Yasiel Puig ha vuelto a ser feliz dentro y fuera del terreno: a su renacer deportivo en la Liga Coreana que lo tiene peleando por un título, el beisbolista cubano ha unido un proceso de cambio personal que le ha permitido “tomar el control de su vida”.

Su gran rendimiento ha sido importante para que su equipo, los Héroes de Kiwoom, esté disputando la Serie Coreana, empatada a un juego por bando en estos momentos.

Pero parte de ese desempeño de quien fuera un fenómeno entre los peloteros cubanos en la MLB se debe a que, como confiesa, pidió ayuda a especialistas, después de que fuera muy criticado y calificado como “problemático”.

“Este año, después de llegar a Corea con la ayuda de mi nueva agente, obtuve los tratamientos que necesitaba. Hubo cosas malas durante mucho tiempo conmigo, pero nunca supe de estas cosas, porque en Cuba algunas ni siquiera se conocen y dicen que eres débil o no eres un hombre si vas al médico, esa era mi mentalidad. En los EE. UU. ningún equipo dijo que buscara ayuda, así que pensé que era yo, que estaba roto y no podía arreglarlo. Pero mi agente trabajó duro conmigo, ella era la única que no me tenía miedo, como otras personas”, arrancó Yasiel Puig.

El Caballo Loco, noticia muchas veces por situaciones más allá del deporte, recordó que “muchos atletas provienen de países muy pobres, pasan por cosas que otros tal vez no pasan, por lo que es importante pedir ayuda. Es tan simple y, sin embargo, nadie tiene la paciencia o tal vez no quiere ayudarte a obtener ayuda”.

Pedir ayuda y enfocarse en el béisbol para reencontrar el camino han hecho que Yasiel se haya visto muy bien en su temporada en Corea y que llegara como una figura decisiva a los playoffs.

En días recientes, con otro jonrón kilométrico y en día perfecto, fue la gran figura de los Kiwoom Heroes y los envió a la Serie Coreana para pelear por el título, en unos playoffs en los que ha desplegado todo su poder y ha bateado a sus anchas.

Puig señala que los atletas, y cualquier persona en general, pueden necesitar de ayuda en un momento de su vida y pedirla puede significar la diferencia entre el fracaso o el triunfo.

“Ahora puedo ser feliz y no lastimarme más. Hay mucho más trabajo por hacer, pero ahora sé que hay ayuda y toda mi vida es diferente. Los atletas necesitan tener buenas personas a su alrededor que se preocupen y no tengan miedo de decirte las cosas, incluso si son difíciles. Tengo suerte de que todavía soy joven y puedo vivir mejor y tratar de hacerlo mejor y tomar el control de mi vida”, afirmó.

Para un Puig que enfrentó críticas y períodos de altibajos en los últimos años debido a sus conductas dentro y fuera del terreno, esta temporada en la KBO, al menos en lo ofensivo, provoca ilusiones entre los seguidores del béisbol cubano.

Será una incógnita lo que sucederá con su carrera en los próximos meses. ¿Seguirá en KBO? ¿Se mudará a NPB? ¿Regresará a México o, puede ser visto por un equipo de MLB?

Pero, más allá de lo deportivo, para Yasiel Puig, su renacer ha sido un triunfo personal que envía un mensaje poderoso para todos.

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