La victoria de Estados Unidos ante Venezuela este sábado dibujó una semifinal apasionante frente a Cuba, quien esperaba por el resultado de los cuartos de final. A partir de las siete de la noche de este domingo, en Miami, la selección de la isla tendrá ante sí el partido más importante de la década.
Cuba volverá a una semifinal del Clásico Mundial de Béisbol después de 17 años, cuando accedió a esa instancia en la primera edición del 2006, ante República Dominicana. Sin embargo, el de hoy, supone un valor agregado, pues se trata de dos equipos que tradicionalmente exhiben una gran rivalidad.
Aunque nunca lo había hecho en Clásicos Mundiales, desde el año 1939, ambas selecciones se han enfrentado en 32 ocasiones, principalmente con escuadras amateurs (universitarios) de Estados Unidos. De ellos, la isla ha ganado la mayoría de los partidos, con 21 triunfos y 11 fracasos.
Varios momentos cumbres protagonizaron ambos elencos, quienes por muchos años tuvieron que cargar con cuestiones extradeportivas, pero que sumaban una mayor rivalidad y morbo a cada juego.
Entre los momentos más recordados figura la final del Mundial de 1969, un legendario choque definido en las postrimerías en el estadio Quisqueya, de República Dominica, que para Cuba significó una verdadera fiesta nacional, cuando el Gaspar “Curro” Pérez dieron el título a la isla.
También en Mundiales, otro de los acontecimientos que marcaron la rivalidad de estos equipos sucedió en el Mundial del 88, una de las mejores finales de estos eventos, disputada de punta a cabo por jugadores legendarios de una y otra novena. Cuba terminó agenciándose la victoria tras jonrón de Lourdes Gourriel para empatar y hit decisivo de Lázaro Vargas para concretar el triunfo.
Generalmente, Cuba y Estados Unidos eran habituales en las extintas Copas del Mundo de la Federación Internacional de la disciplina, otrora IBAF. Sin embargo, en Juegos Olímpicos, midieron fuerzas en las ediciones de 1992, 1996, 2000 y 2008. En el caso de Sídney 2000, la rivalidad toco el techo, cuando llegaron a la final.
Por primera vez, Cuba perdía una final de JJOO, pues en Barcelona 92 y Atlanta 96 arrasó con todos sus rivales. No obstante, errores en el manejo del picheo y la calidad del equipo americano, dieron al traste conque los norteños se terminaran imponiendo por blanqueada de 4×0.
Un especial merece el tope entre la selección nacional de Cuba y los Orioles de Baltimore que, a pesar de toda la euforia y la expectativa generada por el hecho de chocar ante un equipo de Grandes Ligas, no fue directamente contra un equipo Estados Unidos.
Indiscutiblemente, nada de eso vale para predecir un resultado en esta semifinal del Clásico Mundial, pues tanto Cuba como Estados Unidos llegan en momentos distintos, pero quizás, nunca estuvieron más cerca de estar, al menos en igualdad de condiciones para jugar béisbol.
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