En la segunda mitad de la pasada década de 2010, las Series Nacionales categoría Sub-23 fueron vitales para el desarrollo de varias generaciones de peloteros en el béisbol cubano.

Desde la primera edición en 2014, prospectos de un altísimo rango como Luis Robert, José Adolis García, Randy Arozarena y Lourdes Gurriel Jr., quienes han logrado establecerse e impactar en las Grandes Ligas, se foguearon con sus respectivos equipos provinciales. Luego de apenas seis campeonatos—todos entre 2014 y 2019—, una buena parte de los equipos de la Serie Nacional revitalizaron sus fortalezas, lo que demostró la importancia del torneo como eslabón clave en el desarrollo de peloteros jóvenes.

A partir del próximo 2 de agosto comenzará la séptima edición de la Serie Nacional Sub-23 del béisbol cubano, estrenando un calendario de apenas 15 partidos, todos distribuidos entre cuatro grupos:

Grupo A: Pinar del Río, Isla de la Juventud, Artemisa y La Habana.

Grupo B: Mayabeque, Matanzas, Cienfuegos y Villa Clara.

Grupo C: Sancti Spíritus, Ciego de Ávila, Camagüey y Las Tunas.

Grupo D: Holguín, Granma, Santiago de Cuba y Guantánamo.

En 15 juegos durante la venidera temporada regular de 2022, es casi imposible que sea quebrada alguna de las marcas reinantes en la historia del evento, sobre todo estos cinco récords irrompibles:

1- 49 Carreras Impulsadas en 2019 — Ronney Muñiz (Matanzas)

Parecía que el récord se quedaría en oriente, ya que el outfielder santiaguero Yeri Martínez fue el primer bateador en la liga que sobrepasó la marca de 40 remolcadas, registrando 41 en 2016. Al año siguiente, Lionard Kindelán empujó 45, ampliando el récord nacional, y en 2018 Marlon Serrano marcó 44 CI. Durante tres temporadas en fila, Santiago de Cuba contó con los únicos bateadores que superaron la barrera de las 40 empujadas en 36 juegos.

El récord de 45 lucía intocable, hasta que Ronney Muñiz reventó la liga en 2019. Las 156 visitas al plato del slugger matancero fueron suficientes, y sus 49 impulsadas no sólo quebraron la imponente marca de Kindelán: agregaron aún más probabilidades de ser irrompible, al menos en el formato de 36 juegos.

El otro punto significativo aquí, es que la producción ofensiva de Muñiz no pudo ser mejor repartida contra los tres rivales de su equipo en el Grupo B: Cienfuegos, Mayabeque y Villa Clara.

Las 49 remolcadas de Muñiz, fueron repartidas de forma equilibrada:

17 CI vs. Mayabeque

16 CI vs. Villa Clara

16 CI vs. Cienfuegos

2- 11 jonrones en 2017 — Lionard Kindelán (Santiago de Cuba)

Durante toda la edición de 2017, el poder de Kindelán Jr. dominó la liga Sub-23 con un impacto semejante al del swing de su padre Orestes Kindelán, líder en jonrones de todos los tiempos en Series Nacionales. Lionard bateó 11 jonrones, y agregó dos más en los playoffs, para un total de 13 en 181 apariciones al plato. Su frecuencia fue de un bambinazo por cada 13.9 comparecencias a la caja de bateo, y remolcó 54 carreras en 42 juegos con las Avispas de Santiago de Cuba, quienes se convirtieron en bicampeones nacionales aquel año bajo el mando del manager Eriberto Rosales.

Kindelán destrozó el picheo de los Indios de Guantánamo con cinco jonrones en apenas 30 veces al bate, tres de ellos ante los lanzamientos de Orlenis Gainza. Curiosamente, el slugger de las Avispas conectó todos sus jonrones por el left (10) o la zona del center (3), contando la temporada regular y los playoffs. Así distribuyó cada conexión de jonrón ante sus rivales:

5 HR vs. Guantánamo

3 HR vs. Granma

2 HR vs. Las Tunas

1 HR vs. Holguín

3- Tres temporadas produciendo .600 slugging o más — Norel González (Villa Clara)

Después de jugar su primer torneo en la categoría Sub-23 con Matanzas, Norel González probó suerte continuando con Villa Clara. Había tenido un gran torneo en la primera edición del Sub-23 en 2014, cuando produjo .819 OPS, con 3 HR y 25 CI en 124 viajes por el plato. Sin embargo, sus siguientes participaciones no tuvieron comparación con cualquier bateador en la historia del torneo Sub-23: Norel registró al menos .600 slugging en las temporadas de 2015, 2016 y 2017, sus últimas tres vistiendo el traje de los Leopardos de Villa Clara. Sus slugging de .660, .662 y .660 siempre fueron impulsados por un alto equilibrio en la producción de extra bases, partiendo de un punto clave: su swing agitó picheos a tal nivel, que logró promediar .411 BABIP (Average de Bolas Puestas en Juego) durante sus últimas tres campañas (2015-2017). Entre sus 54 extra bases, se incluyeron 27 dobles, nueve triples y 18 jonrones, además de 98 sencillos que también influyeron en sus inigualables sluggings.

Las 97 bases recorridas por hit (TB) de Norel en 2015, aún sobresalen como el récord vigente en toda la liga, tras romper la marca de 77 impuesta en 2014 por el antesalista camagüeyano, Henry Quintero.

4- 16 veces impulsó el empate o la ventaja (VIEV) — Frank Raúl González (Pinar del Río)

El primer récord de empujadas del empate o la ventaja (VIEV), fue del artemiseño Omar Hojas, quien lo hizo 11 veces en 2014. Al año siguiente, el camagüeyano Luis Antonio González superó por un punto la marca, llegando a 12. Y, dos temporadas después, el pinero Rubén Soto remolcó 15, lo que parecía prácticamente inalcanzable. Sin embargo, el breakout de Frank Raúl González con Pinar del Río en 2019, rompió todas las marcas anteriores, cuando logró 16 empujadas en situaciones de clutch, que le ofrecieron el empate o la ventaja a los Vegueros. González dio un salto definitivo, consiguiendo duplicar en apenas 160 visitas al plato las siete impulsadas “cruciales” que acumulaba en 239 comparecencias durante sus primeras dos temporadas de experiencia. Las 16 VIEV de Frank Raúl en 2019, aportaron el 35% de todas las que remolcó Pinar del Río en 36 juegos.

5- 45.2% porcentaje de corredores impulsados desde posición anotadora — Rigoberto Gómez (Isla de la Juventud)

Durante toda su carrera en categorías escolares, Rigoberto Gómez fue un bateador sobresaliente en el centro de las alineaciones de los equipos de Ciudad Habana entre 2007 y 2010. Luego logró integrar la selección de Metropolitanos y, aunque tuvo poca oportunidad de jugar, fue un paso importante en su carrera. Aun así, Rigoberto necesitaba desarrollarse, razón por cual se trasladó a Isla de la Juventud para obtener una oportunidad como titular en la alineación.

La primera señal de su progreso fue cuando implantó récord con 45.2% de corredores impulsados desde posición anotadora, una marca que ha sido imposible de superar en las seis campañas de la Serie Nacional Sub-23.

“Rigo” Gómez empujó a 19 de los 42 corredores que encontró a 90 o 180 pies del plato, y sólo Orlando Santos, intermedista de Cienfuegos en 2017, ha sido el único bateador calificado que superó el 40%, produciendo 42%.

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