Luis Giraldo Casanova, considerado uno de los mejores beisbolistas cubanos de la historia, vivió anécdotas con scouts que pretendieron firmarlo en sus salidas con los poderosos equipos nacionales al exterior. Incluso, afirma el pelotero, llegaron a ofrecerle un cheque en blanco, algo que siempre se le atribuye a otra leyenda como Omar Linares.
Durante su histórica carrera con los seleccionados nacionales, Casanova recibió ofertas de parte de ojeadores, como ocurrió con varios otros jugadores de la isla, codiciados por sus enormes condiciones para este deporte.
Sin embargo, la oportunidad de llegar al béisbol estadounidense nunca fue un plan para El señor pelotero, aunque como contó a esta revista en una emocionante entrevista, las oportunidades no le faltaron.
“Al único que le ofrecieron un cheque en blanco fue a mí, en 1981, cuando gané la triple corona. Ahí, fue el primero y también en 1985, en la Copa en Canadá. Le dije al hombre: ‘yo no sirvo para eso, porque tengo los padres míos allá, y a mí me gusta estar allí y compartir con la familia. Además, si me quiero tomar una cerveza me la tomo y valen 60 centavos, así que conmigo es por gusto’. Le viré la espalda y me fui”, cuenta Casanova en su diálogo.
Su historia beisbolera estuvo profundamente vinculada con Omar Linares, con quien compartió en numeros conjuntos nacionales y de su provincia natal, Pinar del Río. Precisamente, esta pareja de beisbolistas cubanos vivieron juntos una de esas situaciones con los scouts durante un evento internacional.
Luis Giraldo Casanova: “al único que ofrecieron un cheque en blanco fue a mí”
“En 1985, que es cuando comienza Omar Linares, a quien cambiaron de los juveniles al equipo grande, me dijeron: ‘tú respondes por él’. Ya en Canadá, vino el mismo tipo, estábamos sentados en las gradas esperando que terminara el juego, y me pregunta: ‘¿por fin, Casanova? ¿Te decides?’. Le respondí: ‘te dije hace cuatro años que no servía para eso, así que conmigo terminaste, no tienes que hablar más nada’. Me dijo que iba a conversar entonces con Linares, a quien conocían por haber ido a tres mundiales juveniles. Cuando va caminando para donde está Linares, este le dice: ‘a mí no me preguntes ni me digas nada; lo que te dijo ese, es lo que te voy a decir yo, así que conmigo no tienes que hablar tampoco”, recordó el Señor Pelotero.
Él mismo Omar ha contado también sobre estos frecuentes acercamientos que vivían los peloteros cubanos. En su caso, el Niño Linares habló sobre el supuesto cheque en blanco que le habrían ofrecido a él.
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