Se le ve siempre inquieto en el gimnasio de levantamiento de pesas del Cerro Pelado. Pese a sus 118 kilogramos de peso, Luis Manuel Lauret (20 de enero de 1997) tiene una explosividad propia de un pesista de divisiones inferiores, reflejo de su temperamento.

Con una camiseta de Los Ángeles Lakers o un desmangado Air Jordan -no oculta su fanatismo por el baloncesto-, y un jersey gris, vestía la mañana de esta entrevista, luego de quebrar el récord de envión para +105 kg en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla.

El fornido cubano levantó ese día 221 kilogramos, pulverizando los 220 de Ernesto Agüero, que databan de Maracaibo 1998.

Los amantes del deporte, seguramente, recordarán la imagen del atleta festejando con desenfrenada euforia su cota, al punto de que el entrenador Félix Machín debió bajarlo de la plataforma.

Luis Manuel conversó con Play Off Magazine mientras se prepara para su primer Mundial de mayores de Turkmenistán, donde se estrenará la división de (+109 kg), con la determinación de convertirse en el mejor supercompleto que ha dado la halterofilia cubana.

¿Qué significó tu rendimiento y la competencia de Barranquilla?

En los intentos tuve mis seis pruebas válidas. El arranque es mi movimiento preferido. Iba por el segundo lugar, pero siempre aspiraba a ganar. Hubo una confusión con los cambios de peso y la estrategia, y por eso perdí por un kilogramo (179) con el colombiano Santiago Cossío (180).

Salí entonces a buscar el oro en el envión. Al ver que pude con facilidad en mi segundo movimiento con 210, y que con ese peso aseguré el oro, salté hasta 221 para buscar el récord.

En el Panamericano de Santo Domingo había levantado 210 y la estrategia previa era buscar 215, pero me sentí fuerte y fuimos más ambiciosos.

¿Por qué prefieres el arranque?

Tengo bastante buena la segunda fase, la parte del despegue del halón final. Se me da fácil ese movimiento, mejor que el envión.

¿Cómo ha funcionado tu preparación desde que ingresaste en la preselección nacional?

Este es mi cuarto curso en la preselección nacional. Ha sido una carrera difícil. Comencé un poco tarde, con 14 años en San Miguel del Padrón. Le puse todo y los resultados subieron rápido a medida que fui escalando divisiones.

Estoy decidido a ser el mejor súper completo que ha pasado por Cuba. Esa idea me impulsa en cada sesión de entrenamiento, me hace levantarme temprano cada mañana, hacer repeticiones según el plan hasta que mis músculos dicen no más, descansar como es debido.

No puedo defraudar a mi padre, quien fue mi primer entrenador, como tampoco a Ernesto Quiroga (subcampeón universal y su profe de la EIDE Mártires de Barbados), ni a Félix Machín, quien me recibió desde que puse un pie en este gimnasio del Cerro Pelado.

¿Qué ejercicios consideras fundamentales para incrementar el rendimiento, específicamente en el envión?

El envión es un ejercicio de fuerza. Son fundamentales las cuclillas, muchos halones, y otros ejercicios de desarrollo del volumen y musculatura, asociados a la espalda, las piernas, y el pecho fundamentalmente.

En suelo cafetero, Luis Manuel pugnó con 117,06 kg de peso corporal. Ahora, antes de salir al ruedo el próximo día 10 en Ashgabat, pesa 118,5 kg y mide 1,80 m.

Con estas condiciones, sabe que no está a la par de los monstruos de su división, por eso se esfuerza en el entrenamiento, de lunes a sábado con la excepción del jueves. El cubano realiza también varias sesiones de cuclillas con peso, para incrementar su poder de piernas y recortar distancias con sus posibles oponentes.

¿Satisfecho con Barranquilla y esta última etapa de preparación?

No completamente. Hubiese querido ganar mi ejercicio favorito, el arranque. Nunca estoy conforme y siempre voy pa´ arriba y pa´ lante hasta que logre mi objetivo.

En esta última etapa de la preparación buscamos ganar en coordinación. Trabajamos sobre la flexibilidad y la transición de la primera a la segunda parte en cada uno de los movimientos. En lo físico, fortalecimos los planos de mayor incidencia como la espalda baja, las piernas, hombros, aunque trabajamos sobre todos de forma general.

¿Pensaste en algún otro deporte antes de decidirte por las pesas?

Fueron varios: judo, pelota, fútbol y taekwondo. Era muy inquieto, tenía que quemar energías de alguna forma. Las pesas llegaron con la adolescencia y parece que para quedarse. Nunca es tarde si la dicha es buena.

A Luis Manuel lo inscribieron en Ashgabat con una marca de 400 kg. Tanto él como sus coequiperos, Olfides Sáenz y Adriel La O, (división de 81kg e inscritos con 340), pugnarán en los grupos B de sus respectivas categorías, los cuales albergarán a los ubicados pre-competencia entre las posiciones diez y 20.

Luis Manuel Lauret. Foto: cadenagramonte.cu
Luis Manuel Lauret. Foto: cadenagramonte.cu

El futuro de las pesas

“Nuestros varones en Barranquilla superaron sus rendimientos en al menos uno de los dos movimientos. A eso súmale que perdimos seis preseas de oro por un kilogramo. Es indudable que Colombia es el país en América con mejores resultados internacionalmente.

Tenemos que prepararnos para intentar arrancarle algunas medallas a los colombianos en los eventos futuros como los Juegos Panamericanos de Lima, el año próximo. No hemos parado para llegar en forma al Mundial. Este tendrá la novedad de los cambios de división. No hay resultados oficiales y a partir de ese momento, se trazarán estrategias a futuro”, dijo Félix Machín, Jefe del colectivo técnico de entrenadores.

Para confirmar lo explicado por Machín, ejemplificaremos con los estándares de récords fijados para los 81kg y +109 kg, divisiones en las que estarán involucrados nuestros halteristas.

En los 81 kg se fijó el arranque en 170 kg y el envión en 206 kg, mientras en + 109 fue colocado en 210 kg y 250 kg, por ese orden.

Otra novedad es el hecho de que, para poder inscribirse a los Juegos olímpicos de Tokio 2020, el pesista deberá participar como mínimo en seis competencias oficiales avaladas por la Federación Internacional durante el ciclo, y al menos en dos en la misma división en que competirá.

“Tenemos actualmente en la preselección ocho atletas masculinos juveniles de nuevo ingreso, y en el femenino tenemos seis. Eso significó reajustar los planes de entrenamiento y en esta primera etapa se disminuyó la intensidad, potenciando los ejercicios combinados especiales para trabajar la resistencia a la fuerza y la preparación física propiamente”, dijo Machín.

En estos momentos, Luis Manuel entrena con fuerza en Turkmenistán. Superar sus registros de Barranquilla pudiera situarlo entre los diez mejores de su peso, feudo que le pertenece en este 2018 al iraní Behdad Salimikordasiabi (208 kg-253 kg), conocido como el “Hércules iraní”, quien anunció su retiro del elenco nacional a finales de agosto.

En su ausencia, se perfila como posible rey el georgiano Lasha Talakhadze. Él mide 1,97 metros, pesa 166 kg y sus mejores alzadas se colocan en 220 (arranque) y 258 kg (envión), respectivamente.

Habrá que ver cuánto puede aproximarse el cubano a esos astronómicos números. La última medalla de Cuba en lides del orbe fue al cuello de Yoelmis Hernández, en Wroclaw 2013, al totalizar 208 kg en la modalidad también conocida como clean and jerk.