El pelotero cubano Orestes Destrade, quien hizo carrera en Estados Unidos y Japón, fue escogido por los fanáticos al equipo soñado de los Leones de Seibu, de la NPB, en una encuesta realizada por el portal japonés Full Count.

El santiaguero se coló en una novena en la que, a simple vista, es el único latino y en el cual aparece colocado como la elección en el puesto de bateador designado, junto a nombres destacados como el conocido lanzador que actuara también en la Gran Carpa, Daisuke Matsuzaka.

Destrade repartió su carrera entre Grandes Ligas y la NPB, con resultados dispares y algunos hitos, como el hecho de haber jugado, aunque poco, en el mejor equipo de la historia, los Yankees de New York.

Orestes emigró con apenas seis años de la Isla, donde nació en 1962, rumbo a los Estados Unidos, país en que creció y se formó como pelotero. Desde muy joven, estuvo en las fincas de los Yankees, desde 1981 hasta 1987, cuando en septiembre fue llamado a la novena mayor.

Su paso fue efímero, pero al menos vistió el uniforme a rayas en 9 desafíos, en los cuales tuvo 19 turnos al bate, con cinco hits. De allí, partió hacia los Piratas de Pittsburgh, organización en la cual compartió su tiempo entre las Menores y el primer equipo, momento en que pasó a la historia como el primer hombre ponchado por el gran Randy Johnson como profesional.

Entre sus dos períodos en Asia, jugó con los entonces Marlins de la Florida, pero la etapa inolvidable de Destrade, la que lo encumbró y que impulsó a los fanáticos de Seibu al voto, llegó en su estancia en Japón, repartida en dos etapas y unas cinco temporadas de 1989 a 1992 y la última en 1995.

“Su alegre personalidad y, sobre todo, el gesto que solía hacer con su mano cada vez que conectaba un jonrón, lo llevó a ganarse el corazón de los fanáticos, quienes ahora le devolvieron el favor recordándolo como el mejor bateador designado en la historia del club”, escribe Béisbol Japonés.

Fue un periodo corto pero intenso, que grabó a Orestes en la memoria beisbolera nipona. De 1989 y 1992, fue un azote para los lanzadores contrarios, pues ganó 3 títulos de jonrones y 2 de empujadas en la Liga del Pacífico.

Por si fuera poco, sus logros personales ayudaron a que Seibu ganara 3 Series de Japón y 3 títulos de la Liga del Pacífico, al tiempo que él se llevaba el nombramiento de jugador más valioso de la serie de Japón de 1990.

Mantente actualizado con Telegram

¿Quieres estar siempre al tanto de la actualidad del deporte cubano? Únete a nuestro canal de Telegram: ¡lleva a Play Off en tu bolsillo! Haz click para seguirnos en: t.me/playoffmagazine