Hace solo unos días estalló el más reciente escándalo que involucra a la pelota en Cuba y tiene que ver con la preselección al equipo nacional o la penosa situación por la que atraviesan los jugadores del equipo Granma.
Imagina este escenario: una liga de béisbol sin un sindicato de peloteros. Los jugadores podrían enfrentar condiciones laborales injustas, sueldos bajos y nula representación en las decisiones que afectan su carrera. Exacto, así sucede en Cuba, lamentablemente.
Aunque sería casi imposible de concretar teniendo en cuenta el contexto cubano, una institución de este tipo repercutiría positivamente entre la comunidad de jugadores que todavía queda en la isla.
Un sindicato de peloteros busca equilibrar el poder entre los jugadores y los dueños de los equipos, en el caso cubano, el INDER, la Comisión, la Federación o los dirigentes.
Un sindicato de peloteros no solo negocia salarios justos para los jugadores, sino que también lucha por beneficios esenciales como condiciones de trabajo seguras, atención médica de calidad y programas de retiro.
Además, el sindicato puede abogar por la creación de reglas que protejan la integridad del juego y de los jugadores, políticas antidopaje, etc.
Una de las razones clave para tener un sindicato es la negociación colectiva. Los peloteros, al unirse en un sindicato, pueden negociar en grupo para obtener mejores condiciones de trabajo. Esto evita que los jugadores sean tratados individualmente y brinda una voz unificada para abogar por sus intereses.
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Una liga como la cubana, sumida en constantes cambios de estructura, calendario, cantidad de juegos, equipos, deja a los peloteros sin un instrumento legal para participar en la toma de decisiones pues, al fin y al cabo, son ellos quienes brindan el espectáculo.
Es por ello que un sindicato de peloteros brindaría a los jugadores la oportunidad de ser parte de estas decisiones. Sus opiniones pueden influir en cómo se desarrolla la liga y cómo se adapta a las necesidades cambiantes de los jugadores y los fanáticos.
No solo se trata de negociaciones y contratos. También puede construir una comunidad sólida entre los jugadores. Los peloteros comparten desafíos y experiencias similares, y el sindicato puede proporcionar un espacio donde puedan apoyarse mutuamente y compartir conocimientos.
Un sindicato fuerte también puede contribuir al desarrollo del deporte en su conjunto. Puede impulsar iniciativas de responsabilidad social y fomentar la participación de jóvenes talentos en el béisbol.
Además, al garantizar que los jugadores estén satisfechos con sus condiciones laborales, el sindicato puede atraer a más talento al deporte, mejorando la calidad del juego en general.
El Legado de la MLB
La historia de la MLB y su sindicato es un ejemplo de cómo una asociación sólida entre los jugadores puede moldear el destino de un deporte. A lo largo de los años, el sindicato de peloteros de la MLB ha trabajado para garantizar derechos laborales, salarios justos y un ambiente competitivo.
Su influencia se ha extendido incluso más allá del campo de juego, afectando la cultura del deporte y la relación entre los fanáticos y los jugadores.
Un sindicato de peloteros en una liga de béisbol es esencial para equilibrar el poder, asegurar condiciones laborales justas y brindar una voz a los jugadores en las decisiones que afectan su carrera y el deporte en general.
Al igual que en la MLB, un sindicato puede ser un defensor vital para los jugadores, ayudándolos a obtener lo que merecen y a contribuir al crecimiento y la prosperidad del béisbol. Así evitaríamos escenas como las de estos días, que nada de bien le hacen a la pelota cubana.
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¡Qué cómico! ¿Será que ese sindicato defenderá el derecho de sus miembros? ¿No será como los demás?
Es para desmayar de la risa,
el sindicato solo se interesa por el cobro mensual de sus afiliados.
El béisbol necesita una inyección de dirigentes con interés de echar andar lo que ellos mismos desintegraron, quienes sientan amor por el deporte y no por sus bolsillos, mientras piensen que el Bloqueo es quien le hace daño al béisbol olvidó que en Febrero del 62 Kennedy firmó la desafortunada Ley y de desde esa fecha Cuba tuvo el mejor equipo de béisbol del mundo hasta que comenzaron los inventores que solo conocen de ese deporte porque han visitado un estudio o leen lago sobre el mismo, aglutinar, estimular y a quienes dejan la piel sobre el terreno
El sindicato de peloteros, en el caso de la MLB, hace referencia a la Asociación de Jugadores de la MLB, y no se rige por la propia MLB, ni hace lo que indica el comisionado de forma autoritaria. De hecho, es uno de los sindicatos más fuertes del deporte a nivel mundial.
El béisbol cubano lo que necesita es:
1. Hombres que conozcan de béisbol y sepan hacer buenas captaciones de prospectos. Ojo: que no sea por familiaridad o amiguismo.
2. Buenos preparadores físicos, actualizados según el sistema utilizado para ese fin a nivel mundial.
3. Buenos preparadores del pensamiento técnico-táctico, tanto de los lanzadores como de los bateadores.
4. No guiar al picheo desde el dogaut. Hay que darle cobertura al lanzador a que piense, se equivoque, se enrede, y sepa desenredarse por sí solo. Esa es una forma de tronchar el pensamiento de los pichers. Sobre todo a los novatos.
5. Quitarse la idea de la tal representatividad de las provincias en la Serie Nacional. Hay peloteros en demasía y nunca tendrán rendimiento. Eso choca contra el buen béisbol. Ojo: en Cuba hay quienes les van al Real Madrid y no son españoles; incluso, muchos no juegan ni fútbol. Moraleja.
6. No quitar un picher cuando esté enredado por el sólo hecho de preservarle su PCL. Ese mismo picher cuando vaya a un campeonato internacional es el que no sabe qué hacer cuando esté enredado.
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