«Estamos trabajando en la búsqueda de una nueva estructura, por ahora no vamos a adelantar nada», dijo días atrás Yosvany Aragón, Comisionado Nacional de Béisbol, en una entrevista a Cubadebate.

«Se está haciendo el estudio para buscar una fórmula que no nos coincida con la actuación de nuestros atletas en el exterior. Hay que buscar la forma de dejar un espacio para otro tipo de serie donde no se pierda la identidad de las provincias y esté la calidad concentrada», añadió.

Finalizada la primera etapa de nuestro campeonato doméstico, el tema resurge con fuerza en peñas deportivas y parques beisboleros. La causa se debe, en gran parte, al terremoto que provocó en la tabla de posiciones el hecho de arrastrar solo los resultados entre los equipos clasificados.

Debido a esta decisión, los conjuntos más ganadores en la fase clasificatoria, Ciego de Ávila y Holguín, cayeron a dos y a seis juegos de diferencia, respectivamente, del lugar de honor. El fuego de la polémica se ha prendido una vez más y los aficionados debaten.

PLAY BALL: La nueva injusticia de la pelota cubana

No es un secreto que nuestra Serie Nacional necesita un cambio definitivo. Es triste ver como una cantidad de peloteros equivalente a 10 equipos completos (más de 350 atletas), se van a casa cabizbajos después de jugar solo 45 partidos a esperar por el comienzo de la próxima temporada, en busca de nuevos sustentos económicos.

Más de 30 jugadores de posición que promediaron por encima de 300 y una cantidad muy cercana de lanzadores que permitieron menos de 4 carreras limpias por juego, engrosarán también ese listado, unidos a figuras en ascenso de corta edad, hambrientos de horas de vuelo para desarrollar su talento natural.

Por otro lado, la ausencia de nuestros mejores atletas que residen en la Isla y que cumplen contratos en ligas profesionales (algunas de dudo calidad), también conspira contra la calidad del espectáculo. Esta temporada no se pudo contar con 24 de ellos (cifra récord), en distintas etapas de la serie. En los meses venideros, esta cifra irá en aumento, dado el interés mostrado por ligas como la panameña y la mexicana.

Otro elemento a tener en cuenta cuando se habla de este asunto, son los calendarios competitivos internacionales para evitar molestas paradas y rupturas de mecánicas grupales. Además, es necesario encontrar el tiempo de descanso requerido para las figuras que integrarán selecciones nacionales, y evitar así la llamada «fatiga extrema», de la que tan poco parecen conocer ciertos técnicos del patio.

Unido a todo esto, los temas de «espectáculo» y «territorialidad» no se pueden olvidar, ni por un instante, en las confecciones de posibles estructuras. Tampoco habría que obviar la concentración de calidad que tanto eleva el techo de cualquier deporte, sea en un torneo aparte, o en una prolongación del mismo, como ocurre ahora.

Por tanto, encontrar un sistema de competencia que tenga estos factores en cuenta, parece una tarea científica digna de eruditos. Sin embargo, pese a lo difícil que resultan las comparaciones estadísticas con tantos cambios en 58 series nacionales, es necesario dar ese paso para oxigenar la pelota cubana.

«Estamos escuchando criterios de la prensa y de gente especializada que nos aporten sobre estas ideas que estamos manejando», dijo Aragón.

Play Off convida a los aficionados a tomarle la palabra al Comisionado Nacional, y presentarnos sus propuestas personales, con el propósito de construir una estructura justa, digna, y duradera. Con la ayuda de todos, se podrían encontrar soluciones. Nuestro correo de contacto es [email protected]. Nos vemos en el estadio.

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