Alemania es un sitio para siempre ligado a la historia del baloncesto masculino cubano. Allí nuestros jugadores tocaron la gloria olímpica en forma de medalla de bronce. Era Münich 1972 y allí quedó fijado el listón histórico para nuestros basquetbolistas. Nunca antes, ni después, el basket cubano brilló tanto.

Han pasado casi 46 años desde entonces y el país europeo vuelve a sentir el peso de nuestra Isla sobre sus tabloncillos. A fuerza de talento, Yorman Polas, el único cubano que juega hoy en la competitiva Bundesliga de baloncesto, se incluyó recientemente en el equipo All Stars de la competencia germana, donde participan atletas de varios países, incluyendo los Estados Unidos.

Él fue uno de los tantos basquetbolistas cubanos que decidió no esperar por los trámites del INDER para iniciar sus andanzas en competencias profesionales, y desde hace tres años traza su propia historia sin el aval de la Federación cubana de la disciplina.

Polas, ese portento camagüeyano que vimos jugar en nuestra Liga Superior de Baloncesto (LSB), a sus 32 años ha recalado en el Telekom Baskets Bonn, tras un período inicial de dos años jugando para el München Baskets. Ahora, en la vieja capital Federal de la Guerra Fría, Polas sobresale en el quinteto regular.

Sobre su experiencia en el Juego de Estrellas y la posibilidad de representar al baloncesto cubano a nivel de selección, conversó Polas en exclusiva con Play-Off Magazine.

“Verme en el Juego de las Estrellas resultó un reconocimiento a mi trabajo. Sentirme entre los 24 mejores jugadores de la liga fue una experiencia extraordinaria, y muestra que ya me he establecido en una liga con muchos norteamericanos y alemanes de muchísimo potencial y juventud.

“Esta campaña hasta la fecha ha sido muy buena, así que no me asombré cuando me avisaron que estaba en la nómina para el Juego de las Estrellas, la verdad”.

A la distancia queda, en la retina de sus seguidores en Cuba, el último pasaje del “Ciclón” Polas en la LSB: fue una jugada de penetración al aro y un coqueteo de la esférica, un tiro que Polas había hecho miles de veces en Cuba y miles de veces había anotado con facilidad, pero que aquella noche no entró y privó a los Tigres de Camagüey de sacudirse del dominio de los Búfalos de Ciego de Ávila, sempiternos campeones cubanos de la última década.

Lo cierto es que Polas, por su físico y su técnica, descolló en la LSB y formó parte de una generación que agrupó en Camagüey un equipo en el que se encontraban también Yordanis Jaca, Yordanis Ramos y Leonel Batista; una plantilla que hizo tambalear el dominio de Capitalinos y Avileños, y que finalmente terminó despedazada por la migración.

Tras su paso por la competencia cubana y ya establecido en el equipo nacional, el atleta decidió buscar nuevas aventuras en el viejo continente.

“En tres meses ya tenía la liberación de los directivos cubanos. Pero, ¿sabes? cuando volví sentí cierto recelo, como si nunca hubiese aportado nada. No me gustó cómo me miraron. Pero bueno, cosas que pasan y no guardo ningún rencor. A mí me encantaría jugar nuevamente en el equipo Cuba”, asegura vía Facebook durante su tiempo de descanso.

Yorman Polas, a la izquierda, en supaso por la Bundesliga.

¿Cómo asumiste el reto de jugar en Alemania?

“Llegar aquí sin el idioma es bastante duro. Al principio tuve que aprender y enfocarme al alemán, pero ya con el tiempo me tuve que dedicar a dos idiomas a la vez, alemán e inglés sin tener que olvidar el mío.

“Con respecto al trato no es tan difícil. Una vez que estás en un equipo todos son familia porque se trabaja por un mismo objetivo que es tener un buen resultado”.

¿Notaste algún cambio en el aspecto técnico táctico?

“El nivel es muy diferente al de Cuba, pero cuando llevas el basket por dentro te acostumbras muy rápido al nivel. El entrenador solo me pide estar enfocado para dar mi mayor rendimiento.

“Pero lo fundamental es saber que ya eres un profesional, cualquier titubeo te quedas sin trabajo”.

Polas afirma ser el único cubano-alemán en la liga y que logró abrirse paso al “aprovechar habilidades y potencialidades. Además, me empeño con fuerza y trabajo muy duro año tras año; cada resultado individual no solo mejora al equipo sino también a ti mismo, y creces en confianza”.

¿Asumiste otra nacionalidad?

“En la Bundesliga [al igual que en otros certámenes europeos y latinoamericanos de este deporte] existe una restricción del número de extranjeros por equipo. Solo seis. Así que, tras ordenar mis papeles, hice la ciudadanía alemana y ello me da facilidades en la propia competición y el equipo como tal. Juego como nacional, no como extranjero”.

¿Ello te impide representar a Cuba en competiciones a nivel de selección?

“Claro que no, ello no lo prohíbe en absoluto. No tengo limitaciones, pero como los directivos del INDER no han presentado ningún interés en que yo juegue por Cuba tampoco les he mostrado que tengo interés. Pero sí, me gustaría jugar por Cuba una vez más”.

Polas se ha convertido en un referenye dentro del Telekom Baskets Bonn. FOTO: Tomada de www1.wdr.de

Un resumen de la liga.

“Impresiona que es muy competitiva entre los 18 equipos. Sistema de todos contra todos. Se requiere el máximo de concentración, pues se juega con mucha seriedad, y el calendario es muy, muy exigente.

“No he tenido problemas con las lesiones. He aprendido que no puedo hacer desarreglos y debo mantenerme siempre enfocado. Necesito demostrar siempre que pertenezco a esta liga, a este nivel”.

Hoy, con escasas horas de transmisión en la televisión cubana de lo mejor del baloncesto del mundo, entiéndase NBA y no solo la Euroliga, sería saludable ampliar los espacios dedicados a este deporte. Una mejor planificación mediática, tal vez, incitaría a los chicos a tirar más pelotas a los aros, como sucedió en la década de los 90 cuando la LSB era un espectáculo digno de seguir y que repletaba gradas en toda la Isla.

Con las nuevas políticas del INDER corren tiempos de varios jugadores cubanos en competiciones profesionales al sur de nuestro continente; sin embargo, como en otros deportes, algunos atletas que se gestionaron contratos por diversas vías, siguen deseosos por representar a nuestro país sin encontrar respuestas positivas por parte de los directivos del deporte en Cuba.

Ese es también el caso de Yorman Polas, un All Stars del baloncesto en Alemania que aguarda, mientras el reloj de posición casi rebasa los 24 segundos.