Yordan Álvarez solo tenía un plan: atacar los lanzamientos del zurdo de los Marineros de Seattle, Robbie Ray, quien fue enviado para buscar el out final del Juego 1 contra los Astros de Houston en la Serie Divisional de la Liga Americana.

Los Marineros tenían una ventaja de dos carreras, 7-5, y la esperanza de silenciar a más de 40 mil fanáticos en Minute Maid Park, obteniendo el out final en su primer juego de postemporada luego de 21 años. Yordan Álvarez conectó de foul sobre una sinker de 94 mph que Ray disparó hacia la esquina de afuera. Luego, posicionado desde el extremo izquierdo de la tabla de lanzar, Ray confió en otra sinker, pero esta vez el lanzamiento no llegó a la mascota del cátcher Cal Raleigh: el swing de Yordan se encargó de enviar la pelota a 438 pies sobre la multitud reunida en el segundo piso del jardín derecho.

¡Walk-off jonrón! ¡Yordan lo hacía otra vez! ¡Los Astros ganaban sensacionalmente el Juego 1, 8-7!

Más allá de la historia en el desafío Astros vs. Marineros, para el béisbol, el jonrón de Yordan Álvarez fue una pieza de bateo épica en la historia de la postemporada: era el primer walk-off jonrón que pulverizaba una ventaja de múltiples carreras.

De eso se trata la habilidad y el talento de los grandes bateadores: aplastar los errores de los pícheres en el momento clave. Realmente, Ray, Raleigh y los Marineros no sólo se arriesgaron en la selección de otra sinker tras abrir delante 0-1 en la cuenta: el desliz en el comando fue fatídico.

Tal vez parezca exagerado, pero fallar la localización de un picheo por pequeñas pulgadas puede derivar, como vimos, en una conexión donde el swing logra golpear la pelota con el punto dulce. He aquí un gráfico que revela cuánto les ha costado a los lanzadores de Grandes Ligas un error de comando contra Yordan Álvarez:

Analizando la gráfica desde la perspectiva del cácher, se puede apreciar un promedio de .112 (16 HR de 143 bolas bateadas) en la zona baja de strike por el centro. La zona siguiente, a la izquierda, tiene un 54% menos de probabilidades, con .061 (6-99).

Como es obvio, esa mínima diferencia indica que, si el picheo de Ray hubiera sido colocado unas pocas pulgadas hacia afuera, probablemente Yordan no hubiera podido conectar ese elevado brutal a 117 mph, que permaneció sólo 4.6 segundos en el aire. Sin embargo, lo que ha trascendido en una hazaña aún más memorable y espectacular del swing de Yordan Álvarez, no han sido esas honorables pepitas provistas por StatCast.

Para satisfacción de los Astros de Houston, la gran obra del slugger natural de Las Tunas va siendo su capacidad de inspirar y remolcar al equipo en el impredecible escenario de la postemporada. Luego de producir el electrizante walk-off jonrón en el Juego 1, cuando los Astros estaban a un out de perder, “Air Yordan” protagonizó otro capítulo glorioso: su giro letal de muñecas marcó la diferencia con otro jonrón en el Juego 2.

Los Marineros ganaban 2-1 en el final del sexto cuando el segundo bate de los Astros, Jeremy Peña, alcanzó la inicial por sencillo, un elevado a 71.3 mph que, con dos outs, debió ser capturada por el intermedista Adam Frazier o el centerfielder Julio Rodríguez. Al extenderse la entrada, el estelar Luis Castillo, quien lanzó para obtener el tercer out—el hit de Peña proyectaba sólo un 45% de éxito—, debió retar a Yordan Álvarez.

¿Qué sucedió en otra situación clave del desafío? El mismo conteo se repitió… al igual que la secuencia. Castillo tiró una primera sinker de 98.4 mph, que Yordan golpeó de foul. A diferencia del zurdo Robbie Ray, quien entregó una sinker desde el punto izquierdo exterior, Castillo estaba colocado en el derecho. De esa forma, si decidía lanzar hacia la zona baja-afuera, era deducible el primer paso en la estrategia del as dominicano: evitar que Yordan halara.

No parecía una mala perspectiva, sobre todo tratándose de Luis Castillo, quien había admitido sólo 14 jonrones en 2022 y ninguno de sus oponentes lo bateó hacia su banda opuesta. El último bateador que consiguió un bambinazo ante Castillo fue Juan Soto, quien conectó un jonrón ante una sinker de 98.5 mph en el Great American Ball Park. Como dato adicional bien interesante, Soto y Yordan Álvarez han sido los bateadores zurdos más implacables de las Mayores produciendo jonrones hacia el lado opuesto del parque.

Aquí están los líderes entre bateadores calificados con al menos 100 apariciones en home combinadas desde 2021:

Por supuesto, Soto estaba ocupado mientras ayudaba a los Padres de San Diego para hacer que los Dodgers vieran los playoffs desde casa. Así pues, ¿quién podría ser el siguiente bateador en crujir una sinker humeante de Castillo? ¿Necesitaba presentación?: ¡Yordan Álvarez!.

Yordan devoró otro lanzamiento de élite, una sinker de Castillo a 98.3 mph, detonando un jonrón de 371 pies por el left field del Minute Maid Park. Astros 3, Marineros 2, anticipaba el final desde ese segundo tercio de juego. En el octavo capítulo, Jeremy Peña volvió a embasarse y Yordan Álvarez subió al plato, pero el mánager de Seattle, Scott Servais, eligió cuál sería el lanzamiento más adecuado: ordenó la base intencional con la primera ocupada, un movimiento que no se veía hacía 19 años, cuando Barry Bonds era prácticamente indetenible.

Los Astros ganaron finalmente el Juego 2, 4-2, y luego completaron la barrida con una victoria por 1-0 en 18 entradas durante el Juego 3 el pasado sábado en el T-Mobile Park de Seattle. Yordan Álvarez sin dudas fue el jugador más valioso, asegurando par de éxitos decisivos con dos inolvidables jonrones.

En apenas ocho viajes por el plato, Yordan registró un acumulado de 1.4 WPA (Probabilidad de ganar añadida para bateadores), el mejor de todos los tiempos, según consta en los archivos de Baseball-Reference. Y, además, por si fuera poco, superó ampliamente la actuación de Ken Griffey Jr. entre jugadores con menos de 25 años.

Los Astros de Houston están a la espera de su siguiente rival para discutir el título de la Liga Americana, que será el ganador del Juego 5 este lunes entre los Yankees de New York y los Guardianes de Cleveland. Y, si están en una posición tan cómoda, ha sido una vez más por cada swing épico de Yordan Álvarez.

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