La vida en Eugene vuelve a la normalidad, o no tanto, porque en esa pequeña ciudad de 170 mil habitantes se respira atletismo. Durante 10 días, el Hayward Field de la prestigiosa Universidad de Oregon acogió la décimo octava edición de los Campeonatos Mundiales, y el primero en Estados Unidos.
En el césped y pista donde se firmaron atletas de la talla de Steve Prefontaine, Ashton Eaton, Galen Rupp y Matthew Centrowitz, se reunió lo que más vale y brilla del campo y pista internacional para legarnos uno de los mundiales más pintorescos de la historia.
Es bastante común cuando se termina un campeonato, leer y escuchar a los aficionados comentar que ha sido el mejor de todos los tiempos, y en el caso de Oregon 2022 no ha sido distinta la situación. Tres récords mundiales, eventos definidos en el último intento, carreras con centésimas de diferencia, y la magia de la sede, son razones válidas para considerar esa afirmación.
No obstante, a Oregon 2022 le faltó la fuerza de la afición. En ocasiones, se vio el estadio prácticamente vacío, algo que no vimos en ediciones como Berlín 2009 o Londres 2017.
A más de 4370 kilómetros de la sede, en Cuba fue una semana triste para el atletismo. Por primera vez en la historia de un campeonato mundial una delegación antillana se marchó sin medallas. Solo las actuaciones de Maykel Massó (4to en salto largo), Leyanis Pérez (4ta en triple salto), Yaimé Pérez (7ma disco) y Luis Zayas (6to salto alto), otorgaron puntos para la clasificación por países, en la cual la Mayor de las Antillas se estableció en el puesto 29 con 15 unidades.
Lo cierto es que el atletismo cubano ha entrado en emergencia, y la realidad de Oregon lo confirma. Muchos de los atletas que fueron a Oregon no poseían marcas para inscribirse en semifinales o finales, por lo que sus resultados, rondando sus marcas personales, era el objetivo para ellos.
El problema del atletismo en Cuba debe descentrarse de los atletas y enfocarse en lo estructural. En el último año y medio han dejado el equipo grandes figuras como Juan Miguel Echevarría, Jordan Díaz, Andy Díaz, Cristian Nápoles, Lester Lescay, Reynier Mena, Roger Iribarne, así como el retiro de Yarisley Silva.
Es triste ver cómo una delegación que en Berlín 2009 inscribió atletas en casi todos eventos, ahora en Oregon 2022 concentró a sus 14 atletas en triple salto, salto largo, 400 metros, 800 metros, lanzamiento del disco y la velocidad.
Además, duele ver cómo el segundo deporte que más ha aportado medallas a Cuba en Juegos Olímpicos entra en esta decadencia y que no se cambia la mentalidad para acercarlo a sus años de esplendor.
Por otro lado, Oregon 2022 sirvió de escenario para que Estados Unidos mostrara su potencial atlético, lacerado hace un año en la cita estival de Tokio. El país sede lideró la tabla de medallas con 13 de oro, 9 de platas y 11 de bronces. Además, en sus filas, Sydney McLaughlin, destrozó el récord mundial de los 400 metros vallas con 50.68 s.
Igual de impresionante fueron la actuaciones de la nigeriana Tobi Amusan, quien estableció una plusmarca universal de 12.12s en los 100 metros con vallas, y de Armand Duplantis con su récord de 6.21m.
La estadounidense Allyson Felix arribó a la cifra de 20 medallas en Campeonatos Mundiales. Esta leyenda de las pistas se agenció el bronce en el relevo mixto 4x400m y el oro en el relevo femenino 4x400m, este último por participar en semifinales.
Uno de los grandes nombres de Oregon 2022 estuvo en el circuito exterior de Eugene, donde la peruana Kimberly García León hizo historia al conseguir los dos primeros títulos mundiales para Perú, específicamente en los 20 kilómetros y 35 kilómetros de marcha atlética.
Un mundial con muy pocas sorpresas, en el cual las más llamativas fueron las victorias de los chinos Jianan Wang, en salto largo, y de Bin Feng, en el disco femenino, además del séptimo lugar del recordista olímpico de los 400 metros con vallas, Karsten Warholm, o la victoria en los 1500 m del inglés Jake Wightman.
Será un mundial recordado por el dominio de Jamaica, en la velocidad femenina, de Estados Unidos en el masculino; las lesiones de Damian Warner, de Lamont Jacobs, y la caída de Nia Ali en los 100 metros con vallas.
La espectacularidad de atletas como Letesenbet Gidey, Yulimar Rojas, Ryan Crouser, Shaunae Miller-Uibo, Athing Mu, y la fiesta de los relevos 4×100 m y 4×400 m matizaron un evento que por primera vez en la historia, llegó a tierras estadounidenses.
En el estadio de Hayward Field, se vio el apoyo no solo a los estadounidenses, sino también a varios de los atletas internacionales que compiten con los Oregon Ducks en la Universad de Oregon. Tales fueron los casos de las ovaciones al italiano Emmanuel Ihemeje en el triple salto y la velocista jamaicana Kemba Nelson, quienes disputaron sus pruebas prácticamente de local tras competir todo un año en ese estadio.
Sin dudas, Oregon 2022 ha sido de los más impresionantes, un Mundial atípico realizado en un año par como consecuencia de la crisis sanitaria que vivió el mundo en 2021 por la COVID-19, y una edición que le pone el listón alto a Budapest 2023, donde en 388 días, exactamente, volverán a medirse las capacidades físicas del ser humano en el Campoenato Mundial de Atletismo.
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