De eso no tenemos dudas: en tiempos donde la ofensiva continúa apoderándose de la Serie Nacional del béisbol cubano, debatir sobre los lanzadores se ha convertido en uno de los temas menos recurrentes.

La primera razón es que los bateadores registran línea ofensiva de .298/.387/.421 (BA/OBP/SLG), producción que ha elevado hasta 5.7 el promedio de carreras por partido de un equipo. Además, se batea un jonrón cada 22.6 elevados o líneas conectadas, y el 25.7 por ciento de los 10.5 hits que se batean por cada nueve innings, alcanzan categoría de extra base.

Por si fuera poco, a estas alturas, cuando se han jugado el 80 por ciento de los juegos (480 de 600) en esta 61 Serie Nacional, aún se han lanzado 70 boletos más (4,236) que ponches (4,166), valores que demuestran cómo la ofensiva está dictando sentencia sobre los lanzadores.

A día de hoy, probablemente el PCL (promedio de carreras limpias) de un lanzador sea la estadística que menos nos ayude a definir qué pícher ha sido más dominante. ¿Por qué podríamos asegurarlo? Esta es parte de otra conclusión que a veces se subvalora: el trabajo de la defensa. Para un monticulista, la capacidad defensiva de los jugadores a su alrededor podría ser capaz de definir el destino de varias bolas puestas en juego por sus oponentes.

En esta temporada ha sucedido con frecuencia que, lanzadores con un alto porcentaje de rollings permitidos, se han visto expuestos a una alta probabilidad de hits soportados. Obviamente, no todas las conexiones de rolling son fildeables por los jugadores del infield, pero un mejor posicionamiento y jugadores más hábiles en cuanto a rango de cobertura y potencia en el brazo, ayuda a reducir las probabilidades de hit.

¿Con qué lanzador podríamos debatir sobre esto? El diestro de Industriales, Marcos Ortega, ha soportado promedio de .340 cuando le conectan de rolling, y es el lanzador más afectado de toda la liga entre los 48 calificados con al menos 100 batazos permitidos.

Así es, desde el preciso momento en que un pícher admite una bola puesta en juego, las probabilidades de controlar a sus oponentes son mínimas ¿Qué tendencias pueden cambiar esto? En primer lugar, la capacidad de ser ponchador es un valor agregado fundamental, pero también el efecto que logre con sus picheos, sobre todo para evitar los contactos fuertes.

Pensando en todo esto, introduje una métrica de creación propia llamada CONTROL+: el control del juego de los lanzadores sobre el nivel de la liga en esta Serie Nacional 61.

¿Cómo se calcula el CONTROL+? Es sencillo, y creo que será una métrica interesante para dar valor a varios lanzadores, aunque no contemos con tecnología en el béisbol cubano. En primer lugar, como hemos analizado aquí, será importante ubicar tres aspectos que influyen en el éxito de un lanzador:

  1. Los ponches, que evitan el contacto y el gran por ciento de ellos aporta outs.
  2. Los jonrones permitidos, que le ofrecen una carrera directa al bateador.
  3. El slugging por cada bola puesta en juego, complemento que ayuda a dar peso a los diferentes hits.

Vamos a mezclar estos tres medidores básicos, pero atribuyendo el valor individual en comparación con las tendencias de la liga. O sea que, en lugar de utilizar la cantidad de ponches, jonrones permitidos y algún promedio revelador — pensé que el slugging sería oportuno—, combinaremos SO+, HR+ y SLC+. En todos esos casos, estos han sido los registros promedio: 11.0% SO, 1.7 HR% y .470 SLC+.

Quizás no te has familiarizado con SLC, que es simplemente el promedio de slugging, pero ajustado a la cantidad de bolas puestas en juego de los bateadores oponentes, y no al acumulado de veces al bate ante un pícher. De esa forma, SLC ofrece más veracidad cuando intentamos investigar qué lanzador es más afectado por los diferentes hits que permite, desde sencillos (de una base) hasta jonrones (de cuatro bases).

Y, por supuesto, el SLC siempre estará unos puntos por encima del SLG tradicional, recuerda, porque la división es entre BIP (bolas puestas en juego) y no por VB (veces al bate).

Con esas tres estadísticas plus, sumamos SO+ y SLC+, porque están diseñadas para ofrecer la puntuación de cada uno de los lanzadores en comparación con el promedio de la liga. Luego le restamos HR+, multiplicamos todo por la cantidad de bateadores enfrentados y dividimos entre 1000—un truco para rebajar a escala del 1 al 100 el CONTROL+— y, finalmente… ¡Ya tenemos a parte de los lanzadores más dominantes e independientes en esta 61 Serie Nacional!

¿Listo para sorprenderte con algunos nombres? ¡Aquí vamos con el Top-5!

CONTROL+

LanzadorTEAMTCONT+SLC+SO%+HR%+GB%BAGBCS%CS+
1-Yera Montalvo, YoennisMTZZ91.2114+248+22+58.3%.28635.3%245+
2-Socarras Suarez, YuenSSPD77.7115+172+37+44.9%.28425.0%174+
3-Viera Álvarez, Carlos JuanLTUD70.4109+171+55+62.4%.2459.7%67+
4-Casanova Callaba, ErlyPRID68.3140+134+40+65.6%.17713.8%96+
5-Zerquera Felipe, ArielSSPZ67.4173+83+0+58.4%.1788.0%56+
Estadísticas: El autor.

Leyenda: SLC+: Slugging en contacto por encima del promedio. SO%+: Tasa de ponches por encima del promedio. HR%+: Tasa de jonrones permitidos por encima del promedio. GB%: Porcentaje de rollings permitidos. BAGB: Promedio de bateo en sólo conexiones de rolling. CS%: Porcentaje de carreras sucias permitidas por el lanzador. CS+: Porcentaje plus de carreras sucias.

Yoennis Yera (Matanzas): 91.2 CONTROL+

La tendencia más poderosa: Como puedes apreciar, Yera registra un impresionante 248 SO+, protagonizado por su tasa de 10.1 K/9, bastante por encima del promedio de 4.5 en esta 61ra Serie Nacional.

Un ajuste que señalar sobre el efecto de su mezcla: Aún sigue permitiendo una alta tasa de roletazos, pero ¿Has visto el éxito de sus oponentes en esa estadística? Le batean .286, 10 puntos por encima del promedio de la liga (.276) ¿Te imaginas que Matanzas le hubiese fildeado con más alcance y mejor posicionamiento a Yera?

Yuen Socarrás (Sancti Spíritus) 77.7 CONTROL+

La tendencia más poderosa: Sus oponentes le batean más elevados que rollings y, aun así, puedes ver el resultado de sus armas, encabezadas por una slider que aún hace estragos: ha admitido apenas .158 de promedio en contacto y 81 OPS+.

Un ajuste que señalar sobre el efecto de su mezcla: Socarrás no ha sido bien defendido por los Gallos. De hecho, el equipo le está fildeando apenas .963, pero he aquí el peor resultado proveniente del trabajo defensivo de los Gallos: el 72.7% de las 11 pifias han costado carreras.  

Carlos Juan Viera (Las Tunas) 70.4 CONTROL+

La tendencia más poderosa: El apoyo defensivo de los Leñadores ha sido generoso con Viera, fildeando .985 de promedio, pero es justo destacar que el astro tunero ha respondido a la altura. Con tasas de 7.3 K/9 y 3.0 BB/9, Viera acumula la tercera cifra más alta de ponches sobre boletos (59), y ha admitido 62.4% conexiones de rolling. Al ritmo de ese impresionante control, sus oponentes le han promediado sólo .321 OBP, y los bateadores zurdos un deficiente .297 en 103 enfrentamientos.  

Un ajuste que señalar sobre el efecto de su mezcla: Su cambio de velocidad cada vez gana más protagonismo en su repertorio. Cuando encuentras algunas joyas como estas, es fácil percatarse cómo Viera superó el reto de varios swings: Fue el segundo pícher con más porcentaje de rollings permitidos al infield (86%), entre lanzadores que han admitido al menos 120 rollings. Esa tasa, exhibe a toda luz cómo el movimiento de los lanzamientos de Viera se hace tan difícil de golpear en la liga cubana.

Erlis Casanova (Pinar del Río) 68.3 CONTROL+

La tendencia más poderosa: El efecto de sus lanzamientos siguen conduciendo inevitablemente a que la oposición conecte de rolling. El 65.6% de Erlis parece increíble—147 rollings de 224 conexiones permitidas—, pero el punto más satisfactorio es que los Vegueros han apoyado con un exquisito trabajo defensivo. De hecho, aparte de ser el lanzador que más induce a batear roletazos en esta campaña, Erlis también tiene a su favor que sólo el 17.7% de esos batazos han sido hits, la tasa más baja entre 51 lanzadores calificados.

Un ajuste que señalar sobre el efecto de su mezcla: Los bateadores zurdos aún parecen ser el gran problema para Erlis.Aquí puedes notar algunas diferencias:

-vs. BD: .197/.259/.286 (.545 OPS), .229 BABIP, 15.5 K%, 6.6 BB%

-vs. BZ: .263/.344/.298 (.642 OPS), .306 BABIP, 12.3 K%, 9.2 BB%

El slugging se ve bastante parejo, pero las diferencias entre el promedio de bateo y el OBP, elevan el OPS casi .100 puntos más (.097). También los bateadores zurdos se ponchan menos ante Erlis, obtienen más boletos y los swings produjeron un average de bolas puestas en juego considerablemente superior.

Ariel Zerquera (Sancti Spíritus) 67.4 CONTROL+

La tendencia más poderosa: Su repertorio ha sido, podría decirse, totalmente desconocido. Indescifrable, y lo más misterioso es que no se trata de la velocidad, porque el gran efecto Zerquera lo ha traído con sus lanzamientos secundarios.

Es imposible saber cuál ha sido el promedio de sus oponentes en la velocidad de salida de cada bola puesta en juego, porque la Serie Nacional aún está lejos de poder implementar tecnología actualizada en función del béisbol cubano. Sin embargo, hay valores que te revelan algunas tendencias interesantes: Zerquera, entre la extensa lista de 51 lanzadores calificados que han encontrado una dosis de éxito en varios lanzamientos, ha sido el pícher menos vulnerable a permitir conexiones fuertes.

De hecho, deberíamos decir “a permitir éxito en las conexiones de sus rivales”, ya que, tras 202 bolas puestas en juego, le están bateando sólo .114 BAC (promedio en contacto, ajustado a la cantidad de conexiones admitidas, no a la cantidad de hits por cada vez al bate).

No ha permitido ningún jonrón, sus 264 oponentes le promedian esta pobre línea de .207/.322/.248, y no ha habido un “especialista” más dominante en el duelo “zurdo vs. zurdo”, dejando a sus oponentes en .074 BA y .268 OPS.

Un ajuste que señalar sobre el efecto de su mezcla: El comando. Aún sospecho que Zerquera en ocasiones ha lanzado boletos por el hecho de cuidarse demasiado contra determinados rivales en situaciones comprometedoras del juego. Esa también es parte de la estrategia de un lanzador. Obviamente, no creo que ningún pícher desee registrar 10 boletos más que sus ponches — 24 SO y 34 BB ha sido el acumulado de Zerquera—, y esa es una deficiencia en la que el zurdo espirituano deberá trabajar.

Si mejora la localización de sus picheos, probablemente Zerquera termine esta temporada en un puesto más arriba de este Top-5 de lanzadores en mi métrica de CONTROL+.

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