La tabla de posiciones de la Serie Nacional de Béisbol anda bien cerrada, y la tendencia del campeonato ha sido la paridad y la ausencia de favoritos. Faltan solo tres partidos para que cierre el calendario regular y ya podemos analizar los conjuntos que más posibilidades tienen para pasar directo a la segunda fase de la pelota cubana, sin tener que meterse en la ruleta rusa de los comodines.

La porfía, más allá de posibilidades matemáticas, es entre cinco elencos. Azucareros, Sabuesos, Leones, y Leñadores, tienen las mayores posibilidades al estar en el pelotón de vanguardia, y al depender, solo de sus actuaciones para lograr sus objetivos. Sin embargo, los Tigres de Ciego de Ávila, a pesar de su descalabro en las últimas jornadas (cinco derrotas consecutivas), aún se encuentran apenas a media raya del puesto de tranquilidad.

Lo interesante de esta recta final es que solo Leones y Tigres se enfrentarán entre ellos, y los otros contendientes irán a combates con equipos de menor rango o perdidos en el fondo de la tabla de posiciones, por lo que, a todas luces, parece la pelea felina la que va a definir el último cupo de la clasificación directa.

A los Azucareros de Villa Clara les restan seis partidos (tres con Granma, 2 con Camagüey, y 1 con Matanzas), a los sabuesos holguineros le quedan cuatro (tres con Mayabeque y uno con Pinar del Río), y a los leñadores de las Tunas, tres en casa con los desconocidos matanceros.

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A los Leones les quedan un pleito con las Avispas santiagueras y a los Tigres de Ciego de Ávila otro con Artemisa, ambos con posibilidades de luchar por los comodines.

Despejando la ecuación, todas las miradas están puestas en el estadio Jose Ramón Cepero, donde sin dudas, a partir de este viernes, se filmará una épica película donde la sinopsis habla de reyes históricos, de golpes de estado modernos, y de tristes finales donde muere una bestia en el ruedo.

Industriales se ha coronado 12 veces con ese nombre en Series Nacionales, con la ventaja que es el equipo más longevo en nuestros clásicos domésticos. Sin embargo, los tigres han alcanzado la gloria solo tres veces, pero en los últimos siete años.

Otro detalle a tener en cuenta, si vamos a vivir de la historia,  es que son el único conjunto que tiene balance positivo contra los azules en series nacionales (87 victorias por 79), lo que sin dudas, le agrega un plus a esta contienda que se avecina.

Pero, ¿y el presente? ¿Con que armas reales se lanzarán al diamante estos contendientes?

Los azules llevan su ofensiva como bandera (la mejor de la Serie) con un promedio de bateo de 317, pero su cuerpo de lanzadores tiene deudas con un 4,65 carreras limpias permitidas por juego de nueve entradas. Su defensa es el gran problema, con sus 60 errores y su 963 de average.

Por otro lado, los Tigres no asustan a nadie con sus estadísticas. Tienen un bateo decadente (259 AVE) y un picheo intermitente (4,30 PCL), sin embargo, la clave está en producir en el momento preciso y meter el brazo en los momentos en que el partido lo necesita.

¿Qué va a pasar este fin de semana en la tierra de las piñas?, Nadie lo sabe. Lesiones importantes por parte de los visitantes; un juego errático fuera de su cuartel general; la curva de rendimiento en picada de los anfitriones; la salud mental de ambas escuadras y las ausencias de sus principales lanzadores en esta subserie (Vladimir Garcia por lesión y Frank Montieth por rotación), pueden inclinar la balanza a uno u otro bando.

No hay espacio para los dos en ese grupo de privilegio. Solo queda esperar y pedir el apoyo de sus parciales. Nos vemos en el estadio.

Imagen cortesía de Patryoti