Restan unas horas apenas para que comience el Challenger Cup 2022, el evento fundamental del año y más esperado, en el que están puestas la mayoría de las aspiraciones de la selección nacional masculina de voleibol.

Desde hace más de un año se puede decir que tanto los jugadores como la comisión técnica de Cuba tenían este torneo en la mira. Ganarlo significa volver a rozar con la élite del voleibol mundial para el próximo año, pues estaríamos consiguiendo el único cupo en disputa para la Liga de Naciones 2023.

Lo que si no se tenía previsto es que el combinado de la isla llegara con dos ausencias notables al importante evento, como son las de Robertlandy Simón y Liván Osoria, quienes no pudieron realizar el viaje, y molestias hasta hace unos días de jugadores como Marlon Yant y Roamy Alonso.

Además, la imagen mostrada en los más recientes torneos por el equipo cubano no ha sido la mejor, y aunque se mantienen invictos hasta la fecha, en el Final Six de México celebrado a mediados de este mes, las carencias de Cuba fueron evidentes.

Pudiésemos hablar del comando del DT del equipo, Nicolás Vives, o la falta de una estrategia para revertir situaciones complicadas, o el estado de forma de ciertos jugadores y la preparación de cara a todos estos torneos, pero tenemos que poner la vista sobre lo que se viene, y, a pesar de estas deficiencias, la selección nacional sigue siendo la favorita para imponerse al resto de rivales.

En la madrugada del próximo día 28 se estarán enfrentando a Chile, el cual sería su debut en el Challenger Cup 2022. Hace apenas unos días los muchachos cayeron derrotados ante los anfitriones coreanos en tres sets en un tope amistoso, luego de más de 48 horas de vuelo y 12 horas prácticamente de diferencia horaria.

Aunque no es motivo de preocupación por las condiciones mencionadas, veremos posiblemente si fue un presagio o solo un susto el día 30 de julio, cuando se enfrenten presumiblemente a República Checa, otro de los favoritos del torneo y con jugadores en ligas europeas como Francia.

Para la final del día 31, a la que esperemos que se haya llegado, debe esperar Turquía, con la mayoría de sus atletas en su propia liga, la cual goza de buen prestigio a nivel internacional, además de contar con el opuesto Adis Lagumdzija, quien se desempeña en la Superliga italiana.

Por nombres, la selección nacional de Cuba no debe tener problemas para salir victorioso en el torneo, pero esto es un deporte como el voleibol, en el cual influyen muchísimos más factores que el talento de los jugadores. Por tanto, habrá que esperar, y que los muchachos den el extra para ganar un torneo el cual saben que representa mucho, incluso más que el Mundial.

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