Transcurridos los primeros 15 juegos para la mayoría de los equipos en la Serie Nacional 60, a simple vista se reconoce que el bateo está ganando ampliamente la batalla al picheo, y que uno de los pocos equipos que ha logrado conjugar ambos departamentos está al frente de la tabla: los Industriales de Guillermo Carmona, pues los Toros de Miguel Borroto, que los siguen de cerca, se apoyan más en su bateo de otro planeta y no en su cuerpo de lanzadores.  

Con una zona media de la tabla congestionada, solo los azules con 11 victorias, y Santiago de Cuba y Camagüey con 10, han roto la barrera de los 10 triunfos en este joven campeonato de béisbol caracterizado por una fiesta de batazos.

Los hombres de la capital mantuvieron su buen paso gracias a una barrida meritoria ante Ciego de Ávila, y confirmaron su buen estado de forma al bate y también con un cuerpo de lanzadores que ha respondido mejor de lo que muchos esperaban, apoyados en un Andy Rodríguez que llegó a su quinto salvado.

Pegados marchan los Toros de Camagüey y Santiago de Cuba, aunque los primeros tiene un desafío menos en su cuenta, y se encuentran en un estado de forma también espectacular, sobre todo haciendo gala de una ofensiva demoledora ante Artemisa, a quienes barrieron en esta subserie, encabezados por un Loidel Chapellí inmenso con el madero, como líder de los bateadores.

En líneas generales, ha sido una serie de bateo desproporcionado, con marcadores que indican una mala señal para los cuerpos de lanzadores y, en general, el estado del picheo de la pelota cubana.

Según los números de Béisbol Cubano, se batea un increíble average colectivo de 296 entre todos los equipos, al punto de que cinco equipos pasan de los 300, liderados por el estratosférico 374 de los Toros.

Aunque es temprano para sacar conclusiones, en una liga que se precie de calidad no se batea de esa manera tan desaforada con la elevada producción de vuelacercas, ya vamos por 192, pues los jonrones caen uno tras otro, con destaque para Matanzas, que pega uno cada 27.1 veces al bate.

Claramente, los lanzadores sufren en demasía en esta pelota, se lanza para un colectivo 5.33 promedio de carreras limpias, con solo 4 conjuntos por debajo de las 4 carreras limpias por cada nueve entradas, y las palmas se las lleva Granma con 3.02 de PCL. Además, se otorgan casi la misma cantidad de boletos que de ponches, con 4.01 contra 4.30 por cada juego.

Una vez más, la conjugación de Industriales de bateo y picheo le ha permitido ese paso destacado, pues es tercero en bateo con 318, uno de los que más jonrones produce (16), a la vez que sus lanzadores han lucido y tiran para un 3.80 y se colocan terceros.

En el plano individual, Camagüey se sustenta en Chapellí (500) y Humberto Bravo (491), que son los dos mejores bateadores de la serie en average, a la vez que los dos primeros en hits, con un hombre como Yordanys Samón, con 4 jonrones y 23 impulsadas.

Mientras los azules, con su ofensiva respetable con un Lisbán Correa con seis jonrones, también poseen un abridor como Brian Chi, que lanza para menos de 1 carrera limpia en tres aperturas y su brazo de hierro, el relevista más en forma del campeonato, Andy Rodríguez, quien en 13 entradas y dos tercios pichea para 0.66 con cinco salvados, y 12 ponches.

En una seria con tanto bateo, Industriales ha combinado bien al menos esos dos departamentos tan importantes, y esa es la razón por la que marcha al frente de una Serie convertida en el paraíso del bateo.

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