Después del escandaloso proceso de separación del seleccionado nacional de voleibol cubano, la talentosa atacante cienfueguera Melissa Vargas, de 18 años, ha transitado con suerte por varios clubes de primer nivel en el mundillo de la malla alta. Y ahora, el Fenerbahce turco cuenta con ella para conseguir todos los títulos en disputa esta temporada, en especial la Liga de Campeones de 2019.

A finales de 2016, la cubana sufrió una lesión en el hombro que la separó de la competencia, y que luego se vería agravada, hasta ser sometida a proceso quirúrgico y rehabilitación. Desde 2015, Vargas estaba contratada—bajo la anuencia de la Federación Cubana de Voly—en el equipo checo VK Prostejov, donde ganó la Liga y la Copa Checa.

Pero una crisis entre la jugadora y la federación se inició durante el proceso de recuperación, cuando los padres se oponen a los términos de la escuela y la trasladan bajo su responsabilidad a su hogar en la provincia cubana de Cienfuegos. Ante este acto de “desobediencia”, la Federación la separó cuatro años. La sanción entró en vigor desde enero de 2017, la cual incluyó la baja de toda alta competición e, incluso, la rebaja de categoría.

Mundial de Voleibol: el difícil camino de Cuba

La salida de la Isla de la joven atacadora sucedió a la par que el anuncio de contratación del club suizo Volero Zúrich, cuya directiva calificó a la cubana como: “una jugadora que aparece una vez cada diez años. Estamos muy contentos de que ella vea su futuro deportivo aquí”.

Una vez en Suiza, Melissa Vargas—hasta ese entonces la principal joya del voleibol femenino cubano—dijo que veía finalmente su carrera deportiva como jugadora profesional: “Estoy muy orgullosa de poder continuar mi desarrollo con un club internacionalmente reconocido”.

Allí también declaró sobre su pasado con la Federación Cubana que no tenía excusas. “Tengo mis metas y estoy dispuesta a trabajar duro para convertirlas en realidad “, aseguró por esos días.

Pero el avance de Melissa no se detuvo en el club suizo. En julio de este año, el prestigioso club turco, Fenerbahce, anunció en sus redes la llegada de la jugadora cubana, deseándole éxito en los “Ángeles amarillos”, como se le llama al team. El nuevo DT del famoso equipo turco, Zoran Terzic, también comentó sobre la nueva adquisición para la temporada que se avecina, y dijo que la llegada de la cubana fue una solicitud especial.

“Melissa es una joven talentosa y estamos muy esperanzados con ella. Fue una transferencia que queríamos específicamente. Creo que sorprenderá a la comunidad de voleibol de una buena manera. Un talento muy nuevo, pero también un nombre que todo el mundo busca. Estamos muy contentos de traerla a nuestro club”, refirió a la web oficial del club, el manager Terzic.

En Turquía, Melissa impresionó desde que en 2015, durante su paso por el club checo, le marcara al Eczacibasi VitrA Istambul, 32 puntos, que ostentaba entonces el título de la Liga de Campeones del Voly. Desde entonces, el Fenerbahce puso los ojos en la joven, hasta que finalmente consumó su aspiración de tenerla en sus filas. Melissa, quien cumplirá el próximo 16 de octubre, 19 años y que mide 1,93, lucirá el dorsal 9.

Desde el 29 de septiembre, sus antiguas compañeras, juegan el Mundial de la disciplina en Japón, en un difícil grupo que incluyen a China, Italia, Turquía, Bulgaria y Canadá, y donde ya la Federación advirtió que solo iban a buscar foguearse. Seguramente muy pronto, también vista los colores de otro seleccionado nacional, lo cual es un golpe duro para el voleibol cubano.