Los equipos de voleibol habaneros en uno y otro sexo se coronaron en sus respectivas categorías durante el Nacional Juvenil del deporte de la malla alta. Las muchachas de la Habana volvieron a ser las campeonas luego que, en el 2019, última vez que se desarrolló el evento, también se titularon.

El Nacional Femenino Juvenil, efectuado en la Sala 5 de noviembre de Pinar del Río, vio como las capitalinas se hacían con el título, tras vencer en la discusión del oro a las anfitrionas, mientras que Cienfuegos disponía a su similar de Villa Clara, y se quedaba con el bronce.

La jugadora más destacada del torneo y con mejor ataque y servicio fue Whitney James, quién recientemente conformó las selecciones nacionales sub 21 y mayores en competiciones de la región.

El cuadro de honor quedó conformado de la siguiente manera:

Mejor Pasadora Lisbeisis Hernández (PR)

Mejor Libero Estefany (ART)

Mejor Bloqueadora Melany (ART)

Mejor Receptora y Defensa Zunel (CFG)

Mejor Opuesta Misleidis Paret (VC)

Mejor Sacadora, Atacadora y MVP Whitney James (HAB)

En la sala Yayabo de Sancti Spíritus, el equipo sub18 de la Habana se impuso en calidad de invicto y venció en cuatro parciales a Guantánamo en la final. Por el bronce los anfitriones vencieron en sets corridos a los agramontinos.

El jugador más valioso del torneo masculino y mejor opuesto fue Jhonan Álvarez, quien forma parte del equipo nacional sub 19, conjunto que no pudimos ver en acción en el mes de mayo, pues el equipo no asistió al Campeonato Panamericano de la categoría sin ninguna explicación.

Cuadro de Honor:

M. Ataq: Mario Quesada (SS)

M. Bloq: Yurizander Luis (SS)

M. Rec: Marcos Jarrosay (Gtmo)

M. Líb: Dairon Gallego (Hab)

M. Pas: Franklyn Toledano  (Hab)

M. Serv: Félix  Rodríguez (Cfgo)

M. Op y MVP: Jhonan Álvarez (Hab)

Ent: Miguel Muñoz (Hab)

Arb:  Miguel  Morales (Cmg)

Sobre la organización del evento e impresiones del equipo habanero, Ania Torres, madre de uno de los jugadores y que participó durante todo el transcurso, comentaba en sus redes sociales sobre el sacrificio de sus muchachos para poder entrenar y poder llegar en óptimas condiciones al torneo.

«A diferencia de otras provincias, nuestro voleibol de sala entrena sin tabloncillo, en cemento o arena, con 2 pelotas tan viejas y oscuras que parecieran de basket, y una net prestada. La pequeñísima sala de calentamiento de la Polivalente Ramón Fonst, casi en penumbras, los recibe solamente los sábados y les cede apenas 2 horas, pues se reparte el tiempo entre todas las categorías de ambos sexos», comentaba.

También se encargó de plantear los problemas de transportación que existieron en la ida, y, sobre todo, de elogiar a unos muchachos que se crecieron en momentos claves y supieron remontar.

«La Habana llegó y terminó duro. Cerró como lo que son: ¡INVICTOS CAMPEONES! ¡Felicidades!», concluía Torres en su publicación.

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Imagen cortesía de Ana Torres