Habrá séptimo juego en esta semifinal. El matrimonio de Víctor Mesa con Vladimir García volvió a terminar en divorcio con la derrota de Industriales, y los tuneros mandaron la serie semifinal al séptimo desafío luego de otra remontada en las narices del pitcheo de relevo habanero.

El empecinamiento de Víctor con el avileño roza el ridículo. Vladimir no ha respondido como el matador que Mesa aspira… pero a Víctor no le bastó con que a la tercera sea la vencida, necesitaba una cuarta. Y Vladimir volvió a fallar.

De nada sirvió la épica del cuadrangular de Eriel Sánchez que vino de emergente a darle un poco de honor a la labor de Misael Villa (7.0 innings, 5 ponches, dos carreras sucias); jonrón que, de paso, arregló lo que había dejado detrás una desastrosa defensa de Industriales que costó las dos primeras rayas locales.

Entre eso y el trabajo arbitral, que bien parecía el VAR del fútbol, donde los oficiales se equivocan y cuando revisan vuelven a equivocarse en un alto por ciento de las ocasiones, el triunfo se fue alejando, unido a cosas de verdadera mala suerte como el largo hit de Mayeta en el octavo o a las lesiones de Yorbert y Acebey.

Adiciónele usted el encasillamiento del mánager azul con Vladimir, toda vez que parecía se la iba a jugar con Freddy Asiel para liquidar, y tendrá usted una victoria rotunda de Las Tunas, en un choque donde se reclamó demasiado y, esta vez, los titubeos perjudicaron al visitante en todos los sentidos.

A juicio de este redactor, la jugada de la tercera entrada no fue interferencia, pues es muy difícil que Sánchez hubiera planificado en medio de su inercia aérea meter la mano ante el brazo de Ayala (y lesionarse de paso) para evitar el tiro de un jugador que se ha visto con graves problemas de pivoteo en esta subserie, pero la apelación decidió otra cosa.

En el quinto las carreras de Las Tunas llegaron por la debacle de la defensa que mejor había jugado en todo el play off, destacándose la pifia de Frank Camilo en una situación de la que se pudo haber salido enfrentando al bateador sin tener que tentar tanto a la suerte en un tipo de lance que es demasiado arriesgado. Ya el receptor tenía la de cal, pero fue a por otra y se llevó la de arena.

VM 32, reclamó en ese mismo lance que la bola no era para declararla muerta, pues no se había metido en el banco y la repetición muestra que, en efecto, tenía razón el mandamás. De nuevo el poder de los “imparciales”, devorados por un Mella rugiente, falla a favor de Civil, amén el esfuerzo de Malleta. La otra discusión de si una vez la bola muerta el hombre debía anotar, resultó totalmente fútil.

El relevo del mejor matador de nuestras Series Nacionales, José Ángel García (derecha), volvió a ser impecable. FOTO: István Ojeda.

En el octavo, luego de esa verdadera casualidad de que la pelota bateada por Malleta pegara y regresara dejando en hit un home run que habría sido el clavo en el ataúd de los locales, se produce la situación del foul-fair de Stayler. El árbitro de primera dice buena y el de home para y llama a reunión, todo para atrás luego de una nueva medida que impidió que Industriales anotara una cuarta y llegara 4×2 en la pizarra al octavo. De lágrimas nuevamente el asunto. Ya incluso se llegó a pasar por encima de una decisión previa para decretar otra cosa.

Quizás lo que de veras liquidó a los Leones de nuevo fue volver a dejar hombres en circulación en momentos clave, como ese del octavo episodio, donde la casualidad y el slump de Stayler volvieron a ligarse para, más tarde, dar paso al consabido espacio que deberíamos dedicar para hablar de la actuación de Vladimir García.

Reconocer nuevamente al bateo de los tuneros, poderoso como siempre y capaz de sacudirse el predominio del pitcheo abridor de Industriales para caer, muy despiertos y con bríos renovados, sobre los acomodadores y cerradores. Si Yordanis Alarcón, Johnson y Viñales despiertan hoy, será muy difícil doblegar a una tanda que llegará, otra vez, con el ánimo por las nubes.

Nota al pie: Elder Nodal volvió a salir y dominó la entrada. ¿Por qué no vino directamente a relevar a Villa, o trajeron a Freddy para que se encargara de cerrar? ¿Por qué pensar en el séptimo juego si pudo haber ganado en el sexto? Ya me lo decía el colega Andy Vargas: “el béisbol es misterioso”. Pero parece que el manager capitalino está embrujado.

Dicen que en el ochenta por ciento de las ocasiones el equipo que gana el quinto juego avanza a la final del campeonato. Lo que no sé ahora es si el que llega con ventaja y pierde el sexto logra salir del hueco para ganar el séptimo en casa del rival.

LO MEJOR:  Jose Ángel García

LO PEOR: la defensa Azul, los árbitros, el pitcheo de relevo y una larga lista de etcéteras

LO PREOCUPANTE: la lista de lesionados de Industriales

EL MÁS VALIOSO: José Ángel García

Imagen cortesía de István Ojeda Bello
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