Este jueves inicia la final de la Liga MX. Tigres UANL y América protagonizan la conclusión del Apertura 2023. Sin embargo, un hijo de medallista olímpico cubano busca sumar con el conjunto felino los primeros minutos de su carrera a estas decisivas instancias.

Se trata del habilidoso extremo Ozziel Herrera. El futbolista de 22 años ya fue bicampeón con Atlas en el Apertura 2021 y el Clausura 2022, pero en esas finales le tocó ver los toros desde la barrera.

Aquellos rojinegros dirigidos por el argentino Diego Cocca contaban con una dupla letal en ataque integrada por el poderío físico de Julio Furch y la explosividad del ahora americanista Julián Quiñones, sobresalía en el mediocampo el capitán Aldo Rocha con sus siete pulmones, y en la portería, desde Colombia, Don Camilo Vargas.

Fue Cocca, por cierto, el encargado de hacer debutar a Ozziel en la Selección Mexicana, con la que se coronó en la reciente Copa Oro. De ese modo, el nacido en Culiacán, Sinaloa, continuó el proceso que traía con El Tri desde las categorías inferiores.

Ozziel Herrera asiste a su primer torneo con Tigres, en el que registra 14 partidos, 3 goles y una asistencia. A pesar de su corta edad, ya acumula 12 juegos en fase de liguilla (los playoffs del fútbol mexicano) y es un revulsivo de lujo en el plantel más ostentoso de la Liga MX.

Al disputar el puesto en el equipo con exponentes como Diego Lainez, Sebastián Córdova, o Marcelo Flores, cada minuto en cancha demanda constancia y sacrificio.

“El Hijo del Viento”, apodado así por su notable velocidad, tiene a quien salir. Su padre, el corredor Héctor Herrera, obtuvo presea plateada en el relevo de 4×400 metros de los Juegos Olímpicos Barcelona 1992, junto a Roberto Hernández, Lázaro Martínez y Norberto Téllez.

Talentos de ascendencia cubana en Inter Miami  

El relevo cubano solo fue superado en esa ocasión por el cuarteto estadounidense, liderado por el legendario Michael Johnson.

Héctor dejó marca personal en la vuelta al óvalo de 45.77 segundos, a Ozziel se le han medido picos de hasta 34.6 Km/h durante los partidos. Nada, que hijo de gato caza ratón.

No obstante, además de su plata bajo los cinco aros, Héctor Herrera accedió a dos finales mundiales con el relevo 4×400 en Tokio 1991 y Stuttgart 1993.

En los 800 metros, sobresale su plata en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Ponce 1993. Desde el 2000, comenzó a trabajar con el atletismo mexicano. Le inculcó el deporte a sus hijos Ozziel y Natanael. Ambos han visitado la tierra de su padre varias veces.

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Imagen cortesía de Collage
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