Al término de la primera fase de la Serie Nacional de Béisbol de Cuba, los cachorros holguineros exhibían un balance de 28 victorias y 17 derrotas, y estaban abrazados en el lugar de honor con Ciego de Ávila.

Por obra y gracia de una nueva idea de la Comisión Nacional de Béisbol, según la cual los seis clasificados a la siguiente etapa solo arrastrarían los resultados entre estos, Holguín cayó al fondo de la tabla de posiciones a seis juegos de diferencia del primer lugar.

Ahora, después de efectuados los primeros 13 partidos, los cachorros solo han triunfado en tres, y se han hundido aún más, viendo como se les escapan las posibilidades de clasificar para la gran fiesta de los play off.

Previo a su primer desafío con Industriales en el parque Latinoamericano, Play-Off salió en busca de su director, Noelvis González, para conversar al respecto.

Encontramos a un hombre calmado, reflexivo, e inteligente, quien respondió cada una de las preguntas mientras sus huestes calentaban el cuerpo, pero sin descuidar ni instante todo lo que sucedía a su alrrededor.

¿Qué está pasando con los cachorros?

Realmente, nosotros nos preparamos para 45 juegos. La idea fue jugárnoslo todo en la primera mitad. La forma deportiva de un equipo marca varios picos. Teníamos que clasificar a como diera lugar y nos preparamos para eso.

De 34 partidos ganamos 27, tuvimos un buen final. Es primera vez en la historia que un equipo de Holguín gana 28 encuentros con una estructura de 45. Eso fue un récord, como lo fue también la cantidad de cuadrangulares que dieron los muchachos.

En esta segunda etapa hemos seguido dándole con fuerza a la bola, porque la fuerza es un tema aparte. Pero después del pare de la primera etapa, las cosas cambian, la forma de pensar es otra y la calidad el picheo aumenta.

PLAY BALL: La nueva injusticia de la pelota cubana

¿Estarán afectados psicológicamente por pasar del primer lugar al último, de la noche a la mañana?

No lo creo. Ellos están convencidos que hay que venir de abajo, y eso es lo que se les inculca. Tenemos que pensar en el juego a juego, en el día a día, solo así vamos a poder luchar por la clasificación a los play off.

No culpo al cambio de estructura, no es eso lo que nos ha afectado. Al final empezamos jugando igual que en la primera etapa, perdiendo, y supimos remontar. Es verdad que ahora es más difícil con solo seis equipos, pero no todos los atletas están preparados para esto.

Ahora estamos trabajando mucho en la motivación para salir de este paso, tanto en atletas como en los entrenadores. Tenemos que barrer a los contrarios para poder avanzar porque estamos muy atrás. Esa es nuestra única opción.

Creo que el equipo puede salir adelante, todavía tenemos tiempo. Los más importantes son los juegos con los equipos más pegados a nosotros, como éstos con Industriales. Todos los equipos merecen respeto, pero por algo estamos nosotros aquí.

Nosotros siempre nos vamos a entregar en el terreno, esté el calendario como esté. Hasta ahora hemos dado un buen espectáculo, pero hay que ganar partidos, porque con eso solo no basta.

Maikel Cáceres ha sido uno de los mejores bateadores de la actual Serie Nacional de Béisbol. Foto: Patryoti
Maikel Cáceres ha sido uno de los mejores bateadores de la actual Serie Nacional de Béisbol. Foto: Patryoti

Más allá del cambio de extructura, ¿crees que el bajón de Holguín podía venir aunque hubieran mantenido la primera posición del torneo?

Sí, esta baja del equipo podía venir de cualquier manera. La forma deportiva la habíamos marcado para esa cantidad de microciclos, solo para la primera fase.

¿Fue un error entonces?

No, es que hay que hacer ajustes dentro de la competencia y ya se están haciendo. Los mejores bateadores nuestros, Paumier, Marnolkis, están por debajo. Es notable lo que está ocurriendo.

¿Entonces podemos esperar otro repunte holguinero?

Por supuesto, y no solamente ahora, en cualquier momento. Desde que dirijo este equipo nunca me han dado entre los posibles clasificados, ni entrevistas me han hecho al respecto. Me pronostican del lugar 12 al 16 y sin embargo, en cuatro años he clasificado en tres. Hemos tenido estabilidad. El año pasado no estuve con el equipo por estar en el entrenamiento del equipo nacional. Estuve ausente, pero siempre hemos tenido resultados.

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¿Qué cambios hay que hacer para mejorar nuestro béisbol?

Lo primero es jugar bastante, porque el pelotero se desarrolla jugando. Espero que la Comisión Nacional esté trabajando en eso. Hay que cambiar la estructura y jugar más. También es muy necesaria una liga paralela donde exista un «castigo» para los atletas que no lo hagan bien, un lugar donde poder bajarlo para que mejore sus problemas. Esta estructura no te permite eso, no permite hacer ajustes.

Después de esto, es necesaria una liga donde jueguen concentrados los mejores peloteros, pero con los nombres de los equipos que clasifiquen para no perder territorialidad y espectáculo. Es cierto que serán pocas provincias representadas en ese momento, pero ahí es donde estará concentrada la calidad.

Las provincias que quedaron fuera tuvieron su momento y sus atletas jugaron bastante. Si sacas la cuenta, hoy la cantidad de peloteros que se quedan fuera jugando poco, son muchos. Se quedan en su casa y le damos motivos para que piensen de otra manera, que no tengan motivación, y que se estanquen en su desarrollo.

Necesitamos una liga con un control estricto sobre los atletas, en la cual ellos se vean con la presión de hacer bien las cosas para poder integrar un equipo nacional. Una competencia corta, que sea prácticamente un play off de 25 0 30 juegos y en la que los refuerzos no te representen un problema en tu provincia. Hoy en día es muy duro atenderlos con la mayor eficiencia posible.

¿Estás de acuerdo con la utilización de los refuerzos en una nueva estructura?

Estoy de acuerdo, pero solo en esa liga posterior (liga profesional cubana, liga superior, serie suprema, como quieran llamarle). En la Serie Nacional debe existir un equipo campeón con su nombre y con su gente, que se vea de verdad el trabajo de la provincia.

¿Solo con cambiar la estructura mejorará la calidad de nuestros atletas?

Por supuesto que no, la calidad tenemos que mejorarla, eso viene de atrás, de la base. Aquí se está haciendo trabajo de enseñanza y en la élite lo que se debe es perfeccionar. Los atletas no conocen los fundamentos básicos del béisbol ni siquiera cuando están en un equipo nacional, no conocen a fondo su posición y eso no tiene explicación.

Tenemos que perfeccionar los sistemas de entrenamiento. Los atletas tienen que saber que cuando se hace un entrenamiento es para adquirir una carga que va a ser efectiva. Luego en un campeonato de larga duración, muchas veces no le dan importancia a esto, hay que volverlos a entrenar y lo que están haciendo es desentrenarse. Hay etapas para todo.

El béisbol mejorará cuando todos estemos con el mismo patrón, con la misma línea de trabajo.

¿Cuánta importancia le das a la sabermetría?

Siempre la he aplicado, pero quiero decir que empieza a ser efectiva si el lanzador pone la bola donde va. Muchas veces hacemos formaciones contra determinado bateador, y los lanzadores no pueden poner la bola donde se les pide. En Cuba eso es muy difícil, los lanzadores no tienen comando, no tienen un área específica.

Con respecto a eso hay que buscar un aproximado, pero no puede ser exacto. A veces no se valora que gracias a una formación específica contra un slugger, éste tiene que cambiar su forma de batear y aunque conecte un sencillo, se logró el objetivo porque quizás lo privamos de un cuadrangular en ese momento.

A nosotros nos han estudiado bastante, todos saben que somos bateadores del primer o segundo lanzamiento, que no somos selectivos, que no tenemos una zona específica de bateo. A esto hay que sumarle las diferentes zonas de strikes que tiene los árbitros cubanos. La sabermetría es efectiva cuando se hace con conocimiento y profesionalidad.

Maikel Cáceres, un “cachorro” con huella foránea

¿La sabermetría puede ir en contra del instinto de un director?

Nosotros tenemos un 20 por ciento de instinto, pero en un momento determinado del juego, el instinto puede ser de un 80 por ciento, esto se invierte. No se puede tener un pensamiento mecánico en un partido de béisbol, a veces se va en contra de la sabermetría y se gana el juego.

Tenemos las estadísticas en la mano, son lógicas, pero a veces hay que tener en cuenta la teoría del caos. Hoy estamos jugando en el Latinoamericano. Aquí, por ejemplo, hay una pantalla nueva, eso puede ser un factor de distracción para mis muchachos. Como director hay que manejar esas cosas, mantener la concentración del atleta y hacer un entrenamiento de alta concentración.

Otras cosas como la densidad y fuerza del viento, la conveniencia en determinado terreno de zurdos o derechos, el conocimiento de las propias personalidades de los atletas, su reacción ante determinadas situaciones del juego, etc. no están reflejadas en las estadísticas. Eso tiene que saberlo un director a la hora de tomar decisiones.

Unas palabras para los aficionados holguineros

Primero que todo, darle las gracias por su apoyo. Siempre que salgo al terreno me aplauden, y eso en el beésbol es muy difícil que suceda. El director generalmente carga con la mala, incluso ganando. Yo me siento muy contento por la consideración que me tiene la mayoría y les quiero decir que confíen en los cachorros y se mantengan asistiendo al estadio.

Siempre vamos a ir al terreno con la dignidad y la moral en alto a tratar de hacerlo lo mejor posible en cualquier escenario pensando en nuestra afición que bien que se lo merece.