Un amigo me comentó que “nunca había visto a Cuba perder a pantalla dividida”, y eso fue de lo que vivimos la semana pasada en la actuación cubana en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Barranquilla 2018.

Béisbol y baloncesto femenino —dos de las plantillas “seguras”— se dieron la mano para proporcionarnos el trago amargo de perder dos medallas de oro que, a priori, parecían cosa simple: la primera era más añorada y traída por los pelos que palpable, la segunda, amparada por la supremacía regional de las nuestras.

Pero la pelota perdió la posibilidad de coronarse con par de derrotas consecutivas, luego de hacer un torneo donde de antemano se sabía que los resbalones iban a costar caro. El resultado de la Serie Especial, del juego entre ellos y el desgaste final fue una medalla de plata que clasifica al elenco para los panamericanos de Lima 2019, pero nunca fue el objetivo: ganar el torneo más importante del año en cuanto al deporte de las bolas y los strikes. Victoria pírrica dirán algunos… derrota en toda la línea, pienso yo.

Además, el mismo día que se esfumaban los chances cubanos de coronarse en los predios del estadio Edgar Rentería, las chicas del deporte ráfaga firmaban su peor actuación. Y a qué hora, nada más ni nada menos que contra una Colombia a la que habían derrotado con facilidad 66-51 en la fase preliminar. El marcador final de 67-65 en la discusión del metal dorado no refleja la realidad, que presentó a un seleccionado cubano jugando de la peor manera posible, incluso cuando habrían podido empatar a falta de 5 segundos para el final: balón lanzado a lo loco, interceptado por una rival. Pérdida de concentración, error, derrota.

La derrota cubana en el baloncesto femenino fue una desagradable sorpresa. FOTO: Tomada de CNN.

En el 3×3 tampoco se dio la clarinada, pues en la fase de clasificación las criollas habían vencido a las morochas por 21-16 y luego en la discusión del oro cayeron por el mismo marcador, un deja vú de lo acontecido ante Colombia en la otra final.

Igualmente, las féminas en el voly de sala femenino firmaron una actuación decepcionante al conseguir un solo triunfo ante Costa Rica, luego de caer ante Dominicana, Venezuela, México y ¡Trinidad y Tobago!, para quedar sin opciones. En el sector masculino las noticias van siendo más halagüeñas, pues se han logrado dos triunfos en dos salidas, pasando escoba 3-0 a México y Venezuela.

Si en Barranquilla 2018 ya no toca aspirar a la cima del medallero, esperemos que al menos sirvan estos Juegos para repensarnos la situación actual de los deportes colectivos. Algo debe hacerse, y urgente, si queremos sacarlos del hoyo en que hoy se encuentran.

Para ir cambiando de notas, ambos seleccionados de hockey sí lograron imponerse, en ambos casos ante México. Las chicas se sacaron la espina de la derrota inicial ante las aztecas, mientras los varones igualmente se repusieron de la caída inicial ante Trinidad y Tobago para traer una medalla que ayuda a barnizar la actuación de los colectivos antillanos.

Los equipos cubanos de hockey sobre césped, en ambos sexos, se impusieron en la discusión del título. FOTO: Ricardo López Hevia, tomada de Cubadebate.

Pero lo cierto es que las notas reconfortantes han llegado desde las actuaciones individuales. Manrique Larduet y Marcia Vidiaux se colgaron cinco metales dorados al cuello en las competencias de gimnasia, lauros importantes si tenemos en cuenta que estaban compitiendo contra mexicanos y colombianos, muy fuertes en esta disciplina. Estos atletas son de los que pienso necesitaban estas medallas para despegar su confianza y disparar mejores actuaciones en eventos futuros.

Pasando de la gimnasia a las estocadas, Seyli Mendoza ganó su final en la espada individual femenina al batir a la jamaiquina Caitlin Nicole Chang por 15-10; al tiempo que Reynier Henrique Ortiz lo hacía en la misma arma por 7-6 ante Francisco Limardo Gazcón, de Venezuela. Interesante el resultado de Reynier, quien para batir a Gazcón debió derrotar a su compatriota Yunior Reytor, primera figura cubana en esta arma.

En la lucha grecorromana Luis Orta ganó el oro en los 60 kg al vencer por superioridad 8-0 al mexicano Emilio Pérez, le imitó Ismael Borrero en los 67, Ariel Fiss en los 77 y Daniel Gregorich, en los 87 kg, al tiempo que el subcampeón olímpico Yasmany Lugo tuvo que conformarse con la medalla de bronce.

Yarisley Silva, además del oro, estampó nuevo récord para los Juegos Centroamericanos y del Caribe. FOTO: Calixto N. LLanes, tomada de Cubadebate.

Yarisley Silva impuso récord para los Juegos y ganó el oro del salto con pértiga, con 4.70 metros, en lid que fue acompañada en el podio por Robeilys Peinado (4.50) y la igualmente cubana Lisa María Salomón (4.10).

Softbol, balonmano, boxeo, bádminton y polo acuático femenino sumaron victorias igualmente, en jornada donde el quinteto cubano de gimnasia artística Melissa Kindelán, Elaine Rojas, Claudia Arjona, Danay Utria y Anisleidy Chirino se subtitularon en el acumulado por equipos.

Ya va quedando cada vez menos tiempo, y menos preseas en disputa. Baranquilla 2018 terminará el próximo 3 de agosto y, pero por lo que se ve, el despegue de México se antoja casi inalcanzable. Las más de 100 medallas de oro que ubican a los aztecas en el primer lugar del medallero, ya van dando la medida de que nuestro país puede caerse de la cima, luego de décadas de hegemonía. Pero eso ya será material para otro comentario.