Esta vez no hubo sorpresa, pues el conjunto favorito cumplió con las expectativas y terminó coronándose: de punta a cabo, los Astros de Houston fueron el mejor equipo del nuevo circuito y, después, el mejor en la postemporada.

“Eso no lo podemos decir nosotros”, respondió el lanzador Lance MCcullers Jr., cuando le preguntaron si los Astros crearon una especie de dinastía. Lo cierto es que la respuesta puede ser diversa, pero, lo que no podemos hacer es tapar el sol con un dedo: los siderales han vivido una época especial e histórica.

Si necesitas una muestra para entender eso pues analiza lo siguiente: en este siglo, los Astros son el único conjunto que ha llegado seis veces seguidas a la Serie de Campeonato, y en dos de estas, terminaron ganando la Serie Mundial. La consistencia y la excelencia han sido las claves principales.

Tampoco olvidaremos lo que hicieron en el 2017 cuando ganaron su primer título, pero lo pagaron caro y principalmente, mancharon esa parte de su historia. “Pagamos nuestro castigo, nos levantamos y seguimos adelante. Al fin y al cabo, lo que sucedió es parte de la historia y no se puede excluir”, dijo el propietario Jim Crane cuando quedó campeón por segunda ocasión. 

En parte, Crane tiene razón, no puedes vivir de los errores, al contrario, se deben rectificar para no repetirlos. Por eso despidió a Jeff Luhnow (gerente general 2011-2019) y A.J Hinch (mánager 2015-2019) tras conocerse públicamente el escándalo. Jim debía comenzar una nueva era, pero al mismo tiempo, tenía que mantener el carácter competitivo.

Desde que Dusty Baker Jr. tomó las riendas de los siderales en el offseason del 2020-21 solo ha hecho una cosa: ratificar que son el mejor plantel de la Liga Americana. En dos de las tres temporadas bajo el mando de Dusty, el equipo llegó a la Serie Mundial.

Desde 2020, los Astros son el conjunto con el segundo fWAR más alto de sus bateadores (69.1) y, al mismo tiempo, registraron el tercer fWAR más alto de los lanzadores (50.1). Por si fuera poco, terminaron con la segunda mayor cifra de DRS (Carreras defendidas salvadas 165) y de OAA (Outs por encima del promedio 77). En general, han sido buenos en todos los aspectos.

Varios momentos marcaron la postemporada de los Astros, entre ellos, sobresalen el segundo no hitter en los anales del Clásico de Otoño; un juego de 18 entradas; el walk-off de Yordan Álvarez y el batazo de tres carreras que permitió remontar el sexto juego de la World Series, también conectado por el tunero.

El playoff de Houston estaba destinado a ser especial desde que remontaron el primer encuentro de la Serie Divisional cuando perdían 6-3. Los Marineros estaban a un out de la victoria, pero Jeremy Peña conectó un sencillo. Con corredores en segunda y primera base, Yordan llegó al cajón de bateo.

Scott Servais quiso que Robbie Ray enfrentara a Yordan, especialmente porque era zurdo. La apuesta salió mal: Álvarez acabó el juego con un monstruoso jonrón y la sinker aterrizó en la grada del jardín derecho a 438 pies del home. Muchas personas catalogaron el batazo como el walk-off más impresionante desde el cuadrangular de Kirk Gibson para terminar el primer juego de la Serie Mundial de 1988.

No obstante, 24 horas más tarde, Yordan lideró otra remontada cuando se voló la barda ante Luis Castillo en el sexto inning. Dos días después, los Astros y los Marineros igualaron en cantidad de entradas a los partidos más extensos de play off (18) y jugaron por seis horas y 22 minutos. En definitiva, ese choque terminó con victoria de los siderales por la mínima gracias a un cuadrangular de Jeremy.

Los Astros pasaron a la Serie de Campeonato y se enfrentaron a los Yankees, que parecieron cualquier cosa menos un equipo de 99 victorias. Los siderales terminaron barriéndolos y así, aseguraron su segunda Serie Mundial en dos años. Esa, también fue la segunda barrida (4-0) que recibían los neoyorquinos en una Serie de Campeonato.

Los Phillies se convirtieron en el David de esta postemporada, derrotaron a todos los Goliat que se interpusieron en su camino (Cardenales, Bravos y Padres) hacia la Serie Mundial. Al retornar al mayor escenario del béisbol desde la campaña 2009, acabaron igual que hace 13 años, perdiéndolo (4-2).

Philadelphia remontó el primer juego del Clásico de Otoño después de estar perdiendo 0-5 y al culminar el tercero, la serie estuvo 2-1 a su favor. Desde ese momento, los Astros mostraron su mejor versión y solo admitieron tres carreras en 30 entradas, además, consolidaron el segundo no-hitter en la historia de las Series Mundiales, el primero desde 1956 cuando lo logró Don Larsen. 

Eso, cambiaría el panorama, en el quinto duelo, los siderales lograron una victoria de 3-2 y Justin Verlander, al fin, pudo romper el maleficio logrando su primera victoria en una Serie Mundial, después que había registrado balance de 0-6 con efectividad de 6.07.

Los dioses del béisbol quisieron poner a Dusty Baker en otro juego “seis” de una Serie de postemporada. En la final del 2002, cuando estuvo a ocho outs de ganar el título con los Gigantes, le aplicó la grúa a Russ Ortiz y su bullpen terminó desechando una ventaja de 5-0. Al día siguiente, los Angelinos ganaron 4-1 y obtuvieron el único campeonato de su historia.

No obstante, al año siguiente, Baker dirigía a los Cubs y estuvo liderando la NLCS 3-2. En el juego seis, cuando ganaba 3-0 y faltaban cinco outs para llegar al Clásico de Otoño, la mano de un aficionado impidió que Moisés Alou agarra un foul. Ese hecho se le conoció como la mano de Steve Bartman’s; posteriormente, los Marlins anotaron ocho carreras en ese episodio. Al día siguiente, vencieron 9-6.

El 2021, los Bravos le ganaron a Baker la Serie Mundial en el sexto partido, pero, en este 2022, los Astros no fallaron, lo convirtieron en el mánager más longevo que ganaba un anillo de campeón en cualquiera de las cuatro ligas más importantes de los Estados Unidos (MLB, NBA. NFL, NHL).

En el sexto choque, Los Astros estaban perdieron 1-0 en el sexto inning cuando Zack Wheeler golpeó a Martín Maldonado y le cedió un sencillo a Jeremy Peña. Rob Thomson quería otro enfrentamiento entre Yordan y José Alvarado.

21 días antes, el cubano había logrado la magistral pieza de bateo contra Ray, ahora, como anunció después del juego “sintió que era su momento”. Álvarez bateó mejor contra zurdo (.321) que ante derechos (.299) en la campaña regular. Contra los sinkers que le ubicaron en la zona de strike tuvo un promedio de (.309) y un SLG de (.544), los números estaban a su favor. 

“Cuando se quedó atrás en la cuenta (2-1) sabía que no quería perderme, vendría con un lanzamiento en zona, entonces, me preparé” afirmó Yordan.

El batazo fue tan largo (450 pies), que se convirtió en el segundo jonrón de mayor distancia en un Clásico de Otoño en la era StatCast (Desde 2015). Cuando la Rawlings aterrizó sobre el jardín central, la Serie Mundial prácticamente se había terminado. Álvarez había pasado 51 PA sin un jonrón y “lo reservó para un momento especial”, dijo Baker. 

Con el desfile de campeones Astros cierra la campaña, pero, su presidente, sabe que se avecinan decisiones importantes. Entre ellas, hay una que parece la más fácil: volver a contratar a Dusty Baker. Por otro lado, tiene que decidir qué hará con James Click, el gerente general que ha tenido varios problemas internos con Crane, según un artículo del The Athletic hace una semana.

Si observamos los jugadores con opciones, es muy probable que Justin Verlander no active su opción de jugador en las próximas horas y se excluya de su acuerdo. Por otro lado, tenemos a Trey Mancini con una opción mutua de $10 M.

Dos cubanos se dirigen a la agencia libre, Aledmys Díaz y Yuli Gurriel. El primero ha sido el principal utility de Houston en las últimas campañas, no será difícil que lo retornen. Por el otro, tenemos al jugador de 38 años que salió de su peor temporada completa en MLB, al menos, logró tener una postemporada fuerte. Además, ha sido una de las caras de la franquicia desde que llegó en 2016.

Aun así, el mercado de Yuli tiene mucha incertidumbre y más cuando cumplirá 39 años y no llega con una campaña fuerte para batear como un DH. Para colmo, su defensa en primera base tuvo un retroceso: OAA (-9) y DRS (-2).

Soy de los que cree que Yuli regresará a los Astros, por un lado, creo que le queda gasolina en el tanque y también, aunque no se tome como justificación, el paro patronal no lo dejó preparase como en el offseason del (2020-21).Ojalá, regrese con la única franquicia que ha conocido.

Cuando buscamos el significado de dinastía en el diccionario de la RAE nos encontraremos lo siguiente: “Familia en cuyos integrantes se mantiene a lo largo de generaciones una misma profesión u ocupación, a menudo perpetuando la influencia política, económica o cultural”.

Los Astros son una familia y sus integrantes han perdurado a la largo de las últimas campañas, gracias al trabajo que han hecho con su Farm System y los canjes (Tucker por Springer, Peña por Correa, Framber por Cole).

El núcleo de los Astros tiene todas las credenciales para seguir compitiendo y como dijo el propio Baker, “es un conjunto que está acostumbrado a ganar”. Esa mentalidad se combina con la consistencia y la excelencia para generales el éxito. A usted puede gustarle o no los Astros, pero, si realmente ama este increíble deporte, debe reconocer que el conjunto naranja es uno de los mejores que hemos presenciado. 

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Imagen cortesía de Getty