La llegada de los “legionarios” del fútbol cubano para una histórica convocatoria provocó una emoción futbolera como hace años no se veía en una afición necesitada de esperanzas, y como parte de ese momento único, Carlos Vázquez, “Cavafe”, fue un actor importante.

El defensor central se ganó el corazón de una fanaticada que vivió con ansias esa unión entre los jugadores que compiten en su torneo doméstico, lo que militan en clubes extranjeros contratados por el Inder, y de hombres como el mismo Cavafe, Joel Apezteguía, Jorge Luis Corrales y Onel Hernández.

Pese a las dos derrotas ante Guatemala y Curazao, ambas por la mínima, y las adversidades que encontraron, el balompié de la isla vivió minutos de gloria, en lo que debería ser un primer paso del camino que tiene que llevar, irremediablemente, a un equipo nacional con todos los que deseen representar a su país.

Afable y dispuesto, Carlos Vázquez aceptó el diálogo con Play-Off Tv, para hablar de sus impresiones de esta convocatoria para las eliminatorias mundialistas; las interioridades de la selección; sus planes y para relatar como vivió, de primera mano, su debut con la escuadra antillana.

¿Cómo te sentiste en tu debut con la selección nacional?

El proceso ha sido largo pues han sido cuatros años. Tenía muchas ganas, cuando lo manifesté tenía 1000 de ganas y cuando llegué, igual. Fue una primera vez espectacular, como lo fue ponerme la equipación y jugar un partido de tal importancia. Como el pueblo de Cuba, mis compañeros, el cuerpo técnico, los directivos, confiaban en mí, sentía un poco de presión. Intenté hacerlo siempre lo mejor posible en el partido. Fue una sensación increíble y estoy orgulloso de poder vestir esta camiseta. Fue una emoción enorme, tanto para mí como para mi familia, que lo hemos vivido desde dentro. Espero seguir vistiéndola durante muchos años. Hablaba con Silvio Pedro y le decía que iba a intentar llegar hasta los 40. Si puedo hacer lo que me gusta y tener el nivel, quiero seguir viniendo. Las piernas ya dirán.

¿Qué tal aspecto deportivo?

Me sentí bastante cómodo en el campo. Mis compañeros me ayudaron mucho, me apoyaron. En cada parte del campo tenías alguien ayudándote, eso fue clave en el equipo. Siempre te apoyan, nunca hay una mala cara ni un mal comentario. Siempre hay un apoyo y alguien que te está animando. Eso es fundamental, por lo menos para mí, pues era la primera vez que me encontraba en un campo con mi equipo.

Contra Guatemala, si hubiera habido un empate o una victoria, no hubiera pasado nada; y este domingo, contra Curazao, merecíamos la victoria o el empate. Ayer se notaron los cuatro días que teníamos con el grupo entero, pues ya había una conexión futbolística mejor, una idea de juego común en la que todos creían y se vio.

Contra Guatemala muchas veces se tiró más de fuerza y de corazón que de fútbol, pero eso es necesario en un equipo, porque sin corazón o alma muchas veces sales derrotado.

Si a eso le añadimos que este domingo conseguimos tener fútbol en el campo, va a ser muy beneficioso el futuro para nosotros. Individualmente, creo que intenté hacerlo lo más serio en defensa posible. Para un defensa, defender es lo primero y atacar lo último. Hicimos dos buenos partidos pese a que nos metieron tres goles, fueron detalles, y hay que ir puliéndolos.

Diferencias de un vestuario en España y el de la selección cubana

Los que veníamos de Europa, con Corrales y la gente contratada a través de Inder en otros países, lo hemos hablado con los chicos de Cuba: en otros vestuarios no se encuentra esa cohesión. Hay algunos vestuarios, como el equipo en donde juego, con enormes personas, de gran calidad humana, pero esa esa inocencia, esa bondad grupal, esa confianza [como en el de Cuba], eso no se encuentra. Hay mucha diferencia.

¿Cómo fue la llegada de última hora de Onel Hernández para ese primer juego?

No sabía cuándo iba a llegar, sí que estaba de camino, y que iba a llegar directamente al partido. Pensaba que iba a ser a principio y como no ocurrió, pensé que no iba a jugar. Fue bueno para todos que fuera adaptándose con nosotros. De hecho, lo vi cuando pitó el descanso y estábamos de camino al vestuario y estaba corriendo. Y lo saludé para tener un primero contacto. Hubo bastantes adversidades que desestabilizan a los jugadores. Me considero una persona bastante fuerte, pero cuando algo sale de esa rutina, desestabiliza. Ocurrieron varias cosas, llegaron jugadores ese mismo día, eso repercutió en el partido. Fue todo tan a la carrera, internamente se vivió todo de prisa, se intentaba improvisar, porque era lo que había que hacer en esa situación.

¿Qué nos cuentas sobre las palabras fuertes que dijiste a un asistente de Curazao cuando no cogió la pelota y la dejó correr para perder tiempo?

Soy una persona que durante el partido me caliento mucho, y a lo mejor no era lo correcto decir eso. Pero en un partido de fútbol tampoco es profesional lo que hizo el entrenador, que tiene que velar por el juego y no caer en esas cosas de perder el tiempo. Ya para eso estaban los jugadores, cualquier equipo puede hacerlo y lo respeto, pues lo he hecho. Que me fastidie cuando me lo hacen en contra, es verdad, pero un entrenador no. Me pareció que el asistente no debió hacerlo.

Próximos pasos a nivel individual y qué esperan para la próxima convocatoria

Para la próxima convocatoria, esperamos seguir con el mismo grupo juntos para poder seguir teniendo más química. Eso es lo que nos falta: seguir relacionándonos, tener las cosas claras, como en los balones parados, por ejemplo. Ya se vio un equipo mejor en ese aspecto contra Curazao, más ordenado. Ese trabajo, tener preparación y cohesionarnos como grupo. Ojalá puedan venir más jugadores a ayudarnos. Estoy contento de venir y para mí sería un honor y un orgullo volver. Seguiré trabajando para hacerlo mejor, porque, aunque la gente me felicite, me han marcado tres goles. Me toca seguir aprendiendo y mejorando.

A nivel individual, me queda seguir trabajando. Ahora llego y tengo seis partidos por delante con mi club. Eso me va a venir bien y seguimos cogiendo rodaje para los próximos partidos de junio.

¿Qué se escucha de música en el vestuario de la selección? Nos comentaron que te iban a poner reguetón cubano

A mi encanta el Cubatón. Tiramos unos pasillos. Escuchamos reguetón, de todo, pero siempre géneros nuestros, latinos. Disfruto, porque todos bailamos. De hecho, creo que hay una foto en la que salimos, en la que estábamos bailando. Te sientes liberado, es un buen ambiente musical el que hay en la selección.

¿Deseas jugar en Cuba?

Sí, para mí sería como la primera vez. Sería muy emocionante poder hacerlo con la gente nuestra. Es cierto y tengo que decirlo, la afición ha hecho que se sintiera en la distancia, pero cuando la sintamos cerca, va a ser una sensación increíble. Ya escuchar el himno con el estadio vacío es increíble, no me quiero imaginar todo el estadio lleno. Ojalá sea pronto. Espero poder ayudar a tener un buen resultado, que nos lo merecemos.  

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Imagen cortesía de Prensa Latina