Una pobre ofensiva y dos entradas fatales condenaron al equipo cubano, que perdió su primer juego en la Copa Mundial Sub-23 con sede en Taiwán ante Puerto Rico.

Cinco carreras de los boricuas, unidas al escaso desempeño con el madero de la alineación cubana, marcaron el debut del conjunto, cuyos lanzadores flaquearon en dos momentos puntuales.

Según Jit, Alain Álvarez, director del equipo, declaró que no le «preocupa este inicio silencioso de la ofensiva porque es normal la presión que ejerce un primer juego en las filas del plantel. Para el segundo choque debemos esperar que los muchachos salgan diferente y seguiremos con el plan que diseñamos desde Cuba».

El primero de los capítulos fatídicos llegó en el cuarto episodio, cuando se unieron un error en fildeo del inicialista Pedro Pablo Revilla, más tres hits para que tuviera que salir del montículo el abridor Naykel Cruz, quien venía caminando bien.

Marlon Vega, su sustituto, trabajó hasta la séptima entrada, cuando cayeron dos carreras por doblete con corredores en base.

En ese mismo ininng, Puerto Rico anotó una más pues Andy Vargas dejó la casa llena y Alex Guerra cometió wild.

Por Cuba, que solo conectó par de hits, la mayor amenaza fue en ese séptimo episodio, «al llenar las bases con un out, mas se poncharon de forma consecutiva los emergentes Carlos Monier y Bryan González».

El equipo que representa al béisbol cubano en la categoría sub-23 enfrentará a Australia en el segundo juego, con fecha para este viernes 10:00 p. m. en Cuba), con el lanzador Roberto Hernández como la elección antillana.

Imagen cortesía de Yuhki Ohboshi