Un Messi soberbio, líder de una Argentina henchida de confianza y sólida en defensa, contó con la complicidad de Julián Álvarez para mandar a Argentina a su sexta final mundialista, en busca de la gloria.

Va sobrada de ánimos Argentina, aupada por el talento descomunal de Messi y los goles de Julián, y lo demostró ante una combativa Croacia que está vez no pudo forzar la prórroga, sin respuesta efectiva para el marcador de 3-0 final.

«Messi ha superado a Batistuta como máximo goleador (11) de Argentina en los Mundiales, ha igualado a Maradona como máximo asistente (8) de Argentina en los Mundiales, a Matthäus como futbolista con más partidos (25) en los Mundiales», contaba Mundo Deportivo.

De penal, Leo abrió la cuenta, con un cobro soberbio, y Julián amplió con un gol de empuje y algo de fortuna, para colocar contra las cuerdas a Croacia, que no encontraba respuestas.

Argentina se defendía bien y Croacia no podía descontar, cuando  llegó el tercer gol con una jugada soberbia de Messi, que firmó una asistencia de crack.

Los sudamericanos se ganaron el derecho de una nueva final, la sexta, en busca de la tercera estrella, de la mano de Messi y con un equipo decidido a hacer historia.

Imagen cortesía de FIFA