Falta de cualquier atracción, la Serie Nacional de Béisbol está próxima a cerrar la clasificación a la postemporada, en la que la mitad de los equipos tiene nombre y otros cuatro buscan colarse en los play-off.

Pinar del Río, Granma, Santiago y Las Tunas tienen su puesto garantizado, por lo que la duda recae en otras selecciones que pudieran llegar sin complicaciones.

Con similar balance 39-33, tres equipos discuten los boletos a la postemporada. Se trata del subcampeón actual: Industriales, además de Matanzas y Ciego de Ávila.

Si bien es cierto que este trío de selecciones no parece tener problemas para avanzar, el octavo puesto todavía es una duda, pues Sancti Spíritus, Guantánamo y Villa Clara luchan por hacerse con esa virtual última plaza.

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Más allá de un equipo u otro, la Serie Nacional cubana necesita de un lavado de cara radical, pues bien conocidos son los altibajos y la constante polémica que ha tenido esta edición del torneo.

De un escándalo a otro, la temporada beisbolera en la isla encuentra el desagrado de la mayoría de aficionados, lo que se traduce en una discreta presencia de público en los estadios.

Los marcadores desproporcionados y la falta de competitividad equilibrada han socavado la emoción y el interés de la audiencia.

La pasión por el deporte rey en Cuba ha sido históricamente una fuerza vital, pero se ve obstaculizada por la brecha entre las expectativas y la realidad de lo que la Serie Nacional ha logrado ofrecer hasta el momento.

Sumado a ello, es fácil darse cuenta de la poca motivación de los propios peloteros.

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