Durante años, se ha visto —y sin dudas seguirá sucediendo— que los peloteros son favorecidos de cierta manera por los anotadores oficiales cuando juegan como home club. Sucede que, por ejemplo, varios de los 4,256 hits del mismísimo Pete Rose no fueron totalmente limpios.

Por esa misma razón, las bases por bolas, los ponches y los jonrones son llamados “resultados verdaderos”, ya que ningún anotador oficial puede imponer su punto analítico. En el béisbol cubano, desde hace varios años, la tendencia de anotar hits “regalados” y al mismo tiempo “quitar” pifias evidentes ha sido un mal de fondo ya arraigado. Sin embargo, más allá de esa acusable manera de boicotear la historia escrita de la pelota cubana, en la actualidad se están viendo peores casos en la Serie Nacional.

Sí, ya ni siquiera el tema es que se haya anotado un hit por un error, o un passed ball por un picheo salvaje. Ahora las injusticias han tomado mayor categoría, llegando a otro nivel. De hecho, el “rolling por debajo de las piernas” esta vez, supera incluso el penoso show del cual fue víctima el estelar jardinero de los Gallos de Sancti Spíritus, Frederich Cepeda, cuando celebró el pasado miércoles su doble 400 (¡eran 399!) debido a un error de actualización de la página oficial del béisbol cubano.

¿Qué sucedió? Probablemente lo que usted nunca haya visto si sigue la pelota cubana desde pequeño… ni usted, estimado lector, ni los más fanáticos al béisbol entre sus familiares: al líder actual en carreras impulsadas, el primera base de Industriales Lisbán Correa, quien aparece empatado (erróneamente) con 69 empujadas junto al granmense Guillermo Avilés, le quitaron una remolcada en la pasada subserie ante los Huracanes de Mayabeque.

Gracias a la observación de varios aficionados que delataron la situación, se pudo apreciar el penoso error de anotación: con bases llenas en el final del sexto capítulo y en cuenta de tres bolas y dos strikes enfrentándose al relevista de Mayabeque Diosvel Nápoles, Lisbán Correa recibió la cuarta pelota mala.

En el video se ve claramente cómo una recta de 92 mph de Nápoles se le escapa al receptor Luis Fernández, y se convierte en la cuarta bola. Sin embargo, vea la confusión y el imperdonable error cometido:

En lugar de anotar la base por bolas y a su vez una empujada más para los registros de Correa, la cuarta pelota mala se plasmó como un “wild pitch”. ¡Increíble! Acto seguido, como Correa se fue lentamente hacia la inicial, al parecer la confusión de los anotadores oficiales siguió y entonces se le apuntó una base intencional que nunca sucedió.

Debido a esa pifia, ahora podemos ver cómo Lisbán Correa y Guillermo Avilés iniciarán sus respectivos enfrentamientos de este domingo con 69 CI, cuando en realidad el inicialista de los Leones suma 70.

Sí, cuando parecía que el doble ‘fantasma’ de Frederich Cepeda le había puesto la tapa al pomo, ahora este nuevo suceso de récords y anotaciones que involucra al bateador más sensacional de este año hace preguntarnos de nuevo: ¿Hasta cuándo seguirán pasando estas cosas en la ya depauperada Serie Nacional Cubana?

Ojalá que, para Correa, quien con sus descomunales batazos ha despertado el interés de los Tigres de Aragua de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional, al menos un borrón a tiempo corrija esta pifia en su gran temporada de 2020.

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