El amanecer de este viernes, 30 de julio, tuvo como una de sus principales alegrías para los cubanos la clasificación de Liadagmis Povea a la final en la competencia de triple salto femenino, con marca de 14.50 m en su primer salto, como parte de la magna cita en Tokio.
Al evento se presentaron dos triplistas de Cuba, la mencionada Povea y la novel Davisleydis Velazco, quien no pudo superar la marca de clasificación predefinida en los 14.40 m. Además, Leyanis Pérez no pudo saltar por una lesión sufrida en los últimos entrenamientos.
A la justa asistieron 32 atletas, de ellas consiguieron la marca de clasificación solo seis contendientes. El resto de las que avanzaron se organizaron por los mejores saltos, para copar los 12 cupos disponibles a la gran final de triple salto femenino en Tokio 2020.
La cubana Velazco alcanzó la distancia de 14.14 m en su primer salto y luego cometió dos fouls, tras lo cual intentó conseguir, desesperadamente, la clasificación. Resulta importante destacar que la joven saltadora nunca había llegado hasta la distancia establecida. De igual forma, con su primer intento, se mantuvo “coqueteando” con la clasificación hasta la última ronda de salto, en la que fue desplazada al puesto 16.
Por su parte, la principal aspirante de la Mayor de Las Antillas no dejó espacio a la duda. A penas sin “despeinarse”, regalando más de 24 cm en la tabla, voló 10 cm más allá de la marca de clasificación, para inscribir su nombre en la final olímpica. Povea hizo el quinto mejor salto de la competencia, y lanzó su candidatura a pelear por la plata del evento.
¿Por qué la plata y no el oro? Sencillo. El metal dorado de esa disciplina, antes de comenzar a saltar las competidoras, parece tener nombre y apellido: Yulimar Rojas. La venezolana parece competir en otra dimensión, muy lejos de sus más cercanas contendientes.
Para clasificar, como si se tratara de un juego de niños, regaló casi 40 cm en la tabla, olvidó ponerle potencia a sus saltos de impulso, no tomó un alto vuelo y aterrizó en los 14.77 m para encabezar a sus rivales. Con ese resultado, Rojas, lanzó un mensaje claro.
Desde ahora hasta que comience el evento, el récord mundial (15.50), logrado por la ucraniana Innesa Kravets el 10 agosto de 1995 y el Olímpico (15.39), conseguido por la atleta de Cameroon, Francoise Mbango el 17 de agosto de 2008, estarán con posibilidades de caer.
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