A semanas de su gran pelea, Robeisy “El Tren” Ramírez tiene el propósito de demostrar quién es el mejor en su división y una ‘misión’ que indica la responsabilidad que siente hacia el boxeo cubano y la nueva generación que pretende asentarse en los escenarios profesionales.
La pelea entre el cubano Robeisy Ramírez y el ghanés Issac Dogboe por el título pluma vacante de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) se anticipa como uno de los combates más esperados de los primeros meses del año.
El primero de abril, en el Hard Rock Hotel & Casino Tulsa, El Tren buscará la corona de las 126 libras “en el escenario perfecto desde el cual presentar mis credenciales al mundo y demostrar que soy el mejor peleador en la división de peso pluma”, dijo a Boxing Scene.
La progresión de Robeisy, tras su primera derrota como profesional, no deja lugar para dudas: 11 victorias consecutivas, de las cuales, las tres últimas han finalizado por nocaut, todas en 2022. Todo ha llegado a partir del espíritu que le permitió seguir adelante pese al tropiezo.
“Para mí, la vida siempre se ha tratado de tener hambre continuamente. El talento por sí solo no es suficiente a este nivel. El verdadero éxito significa continuar evolucionando, avanzando y superando obstáculos y fracasos para llegar a ser grande. He experimentado verdaderas dificultades en la vida, así que mudarme a las montañas por unas semanas no me romperá. Solo me hará más fuerte, como todas las dificultades que soporté en el camino hacia donde estoy”, añadió.
El 2023 puso en el camino de Robeisy, doble campeón olímpico, el chance más importante de su carrera como profesional y también una gran responsabilidad: cambiar una imagen que, por mucho tiempo, ha perseguido a los boxeadores cubanos profesionales.
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“Estoy orgulloso de mi carrera como aficionado y de ser producto de la ‘Escuela Cubana de Boxeo’. Pero siempre he agregado mis propios elementos a la ecuación. Quiero entretener también. ‘El Tren’ no es solo un apodo, es algo que me caracteriza como luchador”, explicó.
“Al final del día, el boxeo es para los aficionados. Y si encuentran agradable mi estilo, no rehuiré la responsabilidad de liderar el camino para muchos otros que quieren romper el molde del boxeador cubano altamente hábil, pero aburrido. El 1 de abril cumpliré el objetivo de convertirme en campeón mundial, pero estoy convencido de que mis mayores logros en este deporte están por llegar”, concluyó.
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