Con un final épico, digno colofón de una de las mejores postemporadas de la historia, Los Ángeles Rams se proclamaron campeones del Super Bowl LVI.

El hogar de la franquicia angelina, el flamante SoFi Stadium, fue testigo de la victoria de los locales 23 – 20 frente a unos sorprendentes Cincinnati Bengals.

Fue un partido espectacular que tuvo de todo: el despliegue defensivo de unos imponentes Rams con Donald, Ramsey y Miller a la cabeza, además de un excepcional trabajo por parte de los frontales ofensivos de los Bengals.

Tampoco faltó un valiente Joe Burrow que promete convertirse en un quarterback de época, con sus conexiones con un Ja’Mar Chase que puede presumir de ser uno de los mejores receptores de la NFL. Por otro lado, se vivió el duelo de banquillos entre dos jóvenes entrenadores que fueron compañeros alguna vez, Sean McVay por los campeones, y Zac Taylor al frente de los chicos de Ohio.

Además, un Matt Stafford al que al fin su carrera le sonríe tras 13 temporadas perdedoras en su mayoría con Detroit Lions, a pesar de enfrentar varías dificultades durante el partido como la lesión de Odell Beckham Jr, uno de sus principales receptores.

Cuando restaba tan sólo 1 minuto con 35 segundos en el reloj de juego, el estelar receptor Cooper Kupp recibió un pase de anotación de Matthew Stafford, para de esa manera poner cifras definitivas en el marcador. Sumado a esto, una presión al quarterback Joe Burrow por parte del imponente Aaron Donald que, prácticamente, sello el partido.

Como datos curiosos podemos decir que los Rams suman su segundo título de Super Bowl en la historia, tras haber obtenido el primero en 1999 cuando radicaban en San Louis. Por ello, unen su nombre a un exclusivo club de equipos que han sido capaces de ganar en su propio estadio. Bucaneers hizo lo propio en la edición anterior.

El head coach McVay se convierte, a sus 36 años de edad, en el entrenador más joven en ganar un Super Bowl. Cooper Kupp fue nombrado MVP del partido, es el quinto receptor en los últimos 20 años en lograrlo, uniendo su nombre a jugadores de la talla de Julián Edelman, Santonio Holmes, Hines Ward y Deion Branch.

Por su parte Stafford se une a Tom Brady y a Trent Dilfer (Ravens 2000) como los únicos quarterbacks en la historia de la NFL en proclamarse campeones en su primera temporada con un nuevo equipo. De esa manera, la NFL corre sus cortinas dejando a sus seguidores ansiosos porque comience una nueva temporada.

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