Pese a que no hay videos o datos que lo atestigüen, para muchos, uno de los mejores jugadores de historia del fútbol argentino fue Tomás Felipe Carlovich, el Trinche, alguien que tuvo un vínculo poco conocido con Cuba.

Incluso, no falta quienes lo sitúan a la altura de Leo Messi y Diego A. Maradona debido a su calidad como futbolista. Maradona, cuando en 1993 se incorporó a Newell’s, dijo: “Yo creía que era el mejor, pero desde que llegué a Rosario escuché maravillas de un tal Carlovich, así que ya no sé”.

Su historia tiene mucho de leyenda, pues Trinche es desconocido debido al menor acceso de medios audiovisuales por la época donde se desarrolló, pero para los habitantes de la ciudad de Rosario su leyenda está más viva que nunca.

El Trinche era una persona de carácter ingobernable, en cuanto a disciplina de refiere, pero a su vez, muy bondadoso, humilde y, sobre todo, muy sociable con sus amistades. Se puede afirmar que era del tipo de persona que no le gustaba molestar, que se escapó siempre de la fama y del dinero: era muy de pueblo e idolatraba siempre a su barrio.

Carlovich amaba el deporte, pero odiaba los negociantes involucrados en el mismo, quizás eso influyó en que su carrera no tuviera esa gran proyección. Era muy esquivo a las cámaras, pero, futbolísticamente, se le recuerdan pronunciadas gambetas e increíbles anécdotas.

Era muy hábil, técnico y, sobre todo, era casi imposible quitarle el balón de los pies. Los aficionados de Rosario le atribuyen la invención del doble caño, una jugada que ponía de pie la grada y que era muy usual en él. Esta consistía en tirarle un caño al rival y esperarlo para hacerle otro caño en sentido contrario.

Personalidades del fútbol mundial como César Menotti, José Pekerman y Marcelo “El Loco” Bielsa mostraron admiración por Trinche. Este último confesó que durante años iba todos los sábados a verlo jugar porque enamoraba con su futbol. Diego A. Maradona le regaló un día una camiseta firmada, con una dedicatoria: “Al Trinche, que fue mejor que yo”.

En su trayectoria como atleta destaca el paso por equipos como Rosario Central, Colón entre otros, aunque sus conjuntos fueron de ligas locales, generalmente. Una de las anécdotas que engrandece su leyenda, ocurrió enfrentando nada más y nada menos que a la selección nacional Argentina.

El equipo se estaba preparando rumbo al Mundial de 1974 y disputó un encuentro amistoso contra una selección de jugadores de Rosario. En aquel partido, el Trinche fue la figura de la noche, parecía entonces que estaba en el equipo equivocado y que, por su calidad, cabía fácilmente en el once de la selección albiceleste.

Según cuentan varios de sus compañeros de equipo, se entregaba a fondo y disfrutaba mucho los entrenamientos. El Mago, como se le conoció hasta los últimos días de su vida, también le gustaba la noche y las fiestas. En varias ocasiones faltaba a juegos importantes y eso le hizo perder aparentemente prestigio, cosa a la cual no le daba mucha importancia porque jugaba por al amor al fútbol, para divertirse; se puede decir que no se tomó tan en serio el deporte.

Una de las oportunidades más grandes en su carrera se la ofreció Cesar Menotti al convocarlo para el seleccionado nacional argentino, pero Carlovich no le prestó el interés adecuado. Su respuesta ante tal hecho fue: Me voy a pescar, porque el río baja.

En el barrio de Rosario se comenta otra anécdota sobre él entre los más veteranos. Resulta que fue expulsado de un juego y el árbitro tuvo que revocar la decisión ante la presión de los aficionados, tanto los de su equipo como los rivales, porque sacarlo era echar a perder el espectáculo.

El Trinche era muy amante a la bicicleta, lo que posteriormente le ocasionó la muerte, tras ser víctima de una agresión para quitarle la misma. Falleció en 2020, no le gustaba salir de Argentina y menos coger avión. Esto le llevó a rechazar ofertas de varios clubes como NY Cosmos de Estados Unidos y equipos en la liga francesa.

Pero la leyenda del Trinche guarda gran relación con Cuba. Nelson Rodríguez Curiel es un amante del fútbol cubano y argentino. El nacido en Zulueta siempre admiró a Carlovich y su leyenda lo cautivó desde años atrás.

Tuvo gran cercanía con “El Mago” mediante las redes y hasta lo invitó a su casa, invitación que Carlovich aceptó, pese a que tendría que romper su deseo de no coger aviones.

“Su hermana de crianza, María del Carmen Rodríguez, visitó Cuba hace ya unos años, por mediación de una amiga mía la conocí y le hablé sobre Carlovich. A ella le sorprendió que en Cuba se conociera la leyenda de su hermano y se lo hizo saber al Trinche. Según me contó María tiempo después, Carlovich, al enterarse que en Cuba se conocía sobre él, dijo: ‘Nunca pensé que quisieran tanto’. Aún conservo un saludo que me envió mediante un video en redes sociales. Lo que más orgullo me dio es que iba a venir a Cuba, a mi casa, pero debido a la Covid-19 tuvo que suspender el viaje y posteriormente, la muerte lo sorprendió”, cuenta Nelson Rodríguez Curiel sobre cómo fue su vínculo con Trinche.

Visitar la isla fue el último sueño del Trinche, según afirma María del Carmen Rodríguez. Aunque tenía aversión a los viajes, tras varias conversaciones aceptó viajar a Cuba y visitar a Nelson Rodríguez.

“La cita estaba pactada para los meses de mayo o junio de 2020, pero, lamentablemente, no pudo ser. Estaba muy entusiasmado con el viaje, como pocas veces se le vio. Su último deseo fue ir a Cuba, y aunque la pandemia hizo que se troncharán sus ilusiones, de seguro debe estar dando vueltas en esa tierra”.

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