Cuando México derrotó a Alemania en el estreno del Grupo F de esta Copa del Mundo de Rusia 2018, muy pocos eran los que podían creer algo semejante. Era la primera vez que los aztecas derrotaban a los teutones en certámenes del orbe era una realidad.

Diversas fueron las manifestaciones de júbilo a través de las redes sociales: los mexicanos postearon con voz a galillo en cuello su victoria, poniendo coplas de Cielito lindo en todos los espacios que se pudieran crear. Canta y no llores Alemania, pues tus miserias fueron puestas a descubierto, eso sí, por el mejor equipo de CONCACAF.

Pero resulta que, en México, fueron varios los que celebraron de otra manera. Circuló entonces un vídeo que se hizo viral en internet y podemos ver en el canal de Youtube La Calle TV Official. En él  aparecen grupos de mexicanos prendiendo fuego a una bandera de Alemania, mientras cantaban y despotricaban en contra de los europeos. ¿Es acaso una acción “de gratis” o simplemente sed de venganza?

Alemania es una selección que encarna a un país siempre acusado de ser prepotente, debido a su pasado histórico. Dos guerras mundiales, millones de muertos y genocidio pesan a las espaldas de una nación a la que nunca le alcanzará el tiempo para arrepentirse de estos oscuros momentos. Estas rivalidades se han extrapolado al campo deportivo y el fútbol, idioma común del continente, ha sido su lenguaje por excelencia.

La rivalidad del estado centroeuropeo comenzó a manifestarse rápidamente con sus vecinos, producto del rencor y resentimiento latentes y fue contra Holanda e Inglaterra cuando se vieron las primeras chispas, que dejaron incidentes como el escupitajo de Frank Rijkaard a Rudi Voeller en el Mundial de 1990.

Los tetracampeones mundiales también sufren mucho los silbidos cuando juegan contra Polonia o contra Rusia fuera de sus fronteras, dos naciones que fueron fuertemente castigadas por el yugo nazi alemán. Pero en la mayoría de las ocasiones, las cosas no pasan de eso.

México jamás había derrotado a Alemania. La última vez que se vieron las caras fue en la Copa Confederaciones 2017, en el mismo suelo ruso, donde Alemania, con un equipo de reserva, terminó liquidando al Tri por 4-1, suceso apuntado por muchos como una vergüenza nacional.

Partido entre México y Alemania en la Copa Confederaciones 2017.

Igualmente, los mexicanos habían tenido un episodio doloroso contra El Salvador en las eliminatorias por CONCACAF, cuando los fanáticos salvadoreños se agolparon a las afueras del hotel donde se hospedaban los aztecas y gritando improperios, poniendo música alta, creando caos en general, le hicieron imposible la noche a los entonces dirigidos por Javier “El Vasco” Aguirre.

A la hora del juego, una pancarta gigante donde se leía “mexicanos hijos de p***” y un ruido ensordecedor, apenas permitió que los visitantes pudieran oír las notas de su himno nacional. Fuera, la gente caminaba con carteles instando a protegerse del “virus mexicano”. Penoso, doloroso. En el juego de vuelta, el himno salvadoreño se escuchó alto y claro en México, y los fanáticos del conjunto local se levantaron y respetaron los acordes patrios del contrario. Una genuina lección de educación.

La lastimosa comparación llega cuando se conocen las reacciones en Alemania, donde decenas de fanáticos mexicanos disfrutaron de la victoria junto a sus pares alemanes, quienes incluso les invitaron a tragos en los bares después de que se consumara la derrota germana, a manera de felicitación.

En un parque de Berlín, donde se habían concentrado los hinchas para ver el juego, al terminarse el mismo los alemanes se sumaron a la euforia de los mexicanos y juntos bailaron, saltaron y tomaron cerveza, sin el más mínimo rastro de confrontación.

Llegar a estos extremos es deshonroso, y los cubanos comprendemos esto. La mayor afrenta que se puede producir contra una nación es quemar su estandarte patrio, símbolo de millones de personas, un acto de soberano irrespeto e incivilización.

Hay muchas maneras de celebrar una victoria en el deporte sin llegar a la violencia o la humillación del contrario. FOTO: FIFA /Getty Images.

A raíz de esto, memes como el de la Canciller alemana Ángela Merkel prometiendo a su homólogo norteamericano Donald Trump que financiaría la construcción del muro fronterizo entre las dos naciones también se han esparcido, aunque muchos dudan que sea la respuesta de los airados fanáticos alemanes.

A veces hay que entender que el fútbol es solo un juego y nada más. Alemania, por suerte, lo tiene claro. Y allá están convencidos de que todos los mexicanos no son iguales. Al menos los verdaderos fans aztecas han sabido pedir disculpas por el vandalismo perpetrado.