Aquel momento quedó para los anales del béisbol en MLB y para la historia de los Marlins: en cuenta de 1-1, Jorge Posada conectó un rodado, el lanzador Josh Beckett fildeó la pelota y tocó al corredor cuando iba a mitad de camino hacia primera base y, de esa manera, el Clásico de Otoño tenía un nuevo campeón.

Para la franquicia, entonces Florida Marlins y ahora Miami Marlins, fue el segundo título en siete años (1997 y 2003). También, fue la última vez que ganaron un juego de postemporada en una campaña completa.

Han pasado 7163 días desde aquella noche en el antiguo Yankee Stadium y aunque en 2020 llegaron a la tierra prometida gracias a la campaña acortada y al sistema de clasificación de 16 equipos, han sido un equipo mediocre.

Desde el 2004, solo los Royals (1689), los Orioles (1645) y los Piratas (1643) han sumado más derrotas que los Marlins (1626). En ese lapso, nadie jugó menos juegos de playoff que los Peces; solo los Marineros los igualan (5).

No quiero estar en la piel de los seguidores de la franquicia. Entiendo por qué en cada contienda van menos al estadio, aunque, esa ha sido una tendencia general para MLB en la última década. Aun así, no deja de ser notorio que en 2004 la media de aficionados por juego era de 21,539 personas (quinta peor en aquella campaña) y 19 años después es de 13,086 (segunda peor).

Los Marlins han pasado gran parte de los últimos 19 años reconstruyendo y si nos fijamos en las últimas campañas, su Farm System o granja ha sido una de las mejores del negocio, pero, no les genera el éxito que debería.

Por ejemplo, Baseball Pipeline, una de las revistas especializadas en calificar granjas y en darles seguimiento a los talentos de Ligas Menores, posicionó a la granja de los Marlins entre las 10 mejores desde el 2019.

*Por cada temporada, se califican las granjas dos veces (la primera es antes del Opening Day y la segunda, en la mitad de la temporada):

  • 2019: Antes del Opening Day (no entró en el top 10) y a mitad (cuarta mejor)
  • 2020: Antes (cuarta mejor) y a mitad (quinta mejor)
  • 2021: Antes (cuarta mejor) y a mitad (tercera mejor)
  • 2022: Antes (séptima mejor) y a mitad (no entró en el top 10)

A pesar de que en ese lapso los Marlins contaron con un novato del año (Trevor Rogers 2021) y fueron el segundo equipo que más sumó fWAR con lanzadores de 18-25 años (fWAR 18.9), no han podido obtener todo lo que esperaban del talento joven del picheo. De los seis lanzadores que sumaron al menos 1.0 fWAR, varios ya no están en la organización:

  • Pablo López, que sumó 5.1 fWAR, fue canejado por Luis Arráez en el pasado offseason.
  • A Sixto Sánchez, quien sumó 1.0 fWAR, las lesiones no lo han dejado prosperar.
  • Trevor Rogers, quien sumó 5.7, se desmoronó después de su año de Novato y las lesiones también lo han afectado.

Eso los deja con Sandy Alcántara, fue Cy Young en 2022; Jesús Luzardo, a quien cambiaron de Oakland en 2021 por Starling Marte y ha tenido sus problemas físicos, pero tienen la esperanza de que lance 150 entradas por primera vez en su carrera; finalmente, queda Braxton Garrett.

Claro, algunos talentos no han llegado al Big Show y otro como Max Meyer pudo aportar muy poco, pues después de dos salidas en MLB se tuvo que someter a una cirugía Tommy John. Aún quedan jóvenes en Las Menores como Eury Pérez, Dax Fulton y Jack Eder, además, esperemos que Sixto Sánchez esté sano algún día.

Tampoco el farm system ha podido ayudar a los Marlins con la ofensiva y si revisamos los números colectivos de Miami en los últimos años, veremos que el bateo es un Talón de Aquiles para la franquicia.

Así se calificaron los bateadores de Los Peces del 2020-2022, con la posición entre los 30 equipos de MLB entre paréntesis: BA .234 (26), OBP.300 (28), SLG .371 (29), wOBA .294 (28), wRC+ 87 (28 igualada con la de Detroit), Carreras anotadas 1560 (29), remolques 1481 (29), jonrones 388 (28), K% 25% (28), BB% 7.6% (27) y fWAR 25.9 (27).

La ofensiva ha estado entre las cinco peores en casi todo y, si a eso agregamos que, de sus bateadores jóvenes (18-25 años) solo han recibido un fWAR (6.6) y esa es la décima menor cantidad entre todos los equipos, entonces, la situación empeora.

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En ese lapso, los únicos dos jugadores con al menos 300 PA (comparecencias) que han estado por encima de la media según wRC+ son Jazz Chisholm Jr. (wRC+106) y Bryan De La Cruz (wRC+108) y ninguno fue drafteado por los Marlins, aunque se desarrollaron en sus sucursales, como es el caso del bahamés. Chisholm llegó de los D´backs (en el cambio de Gallen en julio del 2019) y De La Cruz de los Astros en el de Yimmy García (en julio del 2021).

PD: Lo peor es que en su top 10 prospect, ya sea de Baseball América, MLB Pipeline, Baseball Prospectus, The Atheltic o Prospect 1500, no tienen un bateador top.

Es bueno observar los anteriores puntos para llegar a la siguiente afirmación: Los Marlins no tienen una manera de competir que no sea con el talento de su farm system y si necesita una respuesta para eso, solo mira su payroll (nómina) en los últimos años.

Año         CBT («Competitive Balance Tax o «Impuesto al Equilibrio Competitivo»)

  • 2018:        $108,086,007 (26) (el límite fue de $197 M)
  • 2019:        $ 86,022,172 (29)   (el límite fue de $206 M)
  • 2020:        $ 89,861,870 (28)   (el límite fue de $208 M)
  • 2021:        $ 82,332,229 (27)   (el límite fue de $210 M)
  • 2022:       $114,348,173 (25)   (el límite fue de $230 M)
  • 2023:       $121,916,667 (25)   (el límite fue de $233 M)

*El número, entre paréntesis, expone el lugar que ocuparon entre los 30 equipos y las cifras se exponen en millones de dólares.

Desde que en 2017 decidieron desmantelar el equipo, los Marlins han estado entre las diez nóminas más bajas de toda la liga y el mayor contrato en el que invirtieron en la agencia libre en ese período fueron los $53 M por cuatro temporadas que le pagaron a Avisaíl García en el offseason del 2022.

No importa cómo lo mires: desde la era de Derek Jeter y ahora la de Kim Ng, los Marlins han estado en modo “reconstrucción”. También, tengamos en cuenta algo: competir ahora sería muy difícil en una división tan fuerte: el este de la Liga Nacional cuenta con dos equipos que vienen de ganar 101 juegos y otro que llegó a la Serie Mundial, entonces, las cosas se complican. Quizás, si jugarán en la división Central fuera más fácil, pero, eso es solo una suposición.

Al finalizar la jornada del domingo, los Peces jugaban para 16-13 y ocupaban la tercera posición de su división. La última vez que ganaron al menos 16 partidos en sus primeros 29 fue en el 2016 y, la última vez que terminaron jugando para .500 o por encima, en una temporada completa, fue en 2009 (87-75). Tenga en cuenta que el año pasado jugaron para 12-8 en el primer mes, pero ya no estaban compitiendo en la fecha límite de cambios.

¿Qué tendrían que hacer los Marlins para alcanzar una buena temporada?

Lo primer es competir para llegar lo más lejos posible, pero, si juegan por encima de .500 sería un gran paso. Al menos, el nuevo calendario de la MLB obliga a todos los equipos a enfrentarse y eso significa que se tendrán que medir menos con los Bravos, Mets y Phillies. También, jugarán contra conjuntos como los Rockies, los Atléticos, los Rojos, los Royals y los Tigres.

Las claves deberían ser:

-Que el picheo siga mejorando y para eso, las figuras jóvenes deberían aportar. Esto se aplica para Edward Cabrera, Braxto Garret y los top prospect que pueden debutar este año. Por supuesto, lo principal es que su as (Alcántara) siga comandando la rotación.

-El bullpen debe mejorar también. Al menos, el comienzo de A.J Puk ha sido bueno, pero necesitan que otros lanzadores mantengan la consistencia y aporten la profundidad que necesitan.

-La ofensiva debe contar con el aporte de Jorge Soler y de Avisaíl García. También, los bates de Garrett Cooper, Jean Segura, Chisholm y De La Cruz son importantes para ese lineup, pero, lo que brinde Luis Arráez es esencial (es el mejor bateador del equipo).

-Necesitan que la defensa mejore. Ahora mismo, promedian -2 Carreras Defendidas Salvadas, -5 Outs por encima del promedio y un coeficiente defensivo negativo de -5.7. Por otro lado, son últimos en baserunning (-4.3) que es la métrica que Fangraphs nos brinda y que proyecta en gran medida el corrido de bases. Finalmente, son el quinto peor plantel en el porcentaje de bases extra tomadas con solo un 36%.

A pesar de todo, los Marlins deberían ser un mejor conjunto en 2023, al menos, es la sensación que tenemos cuando miramos su lineup ahora y vemos cómo ha cambiado con respecto a los que mostraban en 2018, 2019 y 2020. Claro, aún no veo un equipo de playoff, pero, sí un conjunto que va mejorando lentamente.

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Imagen cortesía de Miami Marlins