El sueño de Portugal terminó este domingo en el Mundial de Balonmano y con este, el de los cuatro cubanos nacionalizados que integraban la escuadra lusa, una muestra del talento antillano en este deporte, pero todavía quedan dos en disputa con Catar, uno de los cuales es el segundo artillero de la competición.

Los lusos cayeron ante Francia y no pudieran avanzar a los cuartos de final de la competencia, pues quedaron en su grupo de terceros, como parte de la llamada Fase Principal, detrás de Noruega, y así se despidieron los cuatro cubanos que formaban parte de esa armada, algunos con mucho protagonismo.

El pívot Alexis Hernández Borges, el portero Alfredo Quintana, y los también pívots Víctor Iturriza y Daymaro Salina, vistieron la camiseta de esa armada en su participación en el evento, y también en la caída ante los Galos, 32 goles por 23.

En el caso de Víctor Iturriza y Borges, anotaron dos goles en esta ocasión, y el primero finalizó con la cifra de 21 tantos en 29 disparos en todo el torneo, e incluso, fue protagonista en duelos pasados, como el que sostuvieron contra Suiza.

En esa ocasión, el jugador del Porto marcó siete goles y también provocó un penal, dio dos asistencias y completó un contrataque en poco más de 37 minutos.

Antes de este mundial, “había jugado solo cuatro partidos con Portugal, debutando en la victoria clasificatoria del Campeonato de Europa masculino contra Israel en noviembre y luego, unos días después, con una segunda victoria contra Lituania”.

Otro de los “portugueses” de nuestra isla es el villaclareño Alexis Hernández Borges, de 29 años, quien “se formó en la provincia de Villa Clara y participó en campeonatos nacionales de 2009 a 2013. Desde el 2014 hasta el 2020 perteneció al Porto, uno de los principales equipos de la competitiva liga de balonmano de Portugal”, indica el diario Vanguardia, de esa provincia.

“En la actualidad compite en la Liga Francesa de Balonmano (LHN) con el equipo Montpellier HB. Con su nuevo conjunto ha anotado, hasta el momento, 35 goles en 17 partidos —divididos en la Europa League y la LHN—, cifra nada despreciable por la posición en que se desempeña”, explican.

Otro de los antillanos que estuvo con Portugal fue el portero Alfredo Quintana, de 32 años y nacido en La Habana, quien también milita en el Porto, con el cual tiene contrato hasta 2023.  

Mientras que el cuarto es Daymaro Salina, de 33 años y que también integra las filas de dicho conjunto, y que acumula más de 50 partidos con Portugal sobre sus espaldas.

No obstante, todavía quedan dos posibilidades de seguir adelante en la competencia, en este caso con Catar, equipo del cual Frankis Carol Marzo y Rafael Capote son piezas fundamentales, pues aportan una gran cantidad de goles.

El primero, nacido en Guantánamo, con 33 años, ha sido un verdadero romperredes en el Mundial, al punto de estar segundo en la tabla de goleadores con 45, con la posibilidad de seguir en competencia, si su equipo triunfa y se dan otra serie de condiciones con resultados de otros elencos.

En el caso de Rafael Capote, “quien jugó su primer partido en el torneo contra Bahréin el sábado, ciertamente ha agregado algo de poder de fuego a Qatar, por lo que la tarea principal de Argentina en defensa será contenerlo a él y a Frankis Marzo”.

Balonmano: la fórmula del futuro en el deporte cubano

Se trata de una explosiva dupla antillana, pues en el juego pasado, Frankis anotó ocho goles y Capote nueve, un total de 17 goles de los 28 de su selección. Sobre ellos radica la esperanza de Catar de vencer a Argentina este lunes.

Sin dudas, esta participación es una muestra de la calidad del balonmano cubano que tiene numerosos representantes actuando en ligas de nivel por el mundo, y que tuvo grandes jugadores que también partieron un día al extranjero, como Julio Fis, Ivo Díaz, Rolando Uríos, Humberto Julien, Carlos Reinaldo Pérez, Roberto Duranona o el fallecido Vladimir Rivero, algunos de los cuales dieron mucha gloria a otras selecciones.

Este es el mismo deporte que, según el reconocido entrenador antillano Luis Enrique Delisle, dijo a Cubahora en 2018, daría un salto espectacular a nivel mundial.

“En el ciclo 2020-24 seremos uno de los tres primeros equipos del mundo. Para entonces tendremos a un jugador líder con las características suficientes para definir los cotejos muy cerrados que, usualmente, surgen en las competencias de alto nivel. Quiero decir que ese balonmanista, aunque ojalá fueran dos, mostrará un alcance físico envidiable, variedad y potencia en los lanzamientos, y capacidad para seleccionar el espacio adecuado para tirar eficazmente a la portería. Tendremos un curtido líder, capaz de mantener la intensidad competitiva del equipo hasta en los momentos delicados de los encuentros. Y, por lo tanto, siempre ubicados en el camino de definir ante situaciones adversas y ofrecerle su color a los grandes eventos”, afirmó.

Mientras ese momento llega, los nuestros brillan en un Mundial, con otras naciones. Orgullo cubano para el balonmano.

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