Vamos a hablar de pelota,
de la Serie Nacional.
Se fue la etapa inicial
y ya la otra etapa azota
con aciertos y derrotas,
antes de haber empezado.
Nuestra afición ha palpado,
y ya estoy entrando en tema,
lo complicado: el esquema
que a nuestra serie ha llegado.
Lo más polémico es
para muchos la estructura
“novedosa”, que figura
entre el causante de estrés
más poderoso del mes.
(Esperemos que no arrase)
La nueva variante hace
que arrastren los resultados
solo entre clasificados
para la siguiente fase.
Imagínense el gesto
que le van a regalar
a Holguín, de primer lugar
pasará al último puesto.
Eso es injusto, molesto.
¿A quién se le habrá ocurrido?
A alguien de un sexto sentido
que estando en su juicio sano
viendo el Centroamericano
se quedó medio aturdido.
Otro punto a resaltar:
el equipo matancero
que dejó un triste sendero
y mucho que desear .
Ser el último lugar
no cabía en la cabeza
de nadie. ¡Cuánta torpeza!
Por no rezar la oración,
les cayó la maldición
de su “Papa” Víctor Mesa.
Granma rompió la quimera
y sus positivos datos;
después de dos campeonatos
el campeón se queda afuera.
¿Qué pasará en la trinchera
granmense? Esta sutura
descolocó la montura
por razones…Vuelvo al tema
que nos trae: ese dilema
de la dichosa estructura.
¿Qué tiene de positivo?
Pues que esto se aprobó,
porque ya se sometió
al criterio colectivo
de todos los directivos
de la Serie Nacional.
Y ayuda hasta el punto tal,
que no exista un escapado
que ya este clasificado
directo al Play Off final.
Ya la variante es vigente,
así que toca asumirla
y pensar si repetirla
pudiera ser producente.
La experiencia es inminente.
Si a alguien se le fue la mano,
la crítica no es en vano,
y esto es tan solo un vendaje
de la historia, otro pasaje
de nuestro béisbol cubano.