Mientras los seguidores discuten sobre la pertinencia de realizar peleas entre los boxeadores cubanos profesionales, Lenier Peró, quien protagonizará una, se pronunció al respecto.

El púgil antillano llegó desde Argentina para enrumbar su carrera en los Estados Unidos, en donde se espera que enfrente a un compatriota suyo próximamente, algo que no ha sentado nada bien entre especialistas, peleadores y la fanaticada, pues avivó la polémica al respecto.

Las reacciones se suscitan ante el esperado enfrentamiento entre Peró (5-0 3 KO) y Geovani Bruzón (6-0 5 KO), como parte de una velada que se llevará a cabo el primero de enero de 2022, en la cual, como evento principal, estará el King Kong cubano, Luis Ortiz.

Peró no ha estado ajeno a las opiniones divididas y ofreció declaraciones, además de publicar también palabras en sus redes sociales sobre los enfrentamientos entre antillanos, algo que muchos no ven adecuado, bajo el criterio de que todavía son pocos los púgiles de la isla en el circuito.

“Antes de venir a los Estados Unidos se corrió esa pelea con Bruzón, pero era un show, un rumor, pero llegué acá, empecé a entrenar y de repente me mandan un mensaje en que decían que Bruzón quería pelear conmigo. Dije que estaba abierto, acepté. Estoy abierto a las oportunidades de peleas entre los próximos meses”, dijo Peró a Willie Suárez, de Boxeo Cubano.

“Me hubiera gustado pelear con otro boxeador, pero creo que fue Bruzón quien la pidió y le voy a dar la pelea. Pensé que era cuestión de algunos mánager por ahí, pero creo que él la pidió. A mucha gente no les gustó, hay muchos amigos míos en contra, que me mandaron mensajes, pero estamos en un país de oportunidades. Tengo que ayudar a mi familia y necesito pelear. ¿Por qué no coger la pelea?”, se cuestiona el peleador.

En caso de concretarse el duelo, se trata también de un combate de estrategas, pues Peró tendrá en su esquina al experimentado Pedro Roque, mientras en la de Bruzón está otra estrella, el reconocido Ismael Salas.

El Justiciero cuenta que no conoce a su compatriota Bruzón ni tiene nada contra él -apenas si ha cruzado palabras con él por videollamada mientras hablaba con otra persona-, pero opina que “vamos a dar guerra y nos vamos a abrazar cuando termine la pelea. Somos guerreros y vamos a demostrarlo”.

“Cuando Pedro Roque me dijo que iba a pelear con un cubano, le dije que no podemos seguir con la hipocresía, con el mito de que no peleamos entre cubanos, porque esto es un país de libertad. Peleamos en Cuba, entre nosotros, muchas veces. A mucha gente no le gusta, pero somos gladiadores. Vamos a ver un buen show y muchos la van a ver”, añadió en su diálogo con Willie.

La reflexión de El Justiciero -con dos títulos de campeón panamericano en Guadalajara 2011 (91 kgs) y en Toronto 2015 (+91 kgs) y una asistencia a Juegos Olímpicos de Rio 2016-, también se puede leer en redes sociales.

“Nosotros los deportistas cubanos debemos ser un poco más profesionales y romper la hipocresía esa de no pelear entre nosotros. He leído muchos comentarios a favor y muchos en contra, creo que si está pelea fuera por 1000000 de dólares hubiera unos cuantos cubanos en busca de mi cabeza”, arrancó Lenier.

“La pelea no se ha concretado todavía, pero de concretarse sería una buena pelea, va a vender más tiques que cualquiera otra y será una buena oportunidad para nosotros para seguir creciendo. He visto cubanos peleando aquí en las calles de forma gratuita, porque no hacerlo de forma legal y ganar un buen dinero para seguir creciendo como persona y deportistas que somos”, continuó en Facebook.

Incluso, en su conversación con Willie, El Justicieron se atrevió a vaticinar cuál será el resultado de su combate contra Bruzón: “va a ser una buena pelea. Veo un KO en el segundo asalto, de parte mía (…) La gente va a ver quién es el nuevo Peró”.

A su regreso de los Juegos de Rio 2016, Lenier solicitó la baja del equipo nacional alegando que el manejo desde su esquina no había sido el adecuado. Luego de dos años fuera del deporte, “El Justiciero” emigró hacia Argentina en el año 2018, donde inició su carrera profesional.

Ahora, en Estados Unidos, está en busca de las grandes oportunidades en una división complicada, pero con 29 años a cuestas y un apreciable margen de mejora.

Sin dudas, la llegada del boxeador cubano a los Estados Unidos despertará interés de representantes y promotores importantes, siempre deseosos de contar con un púgil de calidad en los pesos completos.

Su reciente encuentro con el legendario promotor Don King no ha hecho más que avivar las especulaciones sobre una posible sociedad entre ambos, algo que sería sumamente beneficioso para el camagüeyano, pues si alguien sabe negociar buenos acuerdos para sus púgiles ese es el veterano King.

Ya veremos qué depara el futuro al Justiciero camagüeyano. Lo cierto es que, por el momento, su sola presencia añade otro nombre entre los púgiles cubanos de nivel que buscan obtener el primer título mundial en la historia de nuestro país dentro de la división de los pesos pesados en el boxeo profesional.

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