Los aficionados cubanos estuvieron de plácemes con las grandes demostraciones ofrecidas por Robeisy Ramírez y Frank Sánchez, quienes pusieron sabor en una velada en la que Tyson Fury y Deontay Wilder protagonizaron una de las peleas más esperadas del año.  

Mientras el mundo miraba a los dos gigantes, los seguidores del boxeo cubano quedan complacidos, porque más que dos simples victorias, lo cierto es que,  con estos triunfos, Robeisy y Frank se sitúan un paso más cerca de una oportunidad por el título mundial en sus respectivas divisiones.

Robeisy se enfrentó al boricua Orlando González, quien llegaba a esta pelea con un récord invicto de 17 victorias en igual número de presentaciones, pero esta vez las cosas fueron muy diferentes.

El doble monarca olímpico cubano fue quien impuso su ley sobre el cuadrilátero para obtener la victoria por decisión unánime en un combate pactado a 10 asaltos, que demostró su calidad.

“El Tren” dominó el combate en todo momento y llevó la iniciativa ante un González que intentaba defenderse para contraatacar, algo que no pudo hacer en ningún momento ante la velocidad del cienfueguero.

Robeisy tiro más y mejor, y fue incluso a la media distancia en varias fases de la pelea para demostrarle a su rival que era capaz de vencerlo en su propio juego.

Se trataba de una pelea muy importante para el futuro de ambos púgiles, pues ambos pertenecen a la empresa promotora Top Rank. El mayor interés de dicha entidad era saber en cuál de los dos boxeadores iba a invertir de cara al futuro y fue el boxeador profesional cubano quien, claramente, demostró que debe centrarse sobre él la atención.

Pero si importante era para Robeisy obtener una victoria, para Frank Sánchez no lo era menos. El guantanamero subió al cuadrilátero a buscar un éxito ante Efe Ajagba que lo pusiera en la órbita de los principales contendientes dentro de la división de los pesos pesados y una vez más cumplió con el objetivo trazado.

Sánchez sabía que tenía mucho más boxeo que el nigeriano por lo que se dedicó a apelar a su superioridad técnica para imponerse de manera fácil y convincente.

El único elemento de cuidado con Ajagba era su mano derecha, pero ni siquiera eso sirvió de nada ante un Sánchez que se quitaba los golpes sin problemas, al tiempo que lanzaba contraataques que hacían retroceder y dudar a su rival de turno.

Frank Sánchez logró una victoria que lo pone en el mapa de los contendientes al título de los pesos pesados por el Consejo Mundial de Boxeo (WBC) ya que la victoria de Fury sobre Wilder ayer lo deja sin muchos rivales de nivel disponibles.

Mucho se habla de una posible pelea de unificación entre “The Gipsy King” y Oleksandr Usyk, pero habrá que ver si el ucraniano puede pelear ante Fury o por el contrario, tiene que ir a un combate de revancha ante Anthony Joshua.

Precisamente, fue Tyson Fury quien puso el colofón a una noche de gran boxeo al imponerse por segunda vez consecutiva a Wilder, esta vez por la vía del nocaut en 11 asaltos. Se trató de una pelea en la que el norteamericano mostró una mejoría con respecto al combate anterior, pero insuficiente ante el mayor nivel del británico.

El combate tuvo momentos en que ambos púgiles tuvieron la posibilidad de terminarlo antes de tiempo, pero con el pasar de los rounds, Wilder se agotaba y Fury se hacía cada vez más superior. Los forcejeos tambien fueron un elemento que estuvo presente en gran parte de la pelea, pero en esa faceta tambien fue Fury quien supo sacar más provecho que su rival.

Fue una velada entretenida y necesaria para que el boxeo vuelva a los lugares de preferencia dentro del universo deportivo. Una cartelera con actuaciones sumamente destacadas y en donde Robeisy Ramírez y Frank Sánchez pusieron el sabor cubano, con actuaciones que les permiten dar un paso más en sus aspiraciones de pelear, en algún momento, por títulos mundiales.

Imagen cortesía de Collage