco, pero tienes que verme como un jugador completo y lo que puedo aportar”, dijo.

En el 2016, bateó 31 jonrones y propulsó para el plato a 83 peloteros, con un promedio de bateo de 272. Pero estos números no fueron suficientes, y Yasmany ha sido un cliente casi fijo de las Menores, donde en 2019 dejó números respetables, al botar 29 pelotas y remolcar 82

Al año siguiente de aquella gran zafra, disputó solo 47 desafíos en las Grandes, mientras en 2019 apenas vio acción en seis turnos al bate, que pasaron como una triste anécdota: cero hits y tres ponches.

“Si me vuelven a bajar, ¿qué puedo hacer? Estoy aquí trabajando duro para hacer el equipo, porque sé que puedo producir”, cita Sánchez al cubano.

Sin embargo, pese a su situación, el mánager de los D-backs, Torey Lovullo destacó que “ha seguido siendo un buen compañero y se ha mantenido trabajando fuerte, practicando y jugando duro, sin importar dónde está” y dijo que en su transición a la inicial “pareciera estarse moviendo muy bien, y ha sido una sorpresa agradable verlo defender en las prácticas. Por eso es que he estado tratando de ponerlo a jugar. Y también ha estado tomando turnos de calidad”.

Su firma, mirando en retrospectiva, parece un gran fiasco para la organización, que no ha aprovechado lo que fue a buscar: un bate de poder. Para el cubano, ha sido un éxito en lo económico, pero no así en lo deportivo, donde ha quedado a deber.

No obstante, todavía a sus 30 años, puede llegar la oportunidad de demostrar su valía, y desaparecer unas cuantas pelotas en MLB, como ya hizo en aquella gran temporada de 2016.

“¿Mi futuro? No lo sé. Sólo Dios sabe la respuesta a esa pregunta, así que le voy dejar eso a él”, concluyó Tomás.

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