Para quienes escuchaban sus comentarios de los grandes eventos futbolísticos, dejó de ser Eduardo Biscayart para convertirse, simplemente, en “Don Bisca”, una voz que quedó unida a las “noches mágicas” de Champions y los partidos legendarios.

A veces, más que los goles o momentos inolvidables, los aficionados recuerdan sus palabras, o al gran narrador Luis Omar Tapia, quien solía decir: “Cuando Don Bisca habla, es porque sabe”.

Eduardo Biscayart ha tenido una fructífera carrera en la televisión en algunas de las grandes cadenas del mundo como ESPN, Univisión, GolTv, Fox Sports y BeIN Sports.

Este periodista argentino, quien nació en Buenos Aires el 1 de noviembre de 1969, tiene un vínculo con Cuba y su deporte que se remonta a los años 90. Ese lazo no llegó precisamente mediante el fútbol, sino por otro deporte que también es su pasión.

Play-Off Magazine conversó con Eduardo Biscayart, “Don Bisca”, sobre su vida y, por supuesto, sobre deporte.

¿Cómo fue la infancia de Eduardo Biscayart?

Mi infancia transcurrió en el barrio de San Cristóbal, Buenos Aires, en Argentina. A los 12 años, mis padres y yo nos mudamos a un departamento en la zona de Monserrat, cerca de San Telmo en el centro de la capital, cerca de la Plaza de Mayo.

Fui a una escuela pública y siempre hice mucho deporte. Soy hincha de Newells Old Boys, pero veíamos y seguíamos mucho todos los deportes posibles. La etapa primaria la transcurrí en el centro Carlos Pellegrini y después a una escuela técnica de la empresa de electricidad; ya ahí llevaba el periodismo como vocación.

En 1985, con 16 años comencé en el Atletismo, en el club Boca Juniors, y trabajaba los veranos en ocasiones. Tengo dos hermanos mayores y siempre digo que son más inteligentes que yo: uno es profesor de literatura y el otro es médico.

¿Cómo supo que su vocación era el periodismo?

Siempre supe que me encantaba comunicar. Los domingos, cuando llovía y no podía ir al club con mis padres, me sentaba a teclear en una máquina de escribir las crónicas sobre los partidos de fútbol que escuchaba o visualizaba. Hacía notas, apuntes y me gustaba tener mis cosas organizadas. Era un poco extraño, pero me causaba mucha satisfacción. Mis primeros pasos en el Periodismo fueron a través de cursos y casi de manera autodidacta.

¿Por qué el periodismo deportivo?

Mi inclinación por el deporte surge porque me apetecía contar las actuaciones de los atletas de los que nadie hablaba. La revista Posta Sureña fue el lugar donde inicié mi carrera. Se me encargó tomar las fotos de los eventos que cubría y las publicaciones tenían una periodicidad de dos a cuatro meses. En el año 1990, comencé a colaborar con la revista Atletismo Argentino y luego en la Editorial Atlántida de Buenos Aires, en la que perfeccioné mis técnicas de entrevistas, fotografía y alcancé un nivel más profesional. Tengo un gran recuerdo de esa época.

Eduardo Biscayart, Don Bisca.
Eduardo Biscayart, Don Bisca.

En la década de los 90, Don Bisca creó un vínculo con Cuba que no ha olvidado.

Tuve la posibilidad de conocer y compartir con Ana Fidelia Quirot e Iván Pedroso. No creo que se acuerden de mí, tuve la chance de ver como espectador y admirador a todos los grandes atletas de los 90 en adelante. Recuerdo el récord de Javier Sotomayor en Salamanca.

En aquellos años, mi mundo era el atletismo y seguía mucho a los deportistas latinoamericanos en ese sentido. El fútbol era algo inalcanzable, jamás pensé que podría llegar a donde he llegado. Los cubanos fueron importantes en aquella época para mí, pues representaban lo máximo en el atletismo del continente.

Tengo recuerdos de Maritza Martén, Yumileidi Cumbá, Anier García, Dairon Robles y a quienes tuvieron la fortuna de ser campeones olímpicos, los admiré profundamente, como Juantorena, María Caridad Colón. Eran una referencia para nosotros porque veíamos que de nuestra parte del mundo eran los que más lejos estaban llegando. Ellos demostraron que desde el área se podía competir con las grandes potencias en este deporte.

¿Qué significa Cuba para usted?

Cuba es el significado de la excelencia deportiva. Recuerdo a Gustavo Pla y Miguel Justiz, dos entrenadores cubanos de lanzamiento, sobre todo de jabalina, con quienes hice mucha amistad, pues uno de ellos fungió como mentor de un atleta argentino, Carlos Gatz, a quien hizo campeón iberoamericano en 100 metros en 1994 y además impuso récord nacional en esta modalidad que estaba vigente desde 1968. Además, alcanzó una semifinal de 200 metros en la que registró un 20.37 s. Todo eso lo vi de cerca: los métodos y la formación cubanos mejoraron el deporte argentino en aquella época.

Usted cubrió tres ediciones de Juegos Panamericanos. ¿Cómo fueron estas experiencias?

Los Juegos Panamericanos de La Habana 1991 los cubrí para Atletismo Argentino y me cambió la vida por los contactos que hice allí. De Mar del Plata 1995 también tengo un gran recuerdo porque allí conocí a mi exesposa y ella es la razón por la que llego a Estados Unidos. En Winnipeg 1999 tomé algunas fotos, pero lo viví con menos intensidad que los anteriores.

En el año 1996 usted reportó sobre los Juegos Olímpicos de Atlanta. Al ser su primera vez en estos eventos, ¿cómo recuerda este momento?

Vivir los juegos de Atlanta 96 para mí fue un sueño, lo quise experimentar como atleta, pero no pude, sin embargo, como periodista me marcó la vida a fuego. Recién llegaba a los Estados Unidos y participar en la cita estival resultó un momento inolvidable de mi carrera.

En los años siguientes, cubrió también tres Campeonatos Mundiales de Atletismo. ¿Qué experiencias tuvo en ellos?

Después de mis trabajos en las citas continentales y en el Departamento de prensa de los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996, la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF por sus siglas en inglés) me ofreció trabajar en el Campeonato Mundial de Atletismo Atenas 1997 como redactor, pero mi principal faena fue traducir las conferencias de prensa de atletas que no hablaban muy bien el inglés, como Javier Sotomayor, Iván Pedroso, Ana Fidelia Quirot y Carla Sacramento. Posteriormente, los trabajos fueron publicados en la joven web de la IAAF. En los mundiales de Sevilla 1999 y Edmonton 2001 realicé los mismos trabajos.

¿Cómo llega a la televisión? ¿Cómo surge el apodo de “Don Bisca”?

En el año 1996 trabajé en CNN y fue fundamental para mí, pues conocí personas que marcaron mi trayectoria como Abel Dimant, quien me contrata después de pasar un examen y en una ocasión me dijo: “si te lo propones, puedes hacer una carrera importante en la televisión”.

Por otro lado, me encontré con Javier Monné, quien se convirtió en un gran amigo para mí y me apoyó a ultranza en todo momento. Mis referentes profesionales por aquel entonces fueron los presentadores Jorge Gestoso y Patricia Janiot, personas de alta categoría.

En 1997 desembarco en ESPN con muchos sueños, con ganas de salir adelante, pero fue un reto difícil ya que vivía en un estado distante de donde trabajaba; no obstante, tanto la cadena como los colegas fueron parte de una época de crecimiento importante en mi vida profesional. Allí cubrí ciclismo, boxeo, atletismo y fútbol. A cada uno de esos deportes los abracé: narré un Tour de Francia, así como algunas peleas de boxeo, que me gustaba mucho, pero comentar el balompié del viejo continente fue cumplir un sueño.

Precisamente, al narrar fútbol junto a Luis Omar Tapia surge el apodo de Don Bisca en el año 1998, pero solo él sabe por qué me apodó así.

Al salir de ESPN, ¿qué sucedió con su carrera profesional?

“Al salir de ESPN llego a PSN y empecé a trabajar más en fútbol porque era lo que requería el canal y era lo más visto en América. Comencé a establecer un sello y un esquema de trabajo organizado. Tuve la oportunidad de comentar dos grandes partidos como la final de la Copa Intercontinental del 2000 celebrada en Tokio entre el Boca Juniors argentino y el Real Madrid de España donde los xeneizes se alzaron con el título en una de las jornadas más gloriosas de su historia y la ida de la final de la Copa Libertadores del año siguiente en el Estadio Azteca entre el propio Boca y Cruz Azul.

Biscayart junto a Luis Omar Tapia y Diego Balado.
Biscayart junto a Luis Omar Tapia y Diego Balado.

Al quebrar PSN, ¿qué sucedió con la carrera de Eduardo Biscayart?

Posterior a la quiebra de PSN cubrí mi primera Copa del Mundo in situ para el canal Univisión, experiencia que considero extraordinaria, pero debido a la incertidumbre de no saber cuál sería mi próximo trabajo, no lo disfruté al máximo. Ese año trabajé esporádicamente, hice partidos con Oscar Restrepo “Trapito” y un grupo colombiano en un canal de distribución llamado Circuito Cerrado. También hice fútbol argentino los domingos con Bruno Vain. No fue el mejor de los años, pero el recuerdo del Mundial fue fantástico.

Después, en octubre de ese año, comencé en el canal GolTV a presentar el programa Fútbol Total con Martín Chasquero y luego formé parte del panel de 45/45. Fue una época muy bonita y allí conocí a Sammy Sadovnik que hoy día es como un hermano para mí. Después de muchos años, he vuelto varias veces a GolTV y eso habla del cariño que le tengo al canal, pues me cobijó en un momento complicado de mi vida y además siento que crecí mucho allí: fue un desafío comentar fútbol de todas las latitudes, pero encontré mi estilo de trabajo.

¿Cómo se produjo el regreso de Don Bisca a ESPN?

“El retorno en 2005 fue muy grato. Formé parte junto a Luis Omar Tapia, Randal Álvarez, Mario Alberto Kempes, Richard Méndez y Fernando Palomo del panel de Fuera de Juego. Me di cuenta de que para la gente se convirtió en un programa de culto. Allí también comencé a transmitir las finales de la Champions. Pensé que era un buen momento para regresar, y así fue: viví un periodo fructífero en mi carrera durante cuatro años más en esta segunda etapa. Sin embargo, el ímpetu y la juventud, así como las ganas de nuevos retos provocaron que fuera a FOX Sports.

En el año 2009, después de salir de ESPN, comenzó la historia en FOX Sports. ¿Cómo fue la experiencia allí?

Mi llegada a Fox Sports en 2009 estuvo marcada por la mano de Fausto Ceballos, un antiguo compañero de PSN que me prometió dar cobertura a las finales de Champions y así fue, me lo cumplió todo al pie de la letra. Con respecto a ello, solo tengo palabras de agradecimiento para todo el equipo y lo considero una gran experiencia. Ya en ese momento me convertí en freelancer y ello tiene un punto que es importante acotar, al serlo, debes renovar los plazos de trabajo constantemente, por tanto, fue todo un desafío, cada paso lo recuerdo con mucha alegría y sin arrepentimiento alguno.

Durante su paso por Fox, muchos lo recuerdan por comentar las noches mágicas de la UEFA Champions League junto a Luis Omar Tapia.

En los años 90, en mi primera etapa en ESPN, Luis y yo habíamos narrado varios encuentros y eso a la gente se les quedó en la memoria. Comentar junto a él se hace más fácil por su manera de narrar, da mucho espacio, es como el jazz: él dirige la orquesta, pero hace que tus solos brillen, es un momento feliz.

En el año 2018, usted cubrió el Mundial de Rusia para Telemundo. ¿Cómo llegó a este punto? ¿Qué significó este momento?

Mucha gente que conocía en el medio me recomendó y previo al Mundial comencé a comentar partidos de la Premier League. Poco a poco fui creciendo más y llevo 5 años ahí. Me he encontrado con un equipo extraordinario, de primer nivel.

Debo decir que en Telemundo me han tratado muy bien y allí me regalaron la oportunidad de cubrir el Mundial junto a mi amigo Sammy Sadovnik y las experiencias con exjugadores como Diego Forlán, Juan Pablo Ángel, Carlos Hermosillo, Teófilo Cubillas, Juan Pablo Sorín, Manuel Sol y Claudio Borghi. Tengo recuerdos para escribir un libro y gratitud eterna a Telemundo. Fue una experiencia alucinante. Rusia 2018 fue un momento sin comparación, llegué preparado para hacerlo y ha marcado mi paso por Telemundo de manera extraordinaria.

Tras el mundial, Don Bisca siguió su carrera en televisión, pero un problema que va más allá del periodismo y el deporte provocó que se desvinculara de la cadena FOX.

Continué narrando la Champions hasta la final de la edición 2020-2021 y en FOX se produjo una situación empresarial que incluyó la compra de esta televisora por parte de Disney. Al hacerse efectiva, el gobierno mexicano obligó a Disney a vender la regional de FOX en territorio azteca, la empresa se desmembró y en noviembre de 2021 se concretó la venta. Con la llegada de los nuevos dueños, fui despedido y terminó mi relación con ellos.

¿Qué sucedió después?

Desde entonces, estoy vinculado a Telemundo, además, en 2019 inicié un proyecto que se llama Futbol Infinito junto a Jaime Macías, con el cual estamos muy contentos. También me he mantenido con mis proyectos independientes y entre ellos está el atletismo: he seguido las estadísticas y participé en la investigación de un libro sobre el fondista argentino llamado Juan Carlos Zabala, campeón olímpico del maratón en 1932.

Han sido años movidos, he hecho muchas cosas y muy distintas, pero estoy contento, he dado cobertura a la Copa América en 2019, los eventos de FIFA, la liga inglesa. Ha sido un periodo de cambios, pero siempre debemos afrontarlos con optimismo y así ha sido.

Usted se desempeña en el medio televisivo desde hace dos décadas, sin embargo, ha visto como las redes sociales han ido avanzando y desplazando la televisión. ¿Qué opina sobre esto?

Ha habido un cambio, obviamente, muchas cosas se van a modificar, pero espero que lo que sea que venga sea mejor. Desde el ámbito empresarial, se ha manejado que tras la pandemia la televisión ha ido en descenso y la gente la usa menos, pero estamos hablando de países con un desarrollo muy alto y en América Latina llegará después.

Lo más llamativo para mí es la utilización de los derechos televisivos. Desde mi papel como periodista creo que seguiremos siendo importantes siempre y cuando las cadenas cuenten con nosotros, pero entiendo que los streamers e influencers van a reemplazar a los comunicadores y eso me parece una involución: es como decir que el reggaetón será mejor que el rock & roll, o que el blues o el jazz. Lo veremos dentro de 50 años.

Después de 32 años en el periodismo deportivo, ¿ha cumplido sus sueños Don Bisca?

He cumplido la gran mayoría de mis sueños y creo que he llegado mucho más lejos de lo que me propuse. Sin embargo, tenía uno que cumplí recientemente que era escribir un libro, que se titula Zabala, el campeón excepcional. Es la historia del campeón olímpico de maratón más joven de estas citas. He trabajado durante toda mi vida vinculado al atletismo y jamás pensé que me convertiría en comentarista de fútbol”.

Mientras tenga deseo y ganas, uno siempre quiere más. En el plano personal, me gustaría tomar un café con Guardiola, Bielsa, Messi, conocer a Cristiano, saber cómo piensa. Me hubiese gustado conocer a César Luis Menotti, del pasado del fútbol en mi país. Me gustaría charlar con Silvio Rodríguez, o haber charlado con García Márquez, pues creo que los artistas tienen algo más que nosotros, que hablamos sobre algo terrenal como el fútbol, tienen ese encanto que nos hace admirarlos. Sabina, Serrat (pude conversar con él y eso para mí es oro en polvo), gente que uno ha admirado desde niño, uno ha crecido con mucha influencia, como la de Fito Páez, Andrés Calamaro, Jorge Drexler. Para mí la gente que se dedica a las artes está en un plano superior, los miro un poco desde abajo, desde la admiración.

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Imagen cortesía de Cuenta de Instagram de Eduardo Biscayart