Qué utópica está la gente
en el siglo XXI,
cada vez que me reúno
en una peña, demente
salgo de ahí. Es evidente
que la energía derrocho.
Me critican, pues reprocho
la idea tan irreal
de Cuba en este Mundial
Rusia 2018.
Se imaginan a un cubano
observando entretenido
y en el medio del partido
gritando: “¡un selfie Cristiano!”
Eso se va de las manos
“¡Tarjeta roja, ilegal!”
Me parece surreal
que Cuba pueda ser sede,
por eso mismo no puede
ir a jugar a un Mundial.
Si ahora nos tienen en cuenta
para el voto de la FIFA
mas pareció una engañifa
de aquel que nos representa
en la AFC se comenta
que indiferencia mantuvo.
Todos preguntan: “¿Qué hubo?”
Primera vez en votar
y para dar de qué hablar
Cuba en su voto se abstuvo.
Cuba, para la pelota,
el boxeo, el voleibol
aunque mi hijo grita: “¡Gol!”
Cuando batea y la bota.
Aunque al deporte lo azota
la emigración. Es real
que nos encanta el Mundial,
el balón entre los pies.
Aunque ahora dudo, ¿cuál es
el deporte nacional?
Mejor no tocar el tema,
ese ya es otro trabajo.
Mejor no sacudo el gajo
o se formará el dilema.
Esa temática quema,
me saca de mis cabales.
Vuelvo al fútbol, con penales,
decepciones, ya me hundo
en la campeona del mundo
que defraudó a sus parciales.
Alemania quedó en mito.
Hay gente que está llorando
y otros que se hayan gritando
de alegría, un favorito
se fue, y yo me remito
a su afamada carrera.
¿Habrá acabado la era
de Alemania? ¿Fue un mal paso?
Va a la historia ese fracaso.
El campeón se queda fuera.
España va por el grito
de campeones. Yo observé
lo humano de Isco y Piqué
cuando ven a un pajarito
y lo salvan, por su hito
y sus tan buenos modales
llevarán a sus vitrales,
si no ganan el Mundial,
otro título oficial,
el de “Héroes de Animales”.
Aún por decir queda más.
Hemos visto que Argentina
trae la misma rutina
de otros mundiales atrás.
La pulga Messi en la faz
se le nota la tristeza.
No golea de cabeza,
falla un penal sin perdón.
Cámbienlo de selección,
la camiseta le pesa.
Resumiendo, queda historia
por contarles todavía.
Cada persona confía
en su equipo, en la victoria.
Vuelvo a la peña, a mi noria
donde escucho siempre a los
que sueñan a viva voz
la utopía nacional:
Cuba va ir al mundial
en el 2022.