Cada diciembre es un mes de celebración para el pasatiempo nacional y el Consejo Nacional Martiano Béisbol de Siempre no dejó pasar este 29 de diciembre un aniversario más del inicio del primer campeonato oficial de Cuba.
Como una forma de rescatar la memoria de la pelota cubana, una vez más se recordó aquel día de 1878 y se hizo una especie de peregrinación y visita a las tumbas de destacados peloteros.
“El 29 de diciembre de 1878 en el terreno de Siboney, del hoy parque Tulipán, se iniciaron de forma organizada los campeonatos de nuestra pelota, con un partido entre los equipos Almendares y Habana que, al margen del abultado marcador, 21 corridas del Habana por 20 del Almendares, inicio una clásica rivalidad que duró hasta el final de la Liga Cubana profesional”, leyó en la conmemoración José Antonio Pérez Hernández, secretario del Consejo Nacional Martiano Béisbol de Siempre de la Sociedad Cultural José Martí.
Como mismo recordaron los presentes, en 1940 se declaró esta fecha como “Día del Béisbol” y a partir del año siguiente se comenzaron a realizar las ceremonias de exaltación de los jugadores conmemorando esta efeméride, al ya existente Salón de la Fama, desde el año 1939.
“Con la desaparición de La Liga Cubana de Béisbol Profesional terminaron tanto las exaltaciones al Salón de la Fama como las conmemoraciones por el Día del béisbol. Nosotros, el Consejo Béisbol de Siempre de la Sociedad Cultural José Martí, rescatamos la conmemoración de esta fecha con una majestuosa actividad en el 2018, realizada en el parque Tulipán, lugar del memorable primario encuentro y luego nos trasladamos a esta necrópolis para colocar jardineras alegóricas a los destacados jugadores José Méndez y Cristóbal Torriente. En el 2019 efectuamos una no menos importante ceremonia en la tumba de Esteban Bellán donde colocamos una jardinera en recordación a este pionero de nuestro pasatiempo nacional”, explican.
Por eso, en esta ocasión, no permitieron tampoco que pasara por alto la fecha y realizaron una peregrinación hacia donde reposan destacadas figuras para el pasatiempo nacional como Emilio Sabourín , Cristóbal Torriente, José Méndez, Esteban Bellán, Nemesio Guilló, Abel Linares y también se quiso rendir el inolvidable Ismael Sené.
Compartimos a continuación parte de las palabras leídas en el acto, en las cuales se describe la trayectoria de estas figuras homenajeadas en este 29 de diciembre.
Nemesio Guilló
El recorrido inició por donde reposan los restos de Nemesio Guilló Romaguera quien vivió entre 1848 y 1931, joven habanero que estudió en los Estados Unidos y trajo a Cuba los primeros implementos del béisbol. Nemesio es una figura célebre de la pelota cubana, fue pelotero y miembro de la Junta Directiva del Club Habana. Participó en tres temporadas de la Liga General de Base Ball de la Isla de Cuba, con el Habana y con el Ultimátum. Defendió el jardín derecho del Habana, en el primer desafío de la Liga, el 29 de diciembre de 1878.
Se calcula que fue en 1864 cuando introdujo los implementos en el país, y enseguida se pusieron a jugar, aunque solo lo hacían fongueando. Ellos jugaban frente a los baños del Vedado, donde se ubica hoy el Circulo Social José Antonio Echevarría. En 1868 se creó el Club Habana, con doce integrantes. Según Nemesio, citado por Félix Julio Alfonso en La esfera y el tiempo, “fueron veinticinco cubanos entusiastas, todos ellos muchachos que regresaban de los colegios americanos, los que fundaron el glorioso team rojo”. Fue exaltado al Salón de la Fama del Béisbol Cubano en 1948.
Abel Linares
Abel Linares, fallecido en 1930, fue mánager y empresario habanero. Dirigió el Club Almendares durante cuatro temporadas de la Liga General de Base Ball de la República de Cuba, y obtuvo un título en 1905, un segundo lugar en 1906, y dos terceros lugares en 1903 y 1904. Se dedicó a organizar el béisbol a fines del siglo XIX. Le compró a Manuel Camps los derechos de los All Cubans y los convirtió en Los Cuban Stars en los circuitos independientes de color en los Estados Unidos, donde creó muchos vínculos e influencias. Llegó a ser tesorero, representante y presidente de la Liga Cubana.
Fue Delegado del Fe en 1908 y luego adquirió el Almendares y el Habana. Promotor del primer equipo cubano que realizó una gira por los Estados Unidos, a inicios del siglo XX. Fue un empresario muy emprendedor, que hizo una considerable fortuna, pero colaboró con el auge del béisbol en la Isla. Arrendatario del Almendares Park, dueño de los equipos más emblemáticos, y quien mantenía los contactos con el béisbol de los Estados Unidos, un verdadero zar de la pelota cubana. Dio un golpe espectacular, al invitar a Babe Ruth a jugar en La Habana, en 1920, y le pagó honorarios fabulosos para la época.
Ismael Sené
Aquí en este lugar donde junto a su esposa descansan parte de las cenizas de nuestro inolvidable Ismael Sené Alegret rendimos tributo a su memoria. Como recodaremos todos, amaba tanto el béisbol que pidió sus cenizas fueran esparcidas en el Latino y además junto a sus familiares, las llevamos al legendario Palmar de Junco, en el día en que fue exaltado al Salón de la Fama de ese más antiguo estadio en activo. Pero es aquí donde hoy podemos rendir tributo en días posteriores a su aniversario 83 de su natalicio y próximo al primer año de su partida física, porque los que aprendimos de él, lo tendremos presente siempre.
Que decir de nuestro Viejo, Maestro. Conocido por todos como la Enciclopedia del Béisbol Cubano, por sus profundos conocimientos, su prodigiosa memoria y simpáticas anécdotas sobre nuestro pasatiempo nacional.
Maestro, hoy aquí te prometemos que seguiremos luchando con todas nuestras fuerzas por defender la mayor pasión de tú vida, el Béisbol Cubano.
José Méndez Báez
José Méndez Báez, quien vivió entre 1888 y 1928, fue lanzador y torpedero, participó en trece temporadas de la Liga General de Base Ball de la República de Cuba entre 1908 y 1927. En noviembre de 1908 fue seleccionado para abrir un juego contra Los Rojos de Cincinatti, de las Grandes Ligas, que visitó Cuba. Méndez lanzó de forma tal que dio lechada de un hit a aquel “trabuco”. Pero la cosa no paró ahí. El tope estaba pactado a tres desafíos; Méndez se ganó el derecho de lanzarlos todos. Les colgó veinticinco escones consecutivos. Cuentan que la hazaña de Méndez ante el Cincinatti hizo exclamar al mánager del Team Visitante: «Si me lo pintan con cal me lo llevo a los Estados Unidos”.
Precisamente, a este hombre, debe su apodo, pues al regresar a los Estados Unidos declaró: “He visto en Cuba un Diamante Negro». También se desempeñó en las Ligas Negras, donde actuó como manager de los Monarcas de Kansas City y obtuvo las coronas de 1923, 1924 y 1925. Murió solo, enfermo de tuberculosis, casi olvidado. Fue seleccionado entre los cien Mejores Atletas del siglo XX en Cuba. En 1939 fue elevado al Salón de la Fama del Béisbol Cubano, en la primera exaltación. También fue electo al Salón de la Fama de Cooperstown, en 2006.
Cristóbal Torriente
Cristóbal Torriente, Jardinero central. Nació en Cienfuegos, en 1895, y falleció en Ibor City, New York, en 1938. Uno de los más grandes jugadores cubanos de cualquier época. Participó en doce temporadas de la Liga General de Base Ball de la República de Cuba entre 1913 y 1927. Se hizo célebre cuando el 4 de noviembre de 1920 conectó tres jonrones ante el equipo de Grandes Ligas Los Gigantes de New York, que traía en sus filas al gran Babe Ruth, en el Almendares Park. Bateador de bolas malas, con extraordinario poder. Estuvo en diferentes equipos de las Ligas Negras, donde le dio fuerte a la bola, con promedios ofensivos que alguna vez sobrepasó los .400.
A la defensa también fue sensacional, al extremo de desalojar a jardineros de primer nivel de la pradera central. Torriente no supo cuidarse, bebió demasiado y murió tuberculoso a los 43 años de edad, en la ciudad de New York. Su cadáver fue enviado a La Habana, donde se le dio sepultura envuelto en una bandera cubana. En 1939, año de su fundación, fue elevado al Salón de la Fama del Béisbol Cubano. También fue electo al Salón de la Fama de Cooperstown, en 2006.
Esteban Bellán
Esteban Bellán. Receptor y jugador de cuadro. Nació el primero de octubre de 1849 en La Habana, y falleció aproximadamente en 1902.De una familia adinerada, que le permitió ir a estudiar a los Estados Unidos en 1863. Jugó en la Liga General de Base Ball de la Isla de Cuba, con el equipo Habana en cinco temporadas. En 1874 había anotado siete “corridas” en el histórico juego contra Matanzas, celebrado el 27 de diciembre de ese año, en el Palmar de Junco, donde conectó 3 jonrones, el primero en la isla que lo logró.
Defendió la receptoría del Habana, en el primer desafío de la Liga Cubana el 29 diciembre de 1878. Como jugador estuvo siempre con los Rojos desde 1878 hasta 1886, y en cada una de sus cinco temporadas jugadas siempre se coronó con los habanistas. Está reconocido como el primer cubano y latinoamericano que jugó pelota profesional en los Estados Unidos, en la Asociación Nacional, antes que se conformaran las actuales Grandes Ligas.
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