El destacado entrenador cubano Jainé Colomé, excapitán de equipos nacionales, no continuará al frente del equipo Habana FC en la Liga Nacional de Fútbol de Cuba, pese a su buen trabajo con el equipo, motivado por razones muy personales que demuestran también muchos de los problemas que afectan a este deporte en la isla.
Colomé fue internacional con la selección nacional durante más de 10 años, participó en 5 Copas Oro e igual número de eliminatorias mundialistas y fue campeón de la Copa del Caribe en el año 2012. Además, portó el brazalete de capitán durante muchos años y fue referente de su generación.
Tras culminar su ciclo como jugador comenzó su etapa de preparación como entrenador, cursó la maestría en Entrenamiento Deportivo para el Alto Rendimiento y obtuvo la licencia internacional C. Llevaba dos años al frente del equipo Habana FC, con el cual obtuvo un cuarto y un tercer lugar en la Liga Nacional.
“Desde que tengo uso de razón y practico este deporte, siempre he tomado mis decisiones basadas en mis principios y mi forma de pensar. Como atleta sufrí muchas decepciones y malos tratos de todos los dirigentes, ya sea de la provincia o de la comisión nacional. Cuando decidí ser entrenador siempre dije que mi responsabilidad y compromiso era con los atletas, no con lo directivos: no quería que mis atletas sufrieran lo mismo que yo. Me da satisfación que 6 de los jugadores del equipo fueron llamados al equipo nacional y pienso que valió la pena el trabajo”, dice.
Esta salida de Jaine Colomé no es un hecho aislado, sino una muestra de los problemas del fútbol cubano. Anteriormente, el capitán de la selección cubana, Arichell Hernández, renunció a continuar con el equipo por no estar de acuerdo con “algunas desiciones de los directivos del fútbol cubano”.
Con su salida de los banquillos, el fútbol cubano pierde a una persona de mucho conocimiento y alguien que apuntaba en un futuro no muy lejano a la selección nacional. Tras conocerse públicamente su salida, desde Play-Off Magazine nos comunicamos con él entrenador y estas fueron sus palabras:
“La decisión de no continuar es mía, no me han propuesto ningún otra opción de superación u otro trabajo como se dice. A mí no me gusta la mentira, he estado en contra de varias decisiones de los directivos del fútbol y se los he dicho en persona, no es algo nuevo esto que digo aquí. Quiero agradecer a todos los jugadores y familiares por la entrega, pero hasta aquí llegué: no hay atención con los jugadores en Cuba.
“En el primer año que estuve con el equipo, apenas se le dio alimentación, por ello, algunos de los metodólogos nos pedían que bajaramos la carga de entrenamiento al 50% porque no se le podía garantizar la comida. Nos prometieron que iban apoyar a los muchachos y nunca llegó este apoyo, muchos de mis jugadores eran padres de familias y no percibían salarios por jugar fútbol. Tras terminar el primer año, tuve una reunión con el Comisionado Provincial y los dirigentes del deporte en la provincia de La Habana y nos dijeron que se iba a resolver todo, pero al final nunca tuvimos atenciones”, añade Colomé.
“Todos conocemos la compleja situación del país, pero hay cosas que van más alla de eso y tiene que ver con los dirigentes, ellos hacen caso omiso a los que realmente sufren y se sacrifican. Los jugadores nunca sintieron el apoyo de ningún dirigente, el equipo entrenaba en La Polar y nadie iba a preguntarles tan siquiera cómo estaban o si tenían algún problema. También me llamó la atención cómo los dirigentes de la provincia y del partido de otros equipos si viajaban con ellos, y los de La Habana ni siquiera iban al estadio de aquí a ver al equipo de fútbol jugar.
“Junto a mi colectivo técnico, al cual agradezco por el esfuerzo que realizó, dimos lo mejor por los muchachos, pero en esas condiciones es imposible. A nosotros nos quitaron la cátedra del Fajardo donde guardabamos los utensilios y entrenabamos a veces. Entonces, teníamos que caminar por la calle con los balones y demás materiales, no teníamos transporte para trasladarnos y muchos menos llevar las utensilios de entrenamiento”.
¿No tuvieron la ayuda de nadie en todo este proceso de dos años?
Los que debían velar por el desarrollo del fútbol cubano no nos ayudaron, pero quiero destacar algo: sí recibimos ayuda de gente buena, de alguien a quien muchas personas critican en Cuba, Marcel Hernández. Resulta que la Comisión Nacional dio 20 pares de tacos para una nómina de 35 jugadores y eso nos iba a crear un conflicto interno porque no alcanzaban los tacos. En ese momento, Marcel sacó pasaje y vino a Cuba y trajo tacos y muchos implementos para trabajar, todo ello de su dinero y nadie valora eso, prefieren cuestionarlo. Marcel solo cuestionó ciertas cosas que muchos jugadores no se atrevieron a decir.
También quiero agradecer muchísimo a los trabajadores de la fábrica La Polar, en especial la directora y los jimaguas, que nos facilitaban el agua y el hielo. Ellos hicieron más que muchos a quienes tocaba hacerlo, de hecho, el director de la provincia habló con el equipo una sola vez en dos años.
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¿Cómo ves el futuro del fútbol cubano?
El fútbol cubano no está pasando por un buen momento en cuanto a infraestructura, condiciones y resultados. Cuba estuvo en el puesto 46 del ranking mundial, hemos retrocedido y los demás países han crecido y evolucionado. El fútbol lleva inversión, apostar por el desarrollo, pero aquí no lo ven así y ese es el resultado de los malos momentos que vive este deporte.
No creo que los legionarios sean la solución del fútbol cubano, pues hay que trabajar a lo interno y mejorar las condiciones. No creo que un entrenador extranjero sea la solución tampoco: para dirigir una selección nacional hay que conocer a los jugadores y los problemas del fútbol cubano y nadie mejor que los cubanos para saber eso.
Hay que trabajar en la superación y la categorización de los entrenadores en Cuba y confiar en ellos, no hay luz larga ni un trabajo serio con los entrenadores. Si el capitán de la selección nacional renunció es por algo, eso habla de muchos problemas internos que algunos no quieren reconocer, los dirigentes tienen que pensar las decisiones que están tomando. Le deseo lo mejor a la selección en la Liga de Naciones y sus próximos compromisos, y ojalá tengamos una buena actuación.
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