Este jueves se correrán las cortinas del parque Mártires de Barbados de Bayamo para dar inicio a la edición 58 de la Serie Nacional de Béisbol, en medio de un denso silencio por parte de los directivos de este deporte, después que nos dejamos arrebatar la corona, que parecía vitalicia, de los juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla, Colombia.

La serie nacional, último reducto donde nosotros, los sobrevivientes, nos refugiamos para darle rienda suelta a nuestra pasión más querida, está a punto de comenzar.

Los males que aquejan a nuestro deporte nacional se volverán a olvidar, se esconderán como murciélagos encandilados por el sol en los rincones más oscuros de los estadios. Los bates estarán calientes en el terreno otra vez, acuñando la “validez” de sistemas de entrenamientos internos. Los veteranos seguirán reverdeciendo laureles y los jóvenes prospectos continuarán saliendo de debajo de cada piedra cargados de sueños y aspiraciones.

La serie nacional va a comenzar, bálsamo mágico que nos cura después del estrés post-traumático que nos dejan las competencias internacionales. Castillo fortificado donde no podrán entrar equipos alemanes, ni descartes de grandes ligas, ni selecciones armadas a última hora para desflorar nuestro prestigio o cabalgar sobre nuestra historia como si fuera un manso potro de granja. La serie, habitación cerrada, espacio contaminado en el que respiramos y donde nadie se decide a abrir las ventanas del financiamiento empresarial, liberando así pesadas cargas estatales.

Seguiremos apuntalando el béisbol con orgullos provinciales, llenaremos los estadios movidos por esa pasión que nos estremece, vestidos una vez más, a conciencia, con el traje de la inocencia y de la amnesia transitoria, por la esperanza de recuperar calidades y respetos perdidos, y con la absoluta convicción que a nuestro deporte nacional nadie podrá desplazarlo de lo más alto del podio de los entusiasmos y las euforias colectivas bajo ningún concepto.

Otra vez inundaremos las gradas de nuestros colores favoritos y vitorearemos a ídolos locales en un círculo vicioso que se nos antoja eterno. Una vez más la voz de “Play ball!” será una palabra mágica que lo borra todo y nos hipnotiza.

Saltaremos con épicos jonrones y endiosaremos a lanzadores dominantes metidos en una ostra gigante que nos paraliza y nos detiene en el tiempo, esperando, con una paciencia bíblica, que alguien nos explique qué está pasando con el béisbol cubano y qué medidas, rápidas y efectivas, se van a tomar al respecto.

Mientras nos sentamos en las gradas de los estadios, como fieles defensores de este deporte, a tejer esperanzas cuál Penélope tropical, en espera del anhelado regreso de las glorias de antaño, entrevistamos a tres de sus protagonistas para ir entrando, poco a poco, en el calor que genera nuestro pasatiempo preferido.

ROGER MACHADO (Ciego de Ávila)

Roger Machado
Roger Machado. FOTO: EFE

Para muchos fue una sorpresa que Ciego no terminara entre los seis finalistas en la Serie Nacional de Béisbol pasada. ¿Qué podemos esperar este año?

“El equipo se ha preparado muy bien. Según la opinión de todos los entrenadores, está en mejores condiciones que en la temporada pasada. Tenemos una buena banca y una mezcla de juventud y experiencia que le puede hacer muy buenos aportes al conjunto. La preparación que hemos hecho y la disciplina de los peloteros, serán los artífices del resultado que queremos tener en esta temporada”.

VICTOR FIGUEROA (Matanzas)

Víctor Figueroa, director otra vez de los Cocodrilos de Matanzas. Foto: periódico Trabajadores

¿Qué crees del nuevo cambio donde los equipos que pasan a la segunda fase sólo arrastran los resultados entre ellos?

“Lo que es parejo no es ventaja, puede ser positivo o negativo en un momento determinado. Por ejemplo, para Matanzas hubiera sido positivo el año pasado porque tuvo un buen balance con los otros clasificados. Al final lo que hagamos en el terreno es lo que va a decidir.»

¿Presiona dirigir a un conjunto que nunca puede definir al final de la Serie Nacional de Béisbol?

“Dirigir es presión, uno está al frente de un colectivo con caracteres y personalidades diferentes y hay que saberlo llevar, además éste es un equipo que viene ganando, que tiene un nivel muy alto y no ha podido llevarse la corona en varios años. Pero estamos conscientes que algún día será. La vida algún día nos tiene que dar esa felicidad, y pienso que puede ser este año. Estamos trabajando para eso, vamos a luchar y a darlo todo en el terreno para que así sea.”

PABLO CIVIL (Las Tunas)

Pablo Civil es manager tuenro con mejores resultados en la historia de la provincia.

¿Se mantendrá las Tunas en la élite de la Serie Nacional de béisbol?

“Por supuesto que sí. Estamos listos para protagonizar otra buena actuación. Pueden seguir confiando en el equipo que tenemos y en sus atletas. La base del conjunto se mantiene y se han preparado de una manera eficiente, por supuesto que confiamos en ellos.”

¿Danel Castro?

“Danel se encuentra en una magnífica forma, por su veteranía negociamos con él y estará con nosotros en un 70 por ciento de los partidos. Por problemas de salud no pudo hacer una preparación eficiente, pero él tiene una experiencia y una madurez deportiva que le va a permitir tener otra buena actuación este año.”

¿Resentido con la Comisión Nacional?

“Yo creo que me gané un puesto en algunos de los equipos Cuba que se hicieron este año por mis resultados, pero no tengo ningún resentimiento con la Comisión Nacional. Yo soy un soldado del béisbol y seguiré trabajando fuerte para obtener resultados, mantenerme en la élite, y poder dirigir un equipo nacional en un futuro.”

Imágenes cortesía de EFE y Periodico JIT
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