“Veneno”, uno de los más pintorescos fanáticos de Industriales, se me plantó delante en uno de los pasillos del Latino el pasado viernes a mitad de juego contra Pinar del Río. “Cuatro a cero están ganando los Astros. Yulieski le dio jonrón a Darvish”, dijo emocionado. “Me llamó un socio que está por la Calzada del Cerro viendo el juego con la gente del barrio, pero yo tenía que venir pa’cá a ver a los Leones, sabes que soy fiel”, aseguró.

Como él, miles de cubanos siguen la Serie Mundial de MLB en vivo por distintas vías, algunos en casas clandestinas con antenas clandestinas, o en hoteles y bares ya no tan clandestinos, y otros mediante socios con internet que les relatan los destinos de los partidos en Houston o Los Ángeles. Pero la fiebre de MLB no es solo cuestión de los aficionados, se extiende hasta los diamantes de la Serie Nacional y contagia a los peloteros de las novenas involucradas en la segunda ronda del torneo doméstico, quienes siguen al pie de la letra una Serie Mundial con sabor especial.

Frank Camilo Morejón, receptor de Industriales, aseguró a Play Off que “ver esos juegos motiva, porque estamos frente a los mejores, estamos observando el máximo nivel, y hay cubanos ahí. La satisfacción es tremenda, más allá de que ellos hayan tomado la decisión de irse de aquí, eso hay que respetárselo. Ya te digo, lo importante es que son cubanos y están demostrando el talento de los cubanos en el mejor béisbol del mundo. De una forma u otra ellos nos representan, alzan nuestra bandera”.

Víctor Mesa, manager de los Leones y hombre que nunca ha ocultado su reconocimiento a la MLB como la mejor pelota del mundo, apuntaló la idea y me señaló lo mucho que han cambiado las cosas.  “En los tiempos de nosotros, hace 20 o 30 años, ni se pensaba en eso de ver Grandes Ligas, pero ahora es diferente, ha cambiado la mentalidad. A los peloteros, por ejemplo, les encanta la MLB, cuando hay juegos no se ven ni en el lobby, todo el mundo tranca’o en sus habitaciones. Y eso no es malo, al contrario, la MLB es una fuente de motivación y aprendizaje”.

Puig ha sido uno de los máximoa animadores de esta Serie Mundial de 2017, dentro y fuera del terreno.
Puig ha sido uno de los máximos animadores de esta Serie Mundial de 2017, dentro y fuera del terreno.

Sin embargo, Frank Camilo cree el proceso de transmisión de MLB ha avanzado demasiado lento en territorio antillano. Algo contradictorio en un país en el que, por pura idiosincrasia y peso cultural, debería consumirse béisbol de cualquier rincón del planeta.

“Aquí otros deportes han acaparado la atención porque se transmiten todo el tiempo, sobre todo el fútbol. Y yo digo, si ponen la Liga Española, la Champions y torneos de otros países, qué impide pasar también la pelota. Honestamente, creo que si en la cartelera aparecieran más partidos de MLB recuperaríamos parte del terreno perdido en cuanto a la popularidad del béisbol”, segura Morejón.

La evidencia más clara de que el nivel de expectación puede crecer en Cuba solo con una pequeña muestra de la mejor pelota del mundo la encontramos, justamente, en el Latinoamericano. Adelfo González, un veterano con más de 50 años apostado en los muros del Coloso del Cerro, me interrumpe cuando hablamos sobre la Serie Mundial.

“Mira el estadio. Ayer pusieron el segundo juego de los Astros por la tarde, y después vinieron para acá más de 20 mil personas a ver a Erlis Casanova contra Noelvis Entenza, y hoy están aquí para dispararse a Montieth y al chamaco Cousín, que es bueno de verdad.

“Eso te demuestra que cuando la gente puede sentarse en su casa a echarse aquello, luego se embulla, se acuerda de lo que significa el béisbol en su vida y viene a consumir su vino; amargo, pero su vino. A la MLB no hay que tenerle miedo, es la misma pelota, más fuerte, más profesional, más bonita… pero pelota al fin, y el cubano, con eso, se vuelve loco”, dice Adelfo mientras se vira una gorra de Industriales desteñida con años de uso.

¿Y no te gustaría verlo en vivo?, le pregunto. “Claro –sonríe–, pero no puedo darme el lujo de pagar por ver un juego de pelota; por eso tiene tanto valor que lo pongan por la televisión. Mucha gente se queja de que no lo están tirando en vivo, pero si hace dos semanas cualquiera me decía que Rodolfo iba a narrar la Serie Mundial por Tele Rebelde, unas horas después de los partidos, con Yulieski y Puig en el terreno, yo me reía en su cara.

Gurriel acumula tres dobletes y dos jonrones enesta Serie Mundial. FOTO:EFE.
Gurriel acumula tres dobletes y dos jonrones en esta Serie Mundial. FOTO:EFE.

“Eso era un sueño, pero uno lejano, como el de ver a todos esos peloteros de nuevo con el traje del Cuba, en un Clásico o unas Olimpiadas. Sin embargo, se cumplió, y ahora lo importante es seguir viendo a los Dodgers y a los Astros, da igual si lo transmiten un día después, o si lo dan a las doce del día o de madrugada, siempre un grupo grande lo va a ver”, cree Adelfo. “Es una lástima que no estén los Yankees ahí, ya eso sería lo máximo”, dice.

El sentir de estos fanáticos que le dan vida y forma al pasatiempo nacional lo resumió el propio Frank Camilo Morejón: “La gente en Cuba está sedienta por ver MLB, y con estas transmisiones gana el espectáculo y gana la afición del béisbol, mucho más ahora que los peloteros nuestros triunfan allí”.

Así también lo ve Donal Duarte, capitán de los Vegueros, quien valora mucho tener la oportunidad de acercarse a un suceso que está en boca del mundo entero. “Nosotros, en particular, tenemos motivos fuertes para seguir los partidos, porque hay cubanos jugando, hay cubanos que son nuestros amigos y lo están haciendo súper bien. Eso es sinónimo de alegría y orgullo desde el Cabo de San Antonio a la Punta de Maisí”.

Imagen cortesía de FOTO:EFE.
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